Todos los trucos de orden y limpieza los encontrarás en los ebooks de El Mueble.

Por mucho que las neveras modernas tengan mejores sistemas para preservar la humedad, no crear escarcha y creas que una manzana tiene siete vidas, al final, su poder tiene un límite. Y vale que las alubias, paella y otros guisos mejoran de un día para otro, pero 5 días en la nevera esperando a que te dignes comerlos no van a hacerles ningún bien.

Pero la aparente seguridad que nos proporciona la nevera hace que nos despreocupemos acerca de si algo está bueno o malo: si confías en la omnipotencia del frigorífico acabarás tirando comida, tiempo y dinero, e incluso te puede afectar a la salud.

Según la OCU, una cuarta parte de las intoxicaciones alimentarias se deben a una inadecuada refrigeración, ya que los microorganismos patógenos se reproducen con gran rapidez si se encuentran a una temperatura templada.

Y no solo hay que tener en cuenta los límites sanitarios, sino la pérdida de propiedades organolépticas del alimento, o lo que es lo mismo: la pérdida de sabor y textura de los ingredientes. El problema reside sobre todo en la comida comprada a granel que no lleva fecha de caducidad ni consumo recomendado: frutas, verduras, embutido, carnes y pescados o platos ya elaborados. Y es que a veces es difícil recordar cuándo te trajo tu madre ese táper de lentejas.

Antes de hacer la prueba del olor, que es muy poco fiable, aplica los tiempos recomendados anteriormente, basados en los datos de la Foodsafety, Consumer y el European Food Information Council. Y recuerda: ante la duda y el “no sé cuándo me lo voy a comer”, congela.

Si echamos mano de los consejos de la OCU (Organización de Consumidores y usuarios):

  • La comida cocinada, en cuanto deje de quemar, métela en la nevera, dentro de recipientes limpios. No dejes que se vaya enfriando fuera. Cuidado sobre todo en verano, los alimentos pueden estropearse con el calor y están más expuestos a contaminación.
    El único inconveniente de meter alimentos aún calientes en la nevera es que elevan un poco al principio la temperatura interior y aumentan el consumo de electricidad. Pero creemos que es mejor no jugarse la salud. Ten en cuenta que un alimento contaminado no siempre se ve raro o huele mal.
  • Una vez abierto un envase, la mayoría de los alimentos aguantan en buenas condiciones dos días.
  • Mete todo bien envuelto. Los alimentos abiertos, tápalos con plásticos o ponles pinzas para cerrarlos y una etiqueta con la fecha de apertura. Si has abierto una lata y quedan restos, cámbialos a un recipiente de plástico o cristal.
  • Extrema las precauciones con los alimentos que guardas más tiempo abiertos en la nevera: no utilices las manos sucias o cubiertos que tengan restos de alimentos para servir la mayonesa, la mantequilla, etc.
  • Si vas a tardar en consumir restos de comida, es mejor que optes por congelarlos antes de tenerlos durante días olvidados por la nevera. Para saber qué día los metiste dentro, anota la fecha.

¿Cuánto dura cada alimento en la nevera?

En la siguiente tabla podrás ver la duración de algunos alimentos comunes, tanto en el frigo como en el congelador. Ten en cuenta que un producto que se haya congelado en fresco, se puede cocinar y volver a congelarlo sin problemas (insistimos, si se ha cocinado).

 

Frigorífico

Congelador

Filetes de ternera

2-4 días

6-12 meses

Pollo o pavo

1-2 días

12 meses

Chuletas de cerdo

2-4 días

4-6 meses

Carne picada

1-2 días

3-4 meses

Salchichas frescas

1-2 días

1-2 meses

Lata de salchichas (abierta)

1 semana

No

Fiambre y embutidos

3-6 días

1-2 meses

Huevos

3 semanas

No

Yema o clara de huevo

2-4 días

12 meses

Mayonesa (tarro abierto)

1 mes

No

Alimentos ultracongelados

No

*

Platos preparados

2-4 días

3-4 meses

Salsas y caldo de carne

2-3 días

2-3 meses

Sopas

2-4 días

2-3 meses

Pan

No

3-6 meses

Mantequilla

3-4 semanas

6-8 meses

Pescado blanco

1-2 días

6 meses

Pescado azul

1-2 días

3 meses

Leche fresca abierta

1-2 días

3 meses

Leche UHT

3-4 días

No

Cuando no se conservan en frío

  • Aleja los alimentos de la luz y de las fuentes de calor (deben estar a unos 17 ºC).
  • No coloques los alimentos en contacto directo con el suelo, donde pueden ser pasto de insectos y otros animales.
  • Guarda los alimentos lejos de productos de limpieza.
  • Revisa de vez en cuando las fechas de caducidad de los productos. Coloca delante lo más cercano a caducar, para que no se quede olvidado y se estropee al final.
  • Cuidado con las especias. Se han dado caso de intoxicaciones a causa de ellas. Además, con el paso del tiempo pierden aroma y sabor. Por eso es mejor comprar botes pequeños.
  • Cierra con una pinza las bolsas de arroz, pasta, harina, etc., después de abrirlas. Si el paquete original se ha roto, pásalo a un recipiente limpio con tapa. Así se evita que entre suciedad dentro o insectos.

Para una buena conservación de los alimentos, también ayuda que la nevera esté en óptimas condiciones, así que límpiala cuando veas que sea necesario. ¿Cómo? Te lo contamos en el siguiente vídeo:

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