¿Cuántos fines de semana has tenido que ponerte el despertador para madrugar porque tenías que limpiar y ordenar la casa? Y es que el orden, la organización y la limpieza de la casa no se pueden posponer, sobre todo por nuestra salud mental. De hecho, muchos estudios avalan que nos sentimos más estresadas e insatisfechas con nuestras vidas cuando el caos reina en toda la casa. Lo bueno es que, con un poco de compromiso y fuerza de voluntad, es posible poner en práctica una serie de hábitos de orden rápido que, como mucho, te costarán solo 10 minutos de tu día y te permitirán dormir a pierna suelta los sábados y domingos.
Y es que, cuando programamos hacer una actividad en un intervalo de tiempo concreto, nuestra mente se concentra al 100% en la realización de esa actividad, sin distracciones y con plena atención. Esto también implica que si ordenamos la casa cada día 10 minutos, al final, se convertirá en un hábito diario que nos salvará mucho tiempo. Para ayudarte a conseguirlo, te contamos, a continuación, varios trucos de orden rápido en cada estancia de la casa.
¿Qué tengo que hacer para ser feliz? Trucos de orden rápido
Muchas veces, tardamos más tiempo pensando en que tenemos que ordenar la casa que lo que realmente se tarda en ejecutar la acción a la que tenemos que enfrentarnos. Y es que la pereza es una gran enemiga, por eso, para ayudarte a vencerla, te vamos a dar unos trucos básicos de orden rápido para cada estancia del hogar. Poniéndolos en práctica, y con un poquito de compromiso por tu parte, podrás tener la casa siempre en orden con poco esfuerzo:
1. Cuarto de baño
Este orden rápido lo empezaremos por el cuarto de baño, al ser una de las estancias más usadas de la casa, se desordena antes. Por ejemplo, podrías secar y guardar los productos de aseo después de usarlos, colgar la toalla para que se seque después de ducharte, guardar el secador y la plancha del pelo en cuanto se enfríen después de su uso o colocar en su sitio el maquillaje.
2. Cocina
La cocina también es una estancia con mucha actividad, por eso, es mejor que dediques unos minutos a ordenar rápido porque, con el mínimo descuido, el caos se apodera de ella. Por ejemplo, guarda los platos y los utensilios de cocina en su sitio en lugar de dejarlos en el escurridor. En el caso de tener lavavajillas, vacíalo tan pronto como termine su ciclo, así, lo tendrás libre para ir metiendo el resto de cosas que vayas ensuciando durante el día y no tienes que dejarlos sucios en la encimera o en el fregadero.
3. Salón
En el salón también hacemos mucha vida y el desorden puede llamar a la puerta con frecuencia. Lo bueno de esta estancia es que no es necesario hacer muchos esfuerzos para ordenarla, pero sí que requiere de una pequeña dosis de constancia. Un hábito de orden rápido sencillo es colocar bien las mantas y cojines después de usarlos o si en él también tienes la zona de comedor, retirar el mantel de la mesa y poner las sillas en su sitio después de comer.
4. Dormitorio
Mantener ordenado el dormitorio ayuda a mejorar la calidad del sueño y el bienestar general. Para conseguirlo, haz la cama cada mañana y recoge cualquier objeto que no esté en su sitio. Tanto si tienes en tu dormitorio el armario de la ropa como si tienes una estancia separada con un vestidor, debes adoptar el hábito de guardar la ropa usada en lugar de dejarla sobre un sillón o una silla. Al final del día, dedica unos minutos a colgar las prendas que todavía están limpias y a meter en el cesto de la ropa sucia las que necesitan ser lavadas.
5. Recibidor
La entrada de tu casa es lo primero que ves al llegar y lo último al salir, por lo que mantenerla ordenada puede tener un gran impacto en tu estado de ánimo. Algunos ejemplos de orden rápido en esta estancia serían colgar abrigos y chaquetas en el perchero, guardar los zapatos en un zapatero en lugar de dejarlos en el suelo o colocar las llaves donde corresponde.
6. Lavadero
Aunque digamos lavadero, nos referimos a la colada y al planchado. En cuanto a la colada, nuestra recomendación de orden rápido es que, en lugar de esperar a que se acumule una gran cantidad de ropa sucia para hacer el lavado, laves una carga de ropa pequeña cada dos o tres días. De esta forma, evitarás tener el cesto de la ropa sucia lleno hasta arriba. Además, una vez la ropa esté lavada y seca, no la dejes en el olvido en una silla, dedícate unos minutos a doblarla y guárdala inmediatamente. En este punto, si alguna prenda de vestir necesita ser planchada, hazlo ya para evitar que se forme una montaña de ropa arrugada.