Si eres fan del té en todas sus versiones, y del té verde en particular, tienes que probar la bebida de la que te hablamos hoy: matcha latte o té matcha con leche. Se va a convertir en tu mejor opción para sustituir el café con leche de las mañanas o la merienda.
El matcha latte es una bebida que se prepara muy fácilmente con té matcha y leche. Para hacerlo solo tienes que hacerte con un buen matcha japonés, lleno de propiedades antioxidantes y vitaminas, y leche que puede ser animal o vegetal, según tus gustos.
Cómo se elabora el té matcha
Esta variedad de té tiene un proceso de producción peculiar, ya que se elabora con hojas de té no fermentadas.
Cuando nacen las primeras hojas de la planta de té verde (Camellia sinensis) se cubren con una tela negra para conseguir que estén en sombra y evitar que reciban los rayos del sol.
Tras unas seis semanas, las hojas más jóvenes y verdes se recolectan a mano. Se cuecen al vapor para conseguir que conserven sus propiedades y su color verde, se quitan los nervios y se dejan secar.
Una vez secas, se muelen en molinillos tradicionales con piedras de granito hasta transformarse en un polvo muy fino.
Receta de matcha latte
Preparar en casa un buen té matcha con leche es muy sencillo. ¡Toma nota!
Ingredientes (para una persona):
- 1 cucharada de té matcha
- 1 taza de leche (puede ser de vaca o bebida vegetal)
- 80 ml de agua
Elaboración:
- Paso 1. Pon una cucharada de té matcha en una taza. Tamízalo con un colador para evitar que después se formen grumos.
- Paso 2. Vierte el agua caliente en la taza. Debe estar caliente pero sin que llegue a hervir, a unos 80ºC.
- Paso 3. Disuelve el té matcha en el agua con ayuda de un batidor de bambú, que es el utensilio tradicional que se utiliza para ello. Remueve con energía hasta que se forme espuma en la superficie. Puedes hacerlo con un espumador de leche eléctrico.
- Paso 4. Vierte la leche caliente en otra taza (tampoco debe estar hirviendo) y crea un poco de espuma con un espumador eléctrico. A continuación vierte el té matcha sobre la leche caliente. Si te gusta dulce, puedes añadir un poco de azúcar o un edulcorante.
Un consejo: aunque ahora en otoño apetece más tomar el matcha latte caliente, cuando llegue el verano puedes preparar una versión fría y refrescante que te encantará, sirviéndolo en un vaso con mucho hielo.