Para muchas, dar el sí, quiero, fue uno de los momentos más importantes de su vida y guardan en sus memorias recuerdos inolvidables del gran día. Aunque muchos de estos sean etéreos e intangibles, muchas (por no decir la gran mayoría) mujeres guardan en cajas su vestido de novia. Pensando en que un día sus hijas lo podrán llevar hacia su camino hacia el altar o con la idea de volver a llevarlo para una ocasión especial, hacen que esa caja que guarda polvo esté ocupando un espacio muy necesario en nuestra casa. Sin embargo, Vanesa Travieso nos desvela en su libro 'El poder detrás del orden' las razones que hicieron que en 2020, en pleno confinamiento, se deshiciera de él.

Vanesa Travieso y las razones para no guardar el vestido de novia

Vestidos de fiesta, piezas exclusivas, otras no tanto, pero a las que tenemos apego, ropa heredadas de nuestras madres y abuelas.... Por pena a tirarlo, acabamos guardando el vestido de novia en el canapé de la cama, en el fondo del trastero o en casa de nuestros padres. Sin embargo, para Vanesa Travieso eso no es bueno para tener una casa en orden.

"Sin ninguna duda es una de las prendas más guardadas en el mundo entero, y a la que más apego tenemos... ¡Y no puede ser!", dice la experta e invita a que sus lectoras a reflexionar: "Solo te voy a pedir que pienses qué quieres hacer con el vestido de novia. Pregúntate para qué lo guardas, dónde, cuándo fue la última vez que te acordaste de él o cuándo fue la última ocasión en que lo viste."

vestido novia tamara falco
@tamara_falco

La gurú de orden española no duda en mostrar su opinión en su libro 'El poder detrás del orden', donde cuenta que durante el confinamiento se deshizo de su vestido. Aunque solemos idealizar la idea de guardar esa joya —que tanto dinero nos costó— para que en un futuro lo puedan llevar nuestras hijas, ese pensamiento no es sostenible.

“Al pasar muchos años, las modas cambian, ellas no tienen la misma talla y muchas otras posibilidades (como que, por más ilusión que les pueda hacer llevar el vestido de su madre, quieran llevar su propio diseño en uno de los días más destacados de su vida). Lo cierto es que es muy difícil que quieran ponérselo. Lo normal es que quieran comprarse el suyo propio, como hicimos nosotras, y que sea NUEVO” sentencia la gurú del orden. 

Debemos ser realistas, el vestido de novia que tanto cariño le guardamos, lo más seguro es que después de tanto tiempo ya no nos valga pues, con los años, nuestro cuerpo cambia. "Cuando compramos el vestido de novia siempre pensamos que es algo que tendrá sentido atesorar para toda la vida... Yo también lo pensé, no te voy a engañar, pero en realidad no es así", asegura.

Y agrega: "El vestido de novia es una de tantas cosas que compramos para usarlas una sola vez. Después del día de la boda lo dejamos en algún sitio, esperamos meses para llevarlo a la tintorería, cuando por fin nos decidimos a llevarlo, lo dejamos otros tantos meses hasta que lo recogemos, lo metemos en su bolsa o caja y, o lo llevamos a casa de nuestra madre, que siempre tiene más espacio, o lo metemos en el canapé; o lo bajamos al trastero, claro, y, en la mejor de las situaciones, lo colgamos en un armario para que se quede ahí por los siglos de los siglos."

Qué hacer con el vestido de novia según Vanesa Travieso

La autora del libro lo tuvo claro, lejos de tirarlo a la basura (demasiado doloroso), quiso darle la mejor de las salidas a esa prenda tan especial y lo llevó a donación. “Yo no tengo hijas, y además estoy separada, doble razón para no tenerlo. No quiero cargar a mis hijos con la responsabilidad de qué hacer con él cuando yo ya no esté, porque probablemente se deshagan de él y, la verdad, prefiero hacerlo yo y que alguien pueda usarlo. Como ya sabes, lo doné durante el confinamiento para una buena causa y jamás me he arrepentido, siempre queda el recuerdo en tu corazón y en las fotos”.

vestido novia ana boyer

Vestido novia de Ana Boyer

@anaboyer

Hoy en día donarlo o venderlo en el mercado de la segunda mano es una muy buena alternativa. No debemos aferrarnos al pasado, y darle una segunda vida es muy buena solución.