Un imprescindible en toda dieta mediterránea es, sin lugar a dudas, la lechuga. Esta hortaliza, además de dar mucha vida a nuestro huerto urbano, también cuenta con un sinfín de variedades y se puede combinar con ingredientes de cualquier tipo y para todos los gustos.

Su gran poder de adaptación a distintos espacios o climas hacen que su cultivo sea sencillo y tenga un valor diferencial. Pero, ¿cómo plantamos lechuga en casa? Hoy te explicamos el paso a paso sobre el proceso de cultivo y cuidado de la lechuga, ¡así como todos sus beneficios!

Cómo cultivar y cuidar lechuga.
Th G en Pixabay

Cómo se siembra la lechuga en casa: paso a paso

Así como ocurre con otros vegetales como el cultivo del tomate, la lechuga es uno de los alimentos más agradecidos para plantar en casa, pues tolera un poco de sombra y se adapta a cualquier tipo de clima o suelo. El mejor momento para iniciar el proceso de siembra de la lechuga desde semillas es a finales del invierno o principio de la primavera, pues lo ideal es hacerlo cuando hay pleno sol durante el día y sombra al final de la tarde.

La lechuga es un cultivo de crecimiento rápido que estará lista para recolectarla unos 3 meses después de la siembra. Además, es un cultivo perfecto para iniciarse en el huerto urbano.

Pero, ¿qué debo tener en cuenta para cultivar lechuga en casa? Sigue los siguientes pasos, ¡verás que fácil!

1. Escoge un cogollo de lechuga para sembrar

Si siembras las semillas en interior, las plantas pueden beneficiarse de una fecha de siembra temprana y, por lo tanto, su temporada de crecimiento será más larga. Las lechugas romanas y redondas son dos tipos comunes de cogollo de lechuga.

2. Prepara bandejas de semillas

Para llevar a cambo el proceso de siembra de la lechuga, ayúdate de bandejas de semillas compradas en una tienda o hazlas por tu cuenta con cartones de huevo viejos, cajas o papel de periódico. Una vez lo tengas listo, llena las bandejas de semillas con un caldo de cultivo sin suelo, que puedes comprarlo o hacerlo mezclando vermiculita, perlita y musgo. También puedes adquirir los plantones ya germinados, en cuyo caso tendrás que pasar directamente al paso 7.

3. Humedece el caldo de cultivo

Humedece el caldo de cultivo en la preparación para sembrar las semillas.

4. Dispersa las semillas uniformemente

Es importante que distribuyas las semillas de manera uniforme en los compartimentos de la bandeja de semillas. Si te es más fácil, utiliza los dedos para presionarlas ligeramente en el caldo de cultivo.

5. Luz y agua constante

Una forma de garantizar el buen desarrollo de tus semillas es aportarles luz solar y abundante agua. Por ello, te recomendamos colocar la bandeja de semillas bajo una ventana que reciba luz solar y mantener el caldo de cultivo húmedo en todo momento. ¡Ojo!, evita regar en exceso las semillas, pues la bandeja se podría inundar y eso dificultaría su buen desarrollo.

6. Trasplanta las semillas al exterior

Dos semanas antes de la última fecha de helada de primavera es el momento de trasplantar el plantón al exterior. Si quieres hacerlo en una maceta deberá ser lo suficientemente larga y profunda (más de 30 cm), para poder colocar un par de semillas cada 12 cm de separación.

7. Haz que la lechuga crezca fuerte

Tres semanas después del trasplante, usa harina de alfalfa o fertilizante de liberación lenta rico en nitrógeno para que la lechuga crezca fuerte y con rapidez.

8. Separa las hojas maduras

Transcurridas unas semanas después del proceso de siembra, corta las hojas maduras mejor por la mañana, ya que por la noche adquieren una frescura que conservarán si las recolectas temprano.

9. Guarda la lechuga en la nevera

Si no comes la lechuga después de cogerla, puedes guardarla en el refrigerador. Te recomendamos guardarla en una bolsa de plástico con unas toallas de papel de cocina, para que te dure hasta 10 días.

10. Un truco para tener lechuga todo el verano

Cuando la planta esté lista para su recolección, ve cortando las hojas o por la base, es decir, justo antes del nacimiento de las raíces. Así, el sistema radicular quedará en la maceta o tierra y volverán a brotar las hojas.

Sobre la mesa, tomatitos, macetas de plantel y lechuga

Cómo cuidar la lechuga en casa

Las lechugas necesitan una humedad alta, pero no en exceso. Después de las primeras semanas desde su plantación, deberás mantener el riego constante (una vez cada tres días) e intentar que en todo momento les dé luz natural para garantizar su buen desarrollo.

Si en tu casa la temperatura es mayor de 30 °C por las tardes, lo mejor será buscarles algo de sombra. Lo mismo ocurre con el frío extremo: si la temperatura es considerablemente baja por las noches, deberás esperar a que las condiciones sean más templadas para cosechar tus lechugas con éxito.

Beneficios de la lechuga

La lechuga es un alimento saludable que cuenta con un sinfín de beneficios: está presente en muchas dietas de adelgazamiento y aporta vitaminas y minerales a nuestro organismo. De entre todas las ventajas que ofrece este alimento, la lechuga:

  • Disminuye el riesgo de enfermedades cardíacas: contiene flavonoides, sobre todo quercetina, que ayudan a cuidar de nuestro corazón.
  • Ayuda a proteger la mucosa gástrica intestinal.
  • Regula los niveles de glucosa en sangre.
  • Nos ayuda a tener una correcta hidratación del cuerpo y previene infecciones del sistema urinario, gracias a su alto contenido en agua.
  • Contiene propiedades favorecedoras del sueño que actúan como calmante del sistema nervioso.

Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter.