Antes de casarme, en mi casa no teníamos ninguna estrategia de limpieza, ¡y así nos iba! El desorden siempre estaba presente en cada rincón: había polvo por todas partes, el interior del microondas pasaba más tiempo sucio que limpio y el edredón llevaba sin lavarse más tiempo del que me atrevo a admitir. Entre el trabajo y las obligaciones diarias, hacíamos lo que podíamos entre los dos.
Unos meses antes de nuestra boda, nos sentamos en la mesa de la cocina a debatir esta situación y los dos llegamos a la misma conclusión: algo teníamos que cambiar para que nuestro hogar respirara paz y estuviera siempre ordenado y limpio. La decisión que tomamos fue dividirnos las tareas domésticas y asignarnos responsabilidades individuales, aunque con un toque especial: creamos un cuadro de tareas donde apuntamos todo y lo colocamos en la puerta del frigorífico para tenerlo siempre presente.
Cómo crear un cuadro de tareas domésticas
Para que te sea más fácil crear tu propio cuadro de tareas domésticas, te aconsejo que reúnas a todos los habitantes de la casa para que lo hagáis juntos, es más que necesario que os impliquéis todos tanto en su diseño como en la ejecución de las tareas. Aquí te dejo los pasos que seguimos nosotros para diseñar el nuestro para inspirarte:
Haz una lista de tareas domésticas
Antes de ponerte con el diseño del cuadro de tareas domésticas como tal, es necesario que cojas papel y boli y que escribas una lista con todas las tareas que requiere tu hogar, incluyendo esas pequeñas cosas que, son tantas pequeñas e insignificantes (como afilar los cuchillos), que nunca las has considerado como una tarea doméstica pero siempre han ocupado espacio mental y tiempo.
Añade la frecuencia de cada tarea
Una vez tengas escrita todas tus tareas domésticas, te aconsejo que añadas una columna para añadir, al lado de cada una de ellas, la frecuencia ideal para cada una. Por ejemplo: limpiar el fregadero, semanalmente; limpiar las ventanas, trimestralmente, etc.
Prepara un primer borrador
Cuando tengas escrita la frecuencia que requiere cada una de tus tareas domésticas, prepara un primer borrador del cuadro. Para ello, os aconsejo que os turnéis para elegir las tareas, teniendo en cuenta el tiempo que toma cada una y su frecuencia. El objetivo es hacer un buen reparto de las mismas para que nadie en la casa tenga más o menos trabajo que los otros.
Diseña el cuadro con Google Sheets
Puedes hacer el diseño de tu cuadro de tareas a mano, pero a nosotros nos resultó mucho más fácil y rápido crearlo en Google Sheets. Lo que hicimos fue organizar las tareas en filas y las semanas en columnas. Por último, añadimos las fechas en la parte superior, lo imprimimos y lo pegamos en la puerta del frigorífico para tenerlo siempre a la vista.
¿Por qué funciona tan bien este cuadro de tareas?
En nuestro caso, nos ha servido para dividir las tareas por preferencias, es decir, hemos llegado a un acuerdo en el que yo hago las tareas que prefiero, y él las que le gustan más. Por ejemplo, a mí me resulta muy satisfactorio limpiar la cocina, y a él le gusta quitar el polvo. De esta forma, realizar la limpieza de la casa se ha convertido en algo más ameno y menos laborioso y, además, es menos probable que haya resentimientos cuando ambos estamos comprometidos con la limpieza del hogar.
Además, también hemos dejado un espacio abierto para la flexibilidad. Esto quiere decir que si, por ejemplo, uno de los dos tiene que viajar por trabajo durante la mayor parte de la semana o nos ponemos enfermos, puede hacer su parte otro día sin generar conflictos entre nosotros.