¡Qué gran aliado el lavavajillas! Pilas de platos, cubiertos y vasos limpios como por arte de magia. Pero toda esa ayuda no es tal cuando confiamos demasiado en sus bondades y terminamos metiendo –casi– de todo, desde la cafetera a las partes del robot de cocina, pasando por los tápers de plástico. Hay muchos utensilios de cocina que es mejor lavar a mano, especialmente, si quieres que se mantengan como nuevos durante más tiempo. Aunque distintos estudios sugieren que poner el lavavajillas es más económico que lavar a mano, puedes hacerlo de manera que gastes menos agua:
- Si no vas a fregar los cacharros en el momento, déjalos en remojo –los de madera, no–. Si no, después te va a ser muy difícil quitar la comida incrustada y necesitarás gran cantidad de agua.
- Mientras enjabones los utensilios de cocina no tengas el grifo abierto.
- Algunos restos, como de grasa o aceite, solo se van con agua caliente. No escatimes.
- Aclara abundantemente con agua caliente o templada para quitar bien el jabón y los restos de comida que puedan quedar.
Y, de todas maneras, es importante que sepas que lavar los platos es una actividad que sirve para relajarnos y reducir el estrés. Lo afirma un estudio de la Universidad Estatal de Florida. Eso sí, para que realmente fomente la inspiración y reduzca el nerviosismo, el que lo hace ha de realizar esta tarea voluntariamente. Si va obligado, no disfrutará de su efecto terapéutico.