Muchas veces nos apetece algo dulce después de comer o para acompañar un café. Hay una cosa clara: todo sabe mejor cuando es casero, y en términos de repostería, la afirmación coge aún más fuerza. 

Hay unas galletas que ya se han hecho las mejores amigas del "momento" café para merendar o como postre: las spéculoos o lotus. La tradicional galleta del norte de Europa nos ha enamorado gracias a su toque de canela y especias. Toda una obsesión para nuestras papilas gustativas. Siempre estamos buscando dónde encontrar su versión en crema para añadirla a una tostada, yogur o fruta, pero la más parecida era la de Mercadona y ha pasado a mejor vida. Sin querer rendirnos, hemos encontrado la receta más parecida a la galleta original para hacerla en versión crema (y sí, está deliciosa). Ya no hay escapatoria para esos momentos de "trampa" después de comer. ¡No hay nada mejor que un buen dulce! Si eres fan de la galleta y quieres aprender cómo hacer su crema, sigue leyendo. No te arrepentirás. 

Tradición de la galleta

La galleta spéculoos es tradicional del norte de Europa, más concretamente en Bélgica, Países Bajos y Alemania, y se prepara tradicionalmente en día de San Nicolás (06 de diciembre). Y es que su nombre tiene que ver con el obispo. Hay quienes dicen que la palabra spéculoos proviene del latín "speculum", la cual significa "espejo" o "el que lo ve todo", que es el apodo de San Nicolás. 

Otra teoría explica que la palabra latina es equivalente a "episkopos" en griego antiguo, que significa "obispo". Diferentes lingüistas destacan que quizás el término hace referencia a "especias", debido a la gran cantidad de ellas que lleva la receta.

Sea como sea el nombre y de donde provenga, el sabor de las galletas es más que inconfundible. Su toque caramelizado ha enamorado al mundo entero, y ahora, gracias a esta receta, podemos tenerlas también en nuestras tostadas o mojada en frutas. Una alternativa súper sabrosa para combinar el dulce. 

Ingredientes

  • 250g galletas de canela 
  • 350g de leche evaporada
  • 6g de harina de maíz refinada
  • 4 cucharaditas de canela molida
  • 1 cucharadita de nuez moscasa
  • 1 cucharadita de clavo molido
  • 1 cucharadita de jengibre molido
  • Media cucharadita de pimienta blanca molida
  • 30ml de aceite de coco (2 cucharadas)
  • 20g de azúcar glasé 
  • 10g de chocolate blanco 

paso a paso

1. Prepara las galletas. Si tienes robot, tritura las galletas. Si no, ponlas en una bolsa y pásale un rodillo por encima para aplastarlas. Una vez conseguido, resérvalas. 

2. Vierte en un vaso tres cucharadas de la leche junto con la harina de maíz. 

3. En un cazo, pon el resto de la leche junto con las especies y el azúcar glasé y ponlo a calentar durante dos minutos. Ves removiendo con unas varillas para que se cree una mezcla perfecta. 

4. Una vez pasado el tiempo, añade el vaso con la leche y la harina a la mezcla y déjala cocer hasta que espese (siempre removiendo). 

5. Después, incorpora el chocolate troceado y el aceite de coco y muévelo para que se una todo bien. Añade también las galletas trituradas y cuécelo durante tres minutos a fuego suave, removiendo sin parar. 

6. Una vez conseguida la crema, ponla en un bote de cristal sin cerrar y déjala atemperarse. Cuando ya no esté tan caliente, ciérrala y disfruta.