¿Quién no ha soñado alguna vez con un campo lleno de girasoles bajo un sol espléndido en verano? Y si valoramos la opción de trasladar esta preciosa planta de exterior a nuestro balcón o terraza, ¿qué opinas? Si estás pensando en plantar un girasol en casa, estás en el lugar correcto. Te explicamos todos los cuidados de esta planta de exterior con flor tan alegre y de graciosa silueta, para que tu jardín o patio luzcan como nunca. ¡Mira, mira!
Cómo plantar un girasol: tu guía paso a paso
Como su propio nombre indica, el girasol tiene una relación más que evidente con el sol, pues en la medida de lo posible, la planta debe estar colocada siempre en plena luz del día. Así, esta flor completa la lista de las plantas estrella del verano para tu casa o terraza. Te damos todas las claves para plantar un girasol en casa, ¡llenarás de luz tu hogar!
1. Compra semillas de girasol
Ten en cuenta que solo las variedades más pequeñas son aptas para su cultivo en macetas.
2. Prepara una maceta
Consigue una maceta con el tamaño suficiente como para poder plantar tus girasoles. Recuerda comprar tu maceta con agujeros en la base o, de lo contrario, se los tendrás que hacer por tu cuenta. De esta forma, conseguirás un buen drenaje del sustrato y evitarás que la planta se pudra.
3. Prepara el material de drenaje
Coloca en el fondo de la maceta: trozos de terracota, grava, guijarros o espuma de polietileno. Una vez hayas hecho esto, vierte a partes iguales, compost y sustrato universal. Con ello, lograrás crear una área local húmeda para las plantas que necesitan un poco de humedad, como en el caso del girasol.
4. Riega el recipiente
Antes de introducir las semillas en la maceta, es importante que riegues tu recipiente primero para que la tierra esté humedecida cuando vayas a plantarlas. De este modo, te aseguras que tus semillas germinen más rápidamente.
5. Introduce las semillas de girasol
En función de si el tamaño de tu maceta es grande o no, podrás plantar de 2 a 10 semillas en total, con una distancia de 10 centímetros entre ellas. Es probable que no todas las semillas florezcan, así que de esta forma habrá más posibilidades de poder disfrutar, por lo menos, de una planta de girasol.
6. Riega la planta cada uno o dos días
Siempre que puedas, riega la planta cada uno o dos días para que broten. En un máximo de 13 días desde la plantación, tus semillas deberían haber brotado, de lo contrario la planta no crecerá.
Cómo cuidar un girasol pequeño en maceta: ¡toma nota!
Si aún tienes tus dudas sobre cómo cuidar un girasol te damos todas las claves a continuación para que puedas llevar un correcto mantenimiento de esta planta de exterior, en tamaño pequeño y en una maceta. ¡Toma nota!
- Mantén tus girasoles expuestos en una zona soleada de tu jardín, huerto o terraza. Por lo menos deben recibir unas 6 horas de luz directa diarias.
- Utiliza una maceta profunda para plantarlos. Como el proceso de trasplante es complicado y existen posibilidades de perder la planta, te recomendamos sembrarlos siempre en el que será su lugar definitivo.
- Riega tus girasoles con frecuencia pero en cantidades moderadas. De este modo, lograrás mantener un cierto nivel de humedad en tu maceta, pero sin encharcarla.
- Aporta a tu planta una alta cantidad de fósforo, nitrógeno y potasio, por lo que te recomendamos usar fertilizantes ecológicos como el compost o el humus de lombriz, sobre todo en su etapa de crecimiento.
Qué clima necesita el girasol para crecer
Como habrás visto ya, los girasoles crecen mejor cuando están bajo pleno sol y florecen durante el verano o a principios del otoño. En este sentido, te recomendamos exponerlos al pleno sol durante los veranos largos y calurosos, para que den flores colmadas de semillas y bonitos pétalos.
La temperatura ideal para el crecimiento y la floración de esta preciosa planta, está entre los 20 °C y los 25 °C.
Cuánto tiempo tarda en crecer una planta de girasol
La planta de girasol tiene un ciclo de vida de cuatro meses aproximadamente, contados desde el momento de la germinación hasta la cosecha. Cuando la planta alcanza los dos meses de vida aproximadamente, es cuando se empieza a desarrollar el capítulo, es decir, la cavidad por la que aparecerán las flores tubulosas centrales que producen el fruto.
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