Aunque sepamos muy bien lo importante que es la limpieza del hogar para mantenerlo libre de bacterias, alérgenos y suciedades, muchas veces nos cuesta sacar tiempo para limpiar. Lo peor, es que, cuando nos ponemos, se nos ha acumulado tanta suciedad, que nos agobiamos y no sabemos ni por dónde empezar o qué hacer.
Yo estuve así un tiempo y, cuando ya no podía más con tanto estrés, acudí a mi madre para que me contara su rutina de limpieza. Lo que no me podía imaginar es que mi madre tuviera este secreto tan bien guardado: resulta que ha creado su propio método para limpiar la casa en el que, siguiendo estos 9 pasos, la limpia en 30 minutos.
1. Limpia las encimeras
Ya sea las de la cocina o las del baño, las encimeras acumulan rápidamente polvo, migas y otros restos. Por eso, es importante limpiarlas para no solo tener un aspecto más ordenado, sino también para prevenir la proliferación de bacterias y gérmenes y eliminar malos olores.
2. Aspira los suelos
Los suelos también acumulan polvo y suciedades a diario, sobre todo las zonas de mayor tránsito. Por eso, si pasas la aspiradora o barres con la escoba, eliminarás estas partículas, evitando que se dispersen por toda la casa y se acumulen en otras superficies. Además, mejora la calidad del aire en el interior.
3. recoge la ropa
Aunque en el momento vayamos con prisa y nos resulte “más fácil” dejar la ropa tirada por el suelo del dormitorio, del baño o del lavadero, con esta acción lo único que conseguirás será multiplicar la apariencia desordenada de tu casa. Guarda las prendas en su sitio en el momento, ya sea en el armario o en el cesto de la ropa sucia, pero no lo dejes para después. Además, también debes lavar la ropa con regularidad para minimizar alérgenos y polvo.
4. Vacía el cubo de basura
En cuanto el cubo de la basura esté lleno, vacíalo y límpialo. Para ello, mi madre lo que hace es quitar la bolsa y echar un poco de bicarbonato de sodio en el fondo del cubo. Después, añade unos 5 centímetros de agua tibia, deja reposar la mezcla unos minutos y después remueve para limpiar todos los lados. Por último, enjuaga con agua limpia y lo pone boca abajo para que se seque. Cuando está seco, le coloca una bolsa de basura limpia.
5. friega los platos
Incluir la limpieza de los platos en tu rutina fomenta el compromiso con el mantenimiento de tu hogar. Y es que los esfuerzos que son pequeños, pero que se realizan con regularidad, evitan que se acumule un gran desorden y hacen más manejables las tareas de limpieza. Por eso, a partir de ahora, no dejes ni un plato sucio en el fregadero, lávalos lo antes posible.
6. Abrillanta los grifos
Las manchas de agua pueden hacer que las superficies de los grifos se vean opacas: devuélveles su brillo con una rápida pasada, parecerán como nuevos.
7. Da brillo a los electrodomésticos de acero inoxidable
Desde el microondas hasta el frigorífico, las superficies de acero inoxidable muestran fácilmente huellas, manchas y marcas de agua. Por eso, si pules estas superficies con regularidad, las mantendrás libres de estas manchas.
8. Ordena el recibidor
Es bien sabido que el recibidor es quien da la primera impresión del resto de la casa, así que es importante mantenerlo limpio y ordenado. Un buen consejo de mi madre es usar almacenaje en la entrada para mantener ese orden. Por ejemplo, un zapatero para dejar los zapatos, un paragüero para los paraguas, cestas, un perchero para los abrigos, etc.
9. limpia las superficies
El último consejo de la rutina de limpieza de 30 minutos de mi madre es pasar un paño por las superficies del hogar que más rápido acumulen polvo como las mesitas de noche, la mesa del comedor o los muebles del salón.