Aunque pienses que mezclando diferentes productos de limpieza, el resultado será mucho mejor, además de estar equivocado, puedes poner tu salud y la de los tuyos en peligro. Ya que hay productos químicos que no se pueden mezclar.
Según el Ministerio de Justicia, en 2020 y debido al Coronavirus, el Servicio de Información Toxicológica (SIT) del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses recibió un 17% más de consultas que en el mismo periodo del año anterior. De acuerdo con los datos, 1.846 consultas telefónicas fueron por intoxicaciones por utilizar lejía y otros desinfectantes. Y un dato destaca entre los demás: del total, un 26,1% fueron consultas por mezclar lejía con otros productos químicos, como amoniaco, salfumán, vinagre, alcohol, lavavajillas o anticalcáreos.
Por eso, el Ministerio de Justica advierte: "La asociación de varios productos de limpieza domésticos puede ser responsable de cuadros toxicológicos, tanto a nivel respiratorio con síntomas como rinitis, irritación faríngea, irritación laríngea, tos o disnea, como dermatológico con síntomas relacionados con la irritación de la piel, picor, rubefacción o inflamación". Teniendo estos datos en cuenta, te facilitamos un listado de productos químicos que no se pueden mezclar.
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Qué productos de limpieza no se pueden mezclar
Lejía y amoniaco
La combinación de lejía y amoniaco produce vapores que pueden causar graves problemas en el sistema respiratorio. Según datos del SIT, esta mezcla “es la más habitual y produce una reacción química que genera un gas llamado cloramina (NH2Cl), altamente tóxico y que, cuando entra en contacto con nuestras mucosas, se descompone para producir ácido clorhídrico que es tóxico y altamente corrosivo, provocando irritación de las mucosas y quemaduras en la piel”. Su inhalación puede causar tos, asma u otros problemas respiratorios, además de ardor en los ojos
Lejía y alcohol
En su forma pura o en gel. Es otra mezcla peligrosa de productos de limpieza. La combinación de etanol (alcohol) e hipoclorito sódico (lejía) dos productos produce cloroformo y ácido clorhídrico, ambos muy tóxicos. Sus vapores pueden producir daños en ojos, piel, pulmones, riñones, hígado y sistema nervioso. De hecho, el cloroformo puede provocar también la pérdida de conciencia, mareos, náuseas y, en casos muy extremos, la muerte.
Lejía y vinagre
La mezcla de cloro y ácidos provoca gases químicos muy tóxicos que pueden provocar quemaduras graves en los ojos y en las vías respiratorias. El vinagre tiene un ácido que cuando se mezcla con la lejía se genera un gas que se llama gas cloro. Este gas, cuando es denso, se mezcla con la mucosa nasal, la boca y los ojos, transformándose ácido clorhídrico y que puede destruir membranas y causar heridas o quemaduras químicas graves.
Lejía y otros productos de limpieza
Limpiacristales, lavavajillas, limpiadores de baño, etc. La mezcla de cualquiera de estos productos con lejía produce también gas cloro. Y la mínima exposición provoca problemas respiratorios y oculares.
Vinagre y bicarbonato
La mezcla de vinagre y bicarbonato se puede utilizar para quitar manchas de las alfombras, lo amarillo de las camisetas o la suciedad de la vitrocerámica, entre otras aplicaciones. PERO, nunca hagas esa la mezcla en un recipiente cerrado: podría provocar una explosión. El bicarbonato de sodio, que es una base, reacciona con el vinagre, que es un ácido, transformándose en agua, acetato de sodio (una sal) y dióxido de carbono (un gas).
Vinagre y agua oxigenada
Esta mezcla provoca ácido peracético, que puede causar irritación en la piel, los ojos y el sistema respiratorio. Incluso, una exposición mayor o a largo plazo puede causar daño permanente en los pulmones. Sí que es cierto que puedes limpiar frutas y superficies rociando primero con agua oxigenada y después con vinagre, pero nunca mezclando ambos en el mismo envase.
Otras recomendaciones
Para evitar situaciones peligrosas en tu hogar, es importante que también evites mezclar productos de diferentes marcas. Aunque sirvan para lo mismo. ¿Por qué? Cada producto se fabrica con diferentes componentes, cuya mezcla pueden provocar cualquier reacción peligrosa.
Cómo usar la lejía bien para desinfectar
La recomendación del Ministerio de Sanidad es “mezclar 20 ml de lejía (de 3%-5%) con 980 ml de agua, justo antes de limpiar. Dejar actuar 5 minutos y aclarar”. Es decir, una proporción de un 2% de lejía con un 98% de agua. Ten en cuenta también que, el hipoclorito sódico en agua se va descomponiendo poco, por lo que se recomienda preparar la mezcla a diario para que sea efectiva. Asimismo, realiza la mezcla con agua fría, ya que si está caliente perderá sus propiedades incluso antes.
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