Con la Navidad a la vuelta de la esquina, ha llegado el momento de ir pensando en el menú navideño con el que vamos a sorprender a la familia en la próxima cena de Nochebuena. Aunque a muchas personas les gusta innovar en sus platos, hay otras que son fieles a las costumbres y siempre dejan algún clásico dentro del menú para que la cena tenga sabor a tradición.
Y esto es justo lo que hacen en casa de la presentadora Sonsoles Ónega, su familia es amante de las buenas costumbres y, por eso, cenan todos los años lo mismo: canapés, vino, carne y, como buenos gallegos, nunca falta el marisco. Por supuesto, siempre está presente en la mesa el aperitivo gallego receta de su madre: las almejas a la marinera.
Almejas a la marinera, la receta navideña de la madre de Sonsoles ónega
Las almejas a la marinera son el aperitivo gallego que nunca falta en la cena de Nochebuena de Sonsoles. Por supuesto, las almejas que utilizan provienen de la lonja del Grove. La encargada de prepararlas es su madre y tenemos la suerte de haber conseguido esta receta familiar para compartírtela.
Ingredientes (para 4 personas)
- 500 g de almejas gallegas
- 1 cucharada de harina de trigo
- 150 ml de vino blanco
- 1 tomate
- 1 cebolleta
- 1 diente de ajo
- Perejil
- AOVE
- Una pizca de sal
Modo de elaboración
- Paso 1. En primer lugar, tienes que poner las almejas en remojo en un cuenco con agua y sal. Este paso es importante y no te lo debes saltar ya que el objetivo es que las almejas suelten los posibles restos de arena que aún puedan contener.
- Paso 2. Cuando estén listas, debes sacarlas y enjuagarlas con un colador debajo del grifo. Para darles un buen enjuague y evitar que la tierra que han soltado vuelva a caer sobre ella, es mejor que lo hagas con las manos o usando una espumadera sin llegar a tocar el fondo del cuenco que es donde está la arena.
- Paso 3. Para preparar la salsa a la marina que acompañan estas almejas, tendrás que pelar y picar, finamente y en trozos muy pequeños para que no se perciban en la salsa, el diente de ajo, la cebolleta y el perejil. En este paso también tienes que pelar y rallar el tomate.
- Paso 4. Ahora, vierte un hilito de AOVE en una cazuela, ponla en el fuego y, cuando esté caliente, añade el ajo y dóralo a fuego medio.
- Paso 5. Cuando el ajo empiece a coger color doradito, incorpora la cebolleta picada, una pizca de sal al gusto y poca todo junto durante 15 minutos. Debes estar removiendo todo el tiempo.
- Paso 6. Cuando esté todo pochado, añade el tomate rallado y déjalo cociendo hasta que se evapore el agua que el propio tomate suelta con la cocción.
- Paso 7. A continuación, añade la cucharada de harina de trigo a la preparación de la cazuela y remueve hasta que veas que se ha integrado completamente con el resto de ingredientes.
- Paso 8. Vierte el vino blanco, remueve y cocina todo un par de minutos más para que se evapore su alcohol. Reserva la salsa.
- Paso 9. Para preparar las almejas al vapor, tienes que añadir un par de cucharadas de agua a una sartén, añadir la sartén y taparlas. Cuando lleven unos minutos cocinándose al fuego, empezarán a abrirse.
- Paso 10. Cuando veas que se han abierto, retira las que se hayan quedado cerradas. El resto, pásalas a la cazuela donde tienes la salsa preparada y remueve bien para que se impregnen con su sabor y olor.
- Paso 11. Cuando vayas a servir tus almejas a la marinera, espolvorea un poco de perejil picado y a disfrutarlas.
Truco para que las almejas queden perfectas
El éxito de unas almejas a la marinera no solo depende de la calidad del producto, sino también de los cuidados que les des antes de cocinarlas. Uno de los pasos más importantes es limpiarlas bien para eliminar cualquier resto de arena. Para lograrlo, déjalas en remojo durante al menos una hora en un recipiente con agua fría y un buen puñado de sal gruesa. Este proceso hace que las almejas se "purguen" y liberen toda la arena que puedan tener en su interior.
Un consejo extra es cambiar el agua cada 20-30 minutos. Aunque parezca un detalle menor, esta práctica asegura que el agua esté siempre limpia y evita que las almejas vuelvan a absorber la arena expulsada. Si tienes tiempo, puedes dejarlas en remojo incluso un poco más, asegurándote de que estén en su punto óptimo para cocinar.
Además de la limpieza, el sabor es clave. Un truco infalible para potenciarlo es añadir un chorrito de vino blanco seco al sofrito antes de incorporar las almejas. Este toque realza el sabor y da un aroma delicioso al plato. Eso sí, asegúrate de elegir un vino que también disfrutarías bebiendo, ya que un buen vino marca la diferencia en el resultado final.
La cocción es otro punto esencial. Las almejas deben cocinarse a fuego medio-alto y en una olla tapada. Este método permite que se abran con el vapor y absorban todo el sabor del sofrito. No las dejes más de lo necesario: en cuanto estén abiertas, estarán listas. Las que no se abran tras unos minutos, debes descartarlas, ya que pueden estar en mal estado.
Otro detalle importante es el sofrito, que es la base del plato. Hazlo con calma, a fuego bajo, para que la cebolla, el ajo y el pimiento (si lo usas) liberen sus jugos y aromas. Añadir una pizca de pimentón dulce o picante puede darle un toque especial a tus almejas a la marinera, pero hazlo fuera del fuego para evitar que se queme y amargue.
Por último, no olvides servirlas bien calientes y acompañarlas con un buen pan para mojar en la salsa. Este pequeño placer es, para muchos, lo mejor del plato. ¡Con estos trucos, tus almejas a la marinera serán un éxito garantizado!