Quizás cuando somos más pequeñas o, incluso, durante la adolescencia, no somos conscientes del gran valor y poder que tiene una habitación ordenada y bien organizada. Siempre pensábamos que, teniendo todo patas arriba y cada cosa, por un lado, era una forma de tener “nuestro propio orden” y que, así, además de no tener que esforzarnos en recogerla, también encontraríamos antes las cosas dentro de nuestro propio caos.
Cuando nos independizamos y nos vamos de casa de nuestros padres, la cosa cambia y es el momento en el que entendemos todo el esfuerzo que hacía nuestra madre, día a día, para mantenernos el cuarto ordenado. Ahora he sido yo la que ha acudido a ella para que me diera sus mejores consejos de organización, unos trucos que te puedo asegurar que son sencillos y muy efectivos para ordenar (y mantener ordenada) la habitación. Aquí te los comparto.
1. Categoriza todos tus objetos
El primer truco de mi madre para empezar a organizar una habitación donde reina el caos y el desorden, además de respirar hondo y dejar el agobio a un lado, es echar mano a los montones de cosas acumuladas y empezar a categorizar una por una. Según mi madre, la categorización ayuda a reorganizar el armario y a encontrar todo con mayor facilidad.
Por ejemplo, puedes comenzar clasificando tu ropa en camisetas, faldas, vestidos, pantalones, accesorios, etc. Una vez tengas esta primera clasificación hecha, puedes hacer una subcategoría y separar todo por colores. Después, puedes volver a dividir en mangas largas, mangas cortas, camisetas de tirantes, etc.
2. Reserva una caja para donaciones
Mi madre también recomienda que, mientras ordenas tus cosas, intenta identificar los objetos que no has usado o no te has puesto en los últimos dos o tres años. Además, también aconseja no buscar excusas para quedarnos con esos objetos, debemos ser valientes y hacer el esfuerzo de desprendernos de ellas. Si están en buen estado, pueden ser útiles para otras personas que sí las necesiten.
Por eso, un truco de mi madre mientras ordena el dormitorio es colocar una caja cerca e ir metiendo en su interior todo aquello que no quiera o que ya no le sirva. Cuando la tiene llena, la lleva a un centro de donaciones que hagan recogidas, ellos se encargarán de darles un nuevo hogar.
3. Agrupa todos los objetos pequeños y accesorios
Utiliza un organizador, gomas elásticas, bandas de caucho o, incluso, bridas para ordenar todos tus objetos pequeños. Por ejemplo, si tienes montones de cables o accesorios, átalo todo junto para que sean más accesibles cuando realmente los necesites y para que, además, no ocupen en la habitación más espacio del necesario.
4. Guarda todo en su sitio al llegar a casa
Cuando vuelves a casa, es fácil dejar la ropa en una silla o en el suelo, pero esto puede provocar que el desorden crezca rápidamente. Por este motivo mi madre recomienda que, nada más pongamos un pie dentro de casa, hagamos el esfuerzo extra de colgar y guardar todo en su sitio. Si lo vamos haciendo todos los días, poco a poco se irá convirtiendo en un hábito constante.
5. Haz espacio para nuevos objetos
Con la llegada de nuevas tendencias y artículos en cada inicio de temporada, es normal comprar ropa o decoración nueva y llevarla a casa. Sin embargo, si siempre estás trayendo cosas nuevas sin hacer espacio para ellas, acabarás con un hogar desordenado y un espacio muy saturado. En este caso, la recomendación de mi madre es que, cada vez que vayas a llevar a casa un objeto nuevo, hay algo que debe salir ya sea tirándolo, donándolo o regalándolo.