Aunque conocemos un montón de trucos para que el pan no se ponga duro, en ocasiones no nos importa ni lo más mínimo, ¿Sabes por qué? Porque permite elaborar muchas y variadas recetas que nos solucionan el dilema de qué hacer de comer. La mayoría son recetas fáciles y rápidas que ya estás tardando en probar.

¿Cómo aprovechar el pan duro?

Por mucho cuidado que se tenga para no comprar de más, es inevitable que en ocasiones nos encontremos con más pan del que vamos a consumir. Si te das cuenta a tiempo, puedes congelarlo sin problema; pero si es del día anterior, siempre te queda el recurso de aprovecharlo en distintas elaboraciones. Estas son algunas de las más populares:

  • Pan rallado. Utiliza la corteza de cualquier tipo de pan. Ideal para croquetas, filetes empanados o flamenquitos.
  • Picatostes. Corta el pan en dados, y fríelo u hornéalo. Perfecto para cremas, purés o ensaladas como el César.
  • Migas. Las tradicionales migas del pastor son un plato riquísimo, muy versátil y muy fácil de hacer. Puedes degustarlas tanto con chocolate como con uvas, huevo frito o chorizo. ¡Para todos los gustos!  
  • Tostadas. Si es de un día para otro, puedes tostarlo sin problema. Muy ricas con ingredientes dulces como la mermelada, o salados como el tomate.
  • Sopa de cebolla. Fácil, económica, calentita y ¡deliciosa! Si además de pan le añades queso, ¡éxito total!
  • Ajoblanco. La sopa ideal para el verano a base de pan, almendra y ajo. Puedes acompañarla de uvas, melón y otras frutas. Más abajo encontrarás una receta especialmente pensada para dipear.
  • Salmorejo. La manera más saludable de aprovechar el pan del día anterior. Si te gusta, no te pierdas la versión con pimientos asados que te proponemos al final del artículo.
  • Pudin. Un postre muy económico y esponjoso con múltiples variaciones, como la de chocolate o la de frutas, de la que también encontrarás la receta.

¿Cómo hacer pan rallado en casa?

Hacer pan rallado en casa es muy fácil, y una manera estupenda de aprovechar el pan duro. Lo ideal es que tenga menos de cinco días. Pícalo según el grosor que te interese y guárdalo en un bote de cristal bien cerrado. ¿Un truco? Puedes aromatizarlo a tu gusto con ajo y perejil u otras especias, según la elaboración que vayas a preparar.

Recetas con pan duro

Y del dicho, al hecho. Desempolva tu recetario porque seguro que va a apetecer incluir en él alguna de estas recetas con pan duro con las que pondrás en práctica lo que te comentábamos anteriormente. En algunas te servirá el pan del día anterior, mientras que para otras será mejor que sea de dos o más días. 

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