Raquel Sánchez Silva es una de las presentadoras del momento. La cacereña de 52 años acaba de estrenar la primera edición de Maestros de la Costura Celebrity, que se emite todos los jueves a las 22:50h en La 1.
La comunicadora se ha convertido en el rostro más visible del concurso, ya que lleva conduciendo la versión de anónimos del programa desde 2018. Desde que fichó ese mismo año por la cadena pública, hemos podido ver a Raquel presentando El Conquistador o Lo siguiente.
Las primeras apariciones de Sánchez Silva en televisión fueron en 1998, como presentadora del telediario de TVE. Cuando nació Cuatro en 2005, la extremeña se convirtió en uno de los fichajes estrella de la cadena, conduciendo diversos programas, como Pekín Express. No obstante, uno de sus trabajos más destacados es Supervivientes. La periodista estuvo en un par de ediciones presentando el concurso desde Honduras, hasta que en 2015 debió quedarse en España por su embarazo de gemelos.
Actualmente, Raquel vive con su pareja, Matías Dumont, y con los dos hijos que tienen en común: Mateo y Bruno, de 11 años. Toda la familia reside en un espectacular piso de 180 m2 en el centro de Madrid, que cuenta con mucha luz natural y espacios diáfanos. De todos los rincones de su hogar, el que más nos gusta es el salón. Este ambiente cuenta con una chimenea que ha sido el punto inicial para distribuir el resto del espacio. Allí, conviven modernos muebles con textiles acogedores que hacen del entorno uno muy elegante y con mucha personalidad. Esta estancia gana en amplitud gracias a que está abierta al recibidor y el comedor, además de presentar un gigantesco espejo que suma profundidad al espacio. ¡Te va a encantar!
Así es el salón de Raquel Sánchez Silva: muebles de diseño y muchos espejos
@raquelsanchezsilva
Una zona muy espaciosa
Una de las piezas más destacables del salón de Raquel Sánchez Silva es la alfombra con motivos de rombos. Su tono beige combina a la perfección con el conjunto de sillas Cesca (del diseñador Marcel Breuer) con apoyabrazos y con respaldo de ratán. Estas son todo un acierto porque dan un toque natural y atemporal al ambiente. Este rincón además, cuenta con unas sillas blancas de cuero y una mesa de centro de cristal bien elegante.
Este espacio se convierte en uno muy acogedor gracias a la chimenea. Raquel contrasta este elemento clásico con un cuadro moderno y lleno de color que ha colgado sobre la misma. Además, en esta zona del salón cuenta con un mueble de madera, que decora con jarrones y un arreglo floral.
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Con espejos
Para decorar la pared de la chimenea, Raquel ha escogido unos espejos que van de lado a lado del muro. Tienen unos marcos de madera y un acabado desgastado, que nos hace pensar en el estilo vintage. Estas piezas son unos buenos recursos para que el espacio luzca más amplio.
Además, en esta imagen podemos ver cómo es el sofá de la presentadora. Es un modelo grande, tapizado y de color gris. Sánchez Silva lo decora con unos cojines en amarillo mostaza, un tono muy idóneo para aportar una nota fresca al ambiente.
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La pared del sofá
La extremeña no se ha complicado demasiado a la hora de decorar la pared del sofá. Ha conservado la tonalidad blanca del muro y ha colgado un cuadro bien moderno. En vez de optar por diferentes modelos pequeños, apuesta por una única pieza en formato XL que acapara toda la atención.
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Abierto el recibidor
Lo mejor de la casa de Raquel Sánchez Silva es que las estancias no están separadas ni por muros ni puertas. La presentadora las mantiene conectadas, haciendo que sea un único espacio muy diáfano. Un ejemplo de ello, es que el salón se une con el recibidor. En la entrada, la cacereña tiene una gran librería blanca, con mucha capacidad de almacenaje. Los dos ambientes quedan visualmente divididos por una columna clásica de estilo corintio.
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Con comedor incluido
El salón también conecta con el comedor. En este espacio, Raquel tiene un office de madera muy elegante. La presentadora demuestra que está al día de las corrientes de interiorismo, ya que las tonalidades oscuras para este material son tendencia esta temporada. Lo complementa con unas sillas tapizadas en blanco hueso y de estructura de metal. La superficie está decorada por un centro floral y libros muy bien apilados.
En la pared del comedor, encontramos un cuadro abstracto, en tonos verdes, que se convierte en el principal foco de atención. Además, cuenta con una lámpara trípode, con base de madera y pantalla de fibras naturales, que aporta un aire atemporal al espacio.
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