Algo muy común que suele pasar en todos los hogares es que, por mucho que sepamos lo importante que es tener la casa limpia y ordenada para nuestra salud, el ritmo frenético del día a día nos roba tiempo y tenemos que limpiarla corriendo los fines de semana. Esto es realmente todo un agobio, sobre todo si eres de las que la limpieza es una actividad que les ayuda a relajar la mente.
Además, el no contar con el tiempo suficiente para limpiar nos obliga a limpiar rápido y mal, cosa que nos estresa por no poder hacerlo bien. Por eso, muchos expertos en limpieza no paran de compartir métodos y procesos que nos ayudan a ahorrar tiempo limpiando, para que nos estresemos menos, lo hagamos mejor y, por supuesto, mucho más rápido pero con la misma eficacia. Uno de esos últimos métodos de limpieza que hemos descubierto es la regla de "una habitación".
Cómo aplicar la regla de "una habitación" en la limpieza del hogar
La regla de "una habitación" es un novedoso proceso de limpieza cuyo objetivo principal es ayudarte a ahorrar tiempo limpiando la casa. Básicamente, consiste en enfocar toda tu energía y esfuerzos en la limpieza profunda de una habitación de la casa. Para ello, esta regla sugiere limpiar la habitación elegida en un orden concreto que te ayuda a limpiar sin distracciones. Una vez hayas terminado con esta habitación, ya podrás pasar a la siguiente aplicando el mismo proceso de limpiado.
La regla de "una habitación" es tan efectiva y te permite limpiar tan rápido que, incluso, muchos expertos en limpieza han confirmado que, según su experiencia, han sido capaces de limpiar casas de 200 metros cuadrados en dos horas. Otro punto positivo de la regla de "una habitación" es que, si una semana tienes poquísimo tiempo para la limpieza del hogar, puedes usar este método y dedicarte a limpiar una sola habitación cada día de la semana.
Para aplicar la regla de "una habitación" en la limpieza del hogar, deberás seguir este paso a paso:
- Paso 1. El primer paso para llevar a la práctica este nuevo método de limpieza es decidir la habitación por la que deseas comenzar el proceso de limpiado. Puedes elegir cualquier habitación de la casa, incluyendo los espacios grandes, abiertos y pasillos.
- Paso 2. Para limpiar la habitación, deberás empezar recogiendo las cosas que tengas desordenadas por el suelo. Lo que vayas cogiendo, ve apilándolo fuera de la puerta del cuarto en dos montones diferentes: uno de ellos para las cosas que tengas que recolocar por la casa y otro con aquellas que no te sirvan y que debes tirar. Ahora solo apila y agrupa, ya más adelante ordenarás y tirarás.
- Paso 3. Una vez hayas terminado con el suelo, selecciona una esquina para continuar ordenando y ve avanzando alrededor del cuarto. No lo hagas todo al mismo tiempo, lo mejor es que lo hagas poco a poco y que pases a una nueva esquina cuando hayas terminado de ordenar una.
- Paso 4. Después de ordenar todas las esquinas, debes volver a la primera y, siguiendo el mismo orden, ahora lo que debes hacer es limpiar el polvo. No te olvides de quitar el polvo de las puertas de arriba abajo ni de los zócalos.
- Paso 5. Por último, cuando ya tengas todas las esquinas de la habitación ordenadas y sin polvo, para poner fin a este método de limpieza lo que tienes que hacer es aspirar y fregar el suelo de la habitación.