No hay duda: la lavanda es una de las plantas aromáticas por excelencia, perfecta para perfumar el jardín y llenarlo de color. Además, es un arbusto que precisa pocos cuidados: mucho sol y un riego más bien escaso son las claves para un crecimiento. Eso, y la poda, sobre todo si empleas la lavanda para hacer borduras, porque deberás darle la forma deseada. 

Aunque hablemos de lavanda, hay muchas variedades. De hecho, existen más de 60 tipos. Y es de carácter perenne, por lo que incluso en invierno la lavanda vestirá el jardín.