Anna Padilla (27 años) está viviendo un momento de lo más especial, tanto a nivel profesional como personal y sentimental. La hija de Paz Padilla (55 años), triunfa en redes sociales en su faceta de influencer, acumulando más de 862 mil seguidores, al igual que lo hace como empresaria de su propia marca de moda que comparte con su madre, 'NoNiNa'. Por otro lado, la vida no deja de sonreírle a Anna, quien recientemente se compraba su propio piso. Un nidito de amor que no disfruta en solitario, sino con su pareja, Mario Cristóbal, con quien tiene una relación desde hace dos años.
Ambos viven ahora en una bonita casa en Madrid, caracterizada por ser muy acogedora y cálida, dos aspectos que caracterizan también la personalidad de Anna Padilla. La influencer siempre se muestra cercana a sus seguidores. Es por ello, que además de hacernos partícipes de su día a día, también nos desvela detalles de sus ámbitos más privados, como algunos rincones de su casa reformada. No obstante, la reforma llevada a cabo no terminó de convencer del todo a Anna, quien nos quiso confesar algunos errores de dicha transformación, tal y como ella denominó.
La hija de la humorista nos menciona hasta cuatro detalles que no pensó del todo bien ni con tiempo suficiente y de los que, ahora, parece arrepentirse: "no volvería a repetirlos por nada del mundo en la reforma de mi casa", dice. ¿De qué errores se trata?
1. Mudarse a la nueva casa antes de terminar la reforma por completo
Anna Padilla explica que debido a ciertas circunstancias, tanto su pareja como ella, tuvieron que mudarse a su hogar antes de tiempo. Reconoce que creían que la casa iba a estar lista para vivir en ella, pero al llegar, "no había lavabo, no había fregadero porque se había roto la encimera... Nos lavábamos los dientes en la ducha", comenta.
2. Distribución de los armarios
Mudarse antes de tiempo es un error, sin embargo, para Anna Padilla el mayor error sin duda fue la distribución de sus armarios. "Ya me avisaron de que era muy difícil elegir la estructura interna del armario", dice la influencer. ¿La razón? Solo tiene uno de los armarios con espacio para vestidos largos. "Es el que está al lado de la puerta y es el que uso para los abrigos porque no tiene sentido tenerlos al fondo de la habitación".
Así, cuenta que finalmente, sus vestidos largos han acabado en otro armario donde el bajo tiene que estar arrugado porque no caben de forma lisa. Pero además, también nos enseña que sus cajones son muy pequeños y los estantes para los bolsos estrechos. En definitiva, un vestidor en el que, según dice, "está todo mal".
3. Paredes de los baños pintadas igual que la habitación
Para Anna Padilla, que las paredes estén pintadas, hace que sean "muy complicadas de limpiar". Y es que, se trata de un baño pequeño en el que es muy fácil rozar las paredes, lo que hace que, con muy poco, se ensucien.
4. Los puntos de luz
A pesar de que los ha cambiado en repetidas ocasiones y de que le gusta como quedan en el techo, hay varias cosas que confiesa que están mal, como por ejemplo, los interruptores. "Me gustaría poder encender la luz del pasillo cómodamente, y no tener que irme hasta el fondo", cuenta. Además de los interruptores, siente que también están mal distribuidos los enchufes, porque a pesar de que colocaron varios en distintos puntos de la casa, siguen haciendo uso de regletas.