La entrada es una de las zonas del hogar más importantes. Es la carta de presentación de la vivienda, por lo que siempre hay que cuidarla. Los detalles decorativos que añadas en esta zona, siempre suman puntos. Esto no quiere decir que la entrada sea un espacio lleno de cosas. Al contrario, el recibidor siempre debe estar lo más despejado posible y con elementos prácticos y funcionales.
No obstante, no hay recibidor al que se le resistan unas bonitas flores. ¿Cuáles elegir? Una de las flores favoritas de las interioristas son las mimosas. Son un tipo de flor muy vistosa, en color amarillo y con una caída fluida. Sin embargo, el otro día no encontré este tipo de flores y finalmente me recomendaron una alternativa parecida e igual de elegante.
Me refiero a las lluvias, también conocidas por su nombre científico como Gypsophila. Hay quienes las conocen también con el nombre de nube o paniculata. Sea como un nombre u otro, está claro que estas flores destacan por su delicadeza y apariencia ligera; de ahí, muchas de las variedades de su nomenclatura.
Características de la Gypsophila
La lluvia o Gypsophila es una planta con flor que viste muchísimo el recibidor. Se ha convertido en una de mis flores favoritas. Se puede combinar con otras hojas verdes como los ruscus para crear un ramo en armonía. O también, por ejemplo, con eucalipto.
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Se trata de una planta con flor en tonos blancos o rosados que aporta un toque elegante y sencillo a cualquier estancia. Sus hojas son estrechas, de color verde grisáceo y pueden llegar a crecer hasta 1 metro dependiendo de la variedad. Es bastante resistente y en interiores suele durar bastantes días en buen estado. Lo bueno de esta planta es que si la añades al jardín o a una terraza, puedes recortar sus ramas y hacer tus propios arreglos florales.
Cuidados básicos de la Gypsophila
Si vas a añadir esta planta en el exterior, para luego incorporar arreglos al recibidor, te enseñamos algunos trucos y cuidados básicos.
Luz
Es una planta que prefiere pleno sol, aunque tolera semisombra. En interiores, colócala en un lugar con buena iluminación natural, cerca de una ventana.
Riego
Necesita poca agua; su exceso puede pudrir las raíces. Riega cada 3-4 días en verano y una vez a la semana en invierno. Si está en jarrón, cambia el agua cada poco tiempo para prolongar su frescura.
Cómo secar las flores de la Gypsophila
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Si quieres conservarla como flor seca, te recomendamos seguir estos pasos:
- El primer paso es colgar los ramos boca abajo en un lugar seco y oscuro durante unas 2-3 semanas aproximadamente.
- Es importante evitar la humedad y la luz directa para que estas flores no pierdan color.
- Una vez secas las flores, puedes fijarlas con la ayuda de una laca para evitar que se estropeen antes de lo previsto.
- Es fundamental añadir estas plantas en una zona sin corrientes de aire fuertes para que dure más tiempo.
Por qué la Gypsophila es perfecta para el recibidor
Sus diminutas flores blancas o rosadas crean un efecto etéreo y delicado, perfecto para un espacio de bienvenida. No recargan el ambiente y se integran fácilmente en cualquier estilo decorativo. Se pueden usar solas en un jarrón para un estilo minimalista o mezcladas con otras flores para un toque más sofisticado. Van bien con jarrones de cristal, cerámica, madera o metal, adaptándose a diferentes estilos de decoración.
Son flores que pueden durar entre 7 y 10 días con agua limpia. Incluso si puedes secar, estas flores pueden llegar a mantenerse durante años sin necesidad de casi cuidados.
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