El inodoro es uno de los sanitarios al que más atención hay que prestar cuando limpiamos el baño. Es donde más bacterias se acumulan y sus recovecos pueden hacer que no lo estés haciendo tan bien como tú crees. Además, también es un elemento del baño que puede producir malos olores. Para sacarte de dudas, te contamos cómo limpiar bien el inodoro y qué hacer para evitar (o solventar) estos errores.

1. Empezar a limpiar el baño por el inodoro

Al ser la zona del baño en el que se encuentran la mayoría de bacterias, lo ideal es dejarlo para el final. Así no tendrás dudas de qué bayeta has utilizado para qué. Utiliza bayetas de distintos colores y diferenciarlas será mucho más fácil.

mujer-limpiando-el-bano-que-es-la-tarea-domestica-que-mas-calorias-quema 393019 875f4af3 1333x2000

2. Utilizar el mismo producto en todo el baño

El interior del inodoro necesita productos más fuertes para eliminar correctamente no solo las bacterias, sino también las manchas de sarro o negruzcas que puedan quedarse en el fondo. Cierto que puedes utilizar un limpiador específico de wc –siempre con guantes, por supuesto–, pero también hay varios remedios naturales que te ayudarán a dejar el interior de tu inodoro como los chorros el oro. Hay varios productos naturales que te ayudarán en la tarea de limpiar el inodoro:

  • Vinagre blanco, bicarbonato y limón: si te preguntas cómo quitar el sarro del wc esta mezcla es la que estás buscando. Los tres productos son desinfectantes naturales y, mezclados, el efecto se incrementa. Los ácidos naturales son perfectos para eliminar los depósitos de sarro y eliminar los malos olores.
    • Paso 1. Mezcla 1/2 taza de vinagre blanco, con dos cucharaditas de bicarbonato y el zumo de un limón y aplica la mezcla en el inodoro.
    • Paso 2. Deja que actúe durante varios minutos.
    • Paso 3. Frota enérgicamente todo el interior, en especial las áreas con sarro que deseas limpiar. Si la mancha persiste o está muy incrustada en la porcelana puedes emplear una esponja abrasiva para que la tarea sea más fácil.
    • Paso 4. Tira de la cadena.
  • Vinagre con agua con sal: en este caso, realiza la mezcla y añádela en el interior del inodoro. Espera unos minutos a que actúe y, con la ayuda de la escobilla, elimina los restos de cal y suciedad.
  • Coca Cola: sí, aunque te parezca raro, la Coca Cola es uno de esos productos que sirve para limpiar el inodoro de forma rápida y sencilla. Vierte el líquido en el interior del wc, déjalo actuar durante 20 minutos y tira de la cadena. ¿Sabes que la Coca Cola tiene muchos otros usos?

3. No frotar bien el interior del inodoro

Aunque la mayoría de bacterias que acumula el inodoro son inofensivas, no por eso debemos desatender su correcta limpieza. Uno de los errores más frecuentes es añadir un producto de limpieza pero olvidarse de frotar bien el interior superior y el fondo. Vale que, cuando tiras de la cadena el propio agua se lleva la suciedad, pero muchas bacterias se mantienen. En el fondo y paredes del wc se acumulan restos de cal y sedimentos, por lo que es importante frotar bien con la escobilla y un producto específico todas las zonas interiores. También es aconsejable empezar a frotar de arriba a abajo, siendo el fondo lo último que deberías limpiar.

inodoro-suspendido-baño-moderno 00502078

4. No utilizar las herramientas adecuadas para quitar bien el sarro

Puede ser que, en tu wc, se acumulen pequelas manchas amarillentas, tanto en la zona superior –por donde sale el agua– como en el fondo del inodoro. Cómo eliminar el sarro del interior del wc es una de las dudas más frecuentes al limpiar el inodoro. Los guantes son una herramienta fundamental para proteger nuestra piel, pero también lo son los productos que emplees así como las bayetas o estropajos. Puedes ayudarte también de un pequeño cepillo de cerdas para extraer con mayor facilidad toda la suciedad que se acumula en el borde interior del inodoro.

5. Olvidarse de la parte exterior del inodoro

Gotitas que caen, salpicaduras... Al tirar de la cadena es habitual que algo de agua se salga del vaso. Por eso es aconsejable también pasar una bayeta o estropajo por toda la zona exterior. Sí también los recovecos de los tornillos, la parte posterior, el depósito del agua, el botón de la cisterna –lo tocamos todos después de hacer nuestras necesidades– y ambas tapas (por arriba y por abajo).

6. Utilizar la misma bayeta para el interior y el exterior

Al igual que utilizas una bayeta para limpiar el lavabo y otra para el inodoro, deberías emplear una distinta para limpiar el interior y el exterior. Al usar la misma lo único que harás será llevar las bacterias de un sitio a otro, lo que resulta bastante poco higiénico.

00426617

7. No cambiar (ni limpiar) la escobilla cada cierto tiempo

Se utiliza a diario y por varias personas y también para limpiar el interior del inodoro. Si renuevas las bayetas de la cocina cada cierto tiempo, ¿por qué no haces lo propio con la escobilla? Cada seis meses es lo más recomendable.

Para limpiarla, echa un chorro de lejía en el mismo inodoro e introduce la escobilla durante un rato. Piensa que, cuanto más tiempo la dejes, mejor. Como el inodoro debería ser lo último que limpies, te recomendamos que eches la lejía y pongas la escobilla en remojo cuando empieces con las tareas. Así, cuando vayas a limpiar el inodoro ya llevará un rato y se habrá desinfectado. Además de lejía puedes usar una mezcla de vinagre y bicarbonato. Esto deberías hacerlo, al menos, una vez a la semana.

8. No realizar una limpieza exhaustiva periódicamente

De vez en cuando, es recomendable desenroscar las tuercas y tornillos que sujetan las tapas para realizar una limpieza más exhaustiva. Además, así tendrás un mejor acceso a la loza y el resultado será mucho mejor.

9. Mezclar distintos productos para limpiar el baño

Lo sabes, hay productos de limpieza que no deberías mezclar. Así que si utilizas lejía para limpiar el inodoro, evita mezclarlo con otros como amoniaco, alcohol o vinagre, ya que podrían reaccionar de forma peligrosa. Estas mezclas pueden provocar gases tóxicos muy peligrosos, lo que puede desencadenar en quemaduras graves en los ojos y en las vías respiratorias. Más aún si el baño carece de una ventana o una correcta ventilación.