Basada en su dilatada experiencia, la psicóloga Carmen Romero afirma que "una estimulación ambiental adecuada es básica para un buen desarrollo cerebral y para sentar las bases neurofisiológicas del futuro cerebro de nuestros hijos".

El oído es uno de nuestros cinco sentidos y por tanto, fuente de estimulación. Es una vía más por la que recibimos información y conocemos el entorno. Por eso hablar, cantar y explicarle al bebé lo que sucede a su alrededor, le facilitará conocer su entorno, al mismo tiempo que le provocará mayores conexiones neuronales.

La música contribuye al desarrollo intelectual, tiene un papel esencial en la creación de conexiones neuronales. Por esta razón no debemos perder la oportunidad de ofrecérsela al bebé desde el primer día.

Carmen Romero nos aconseja: "Durante el día no evitaremos ningún tipo de ruido ni de luz. Es recomendable tener la radio encendida o elegir un tipo de música clásica que a la vez estimula al bebé. Compositores como Mozart y Vivaldi son muy recomendables. Sus maravillosas obras comprenden diversos instrumentos. Además están compuestas por unas frecuencias que favorecen la habilidad auditiva, la musicalidad y el aprendizaje de idiomas".

A través de la música podemos trabajar el movimiento y facilitarle al bebé el conocimiento de su cuerpo, el equilibrio y la coordinación. Estos aspectos son muy fáciles de trabajar en las primeras etapas, con poco esfuerzo y a través del juego y el baile podemos conseguir grandes beneficios. Mientras el bebé es ligero bailar con él, balancearlo, voltearlo... es sencillo y muy agradecido.

¿Cuándo es mejor momento?

Cada día podemos dedicar unos minutos. Podemos tenerla de música de fondo o dedicar un rato a escucharla de forma más intensa.

Compartir con el bebé un momento de actividad y diversión tiene grandes beneficios en la relación. Es una manera de consolidar la unión y el vínculo afectivo. "Piensa que escuchar música y bailar es algo que siempre anima y activa una sonrisa en nuestra cara. Además es una herramienta muy útil para momentos en los que el bebé está inquieto o molesto", prosigue Carmen.

La música está estrechamente relacionada con aspectos emocionales. Con tal de disfrutarla más ampliamente, es recomendable moverse con ella. "Pensemos en el mejor momento para bailar con nuestro bebé e introduzcámoslo en nuestra rutina diaria. Posiblemente la mañana es el mejor momento para empezar bien el día con música. El bebé suele estar descansado después de la dormida más larga. Aunque a veces por nuestra organización no es posible y podemos aplazarlo a por la tarde antes del baño, por ejemplo", asegura la psicóloga.

¿Cómo lo hacemos?

"Con el bebé en brazos, se trata de bailar con entusiasmo y pasión. Debemos transmitirle el gusto por la música. Debemos movernos con suavidad pero con ritmo", aconseja Carmen.

Es importante siempre controlar que el bebé lo pasa bien. A través de los gestos de la cara podremos detectar si le incomoda y si es así debemos parar e intentar ser todavía más suaves. Muy pronto se acostumbran al movimiento y empiezan a disfrutarlo pero es imprescindible ser progresivos.

Podemos utilizar pañuelos de colores, pompones, mantas, maracas, cascabeles, pompas de jabón... que decoren esta actividad musical y nos ayuden a pasar un buen rato al son de las notas. Además, el material incita a mayor movimiento. Los peques toman mayor conciencia de su cuerpo y de cómo moverse.

madre agachada con el bebe

¡Que el ritmo no pare!

Existen otras formas de trabajar los aspectos musicales con el bebé. La música moderna también es una buena opción. La música que el adulto disfruta el niño lo siente. Estimular la audición, disfrutar y bailar con nuestras piezas preferidas, transmite al bebé un espacio de armonía y gozo familiar.

Por otro lado, las canciones infantiles también son una buena herramienta. La letra de las canciones infantiles suele ser sencilla y con rima, además tienen un ritmo muy marcado y repetitivo, que permite recordarlas con facilidad. Gracias a estas cualidades, a través de las canciones infantiles, potenciamos la memoria, el ritmo y ampliamos la adquisición de vocabulario. Podemos encontrar infinidad de canciones infantiles. Hoy en día, gracias a internet tenemos a nuestro abasto todo tipo de canciones para diferentes edades. Elegimos las que más nos gusten y se las cantamos. Muy pronto el bebé también nos muestra cuáles son sus piezas preferidas.

Es bueno intentar buscar canciones simples pero que aporten nuevos conocimientos (las partes del cuerpo, los colores, las cantidades, las letras, etc). De esta manera aprovecharemos la actividad musical para ampliar conocimiento intelectual.

Más sobre Carmen Romero

Carmen Romero psicóloga infantil
Carmen Romero es psicóloga infantil experta en estimulación para bebés. Es madre de cuatro hijos y tiene una consulta privada donde atiende a familias. Trabaja como asesora en diferentes centros de educación infantil por toda España e imparte formación a profesionales del sector infantil, educativo y pediátrico. Además, da charlas sobre temas de educación y desarrollo a familias con niños de 0 a 6 años.