Aunque la limpieza en casa debe ser frecuente y, en muchas zonas, diaria, hay una estancia en concreto que merece especial atención: nuestro dormitorio. Irnos a dormir con nuestra habitación limpia y ordenada, favorece nuestro descanso, ya que nos sentimos mucho más tranquilos sabiendo que nos encontramos en un espacio estético e higiénico. No obstante, los especialistas en orden y limpieza coinciden en que hay ciertos detalles y cosas que estamos pasando por alto que enturbian la idea de dormitorio impoluto. Ya puedes seguir varios trucos caseros como intentar despejar la zona de elementos que se convierten en obstáculos que, si no tienes en cuenta estos seis detalles que te traemos a continuación, tu estancia nunca se verá perfecta. ¡Mira, mira!

1. Cesto de la ropa sucia

Cesta de ropa sucia

Cesta de ropa sucia

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Por mucho que seas rutinario con tu colada, ¿te has parado a pensar cuándo fue la última vez que lavaste el cesto donde depositas la ropa sucia? Por mucho que creas que no tiene suciedad, en realidad es un elemento en el que guardas prendas que han sido utilizadas y que pueden estar manchadas o con restos de sudor.

Esta suciedad, aunque no lo creas, puede terminar por impregnar también la tela o el material de dichos cestos. Por ese motivo, te recomendamos que al menos trates de limpiarlo una vez al mes. Así también evitarás que de él salgan olores indeseados.

2. Alfombra

Aunque el dormitorio es una estancia en la que solemos descansar más que transitar por ella, si tienes una alfombra, no debes olvidar que también puede acabar llena de polvo y por consiguiente de suciedad y bacterias. Incluso si tienes mascotas, los pelos de tu amigo de cuatro patas también pueden terminar escondidos entre sus fibras. Te recomendamos que aspires tu alfombra frecuentemente y que también realices limpiezas en profundidad para garantizar que esté libre de restos.

3. Cortinas

Cesta de ropa sucia

Cesta de ropa sucia

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Las cortinas pueden ser las grandes olvidadas. Sin embargo, también son fuente de polvo y alérgenos si no las lavamos de vez en cuando. Además, en ellas pueden quedar impregnados ciertos aromas u olores que eviten un ambiente fresco en nuestro dormitorio. De hecho, unas cortinas recién lavadas, son como un ambientador discreto, porque dispersan la fragancia de nuestro detergente por todo el espacio, garantizando ese deseado olor a ropa limpia. Así que, si llevas tiempo sin lavarlas, no te olvides de meterlas en la lavadora y aspirarlas.

4. Aparatos o dispositivos electrónicos

¿Cuántas veces has cambiado el canal de televisión con el mando a distancia desde tu cama?, ¿y navegar en internet con tu ordenador o móvil? Seguro que, haciendo recuento de todas ellas, pierdes la cuenta. Pues bien, los aparatos y dispositivos electrónicos, también son una fuente de gérmenes si no se limpian con frecuencia. Olvidarse de quitarles el polvo y limpiarlos con regularidad, propaga la suciedad y los gérmenes por todo el dormitorio, incluidas nuestras sábanas. ¡Cuidado con esto!

5. Ropa mojada

Dejar ropa húmeda o mojada en el cesto de la ropa sucia, o incluso la toalla de ducha sobre una silla o directamente en el suelo, puede propagar el crecimiento de moho y generar humedad en el dormitorio, algo perjudicial para nuestra salud. Por eso, procura que en esta estancia no haya prendas mojadas, te ayudará a mantener tu dormitorio libre de gérmenes.

6. Caos y desorden

Como último punto en esta lista de cosas que hacen que tu dormitorio se vea sucio y poco estético, está el caos y el desorden excesivo. Lo primero que tienes que hacer, es deshacerte de esas cosas que deberías haber tirado ya de tu dormitorio y aún no lo has hecho. Es una forma de despejar el espacio y mantener la limpieza del mismo. Papeles, pilas, bolígrafos gastados, artículos que ya no utilizamos... es hora de decirles adiós para siempre.