Si tu casa es muy antigua y las luces, de vez en cuando parpadean –o se va la luz, haciendo saltar los automáticos o diferenciales con frecuencia– no es que haya fantasmas ni presencias extrañas, sino que tu sistema eléctrico necesita una renovación. ¡Pero con carácter urgente! Lo mismo si al tocar alguno de los electrodomésticos sientes un hormigueo o los interruptores y enchufes son muy viejos. Cuando un piso tiene más de 30 años, la instalación eléctrica puede dar problemas, momento en el que hay que pensar seriamente en renovarla.

¿Cuándo renovar la instalación eléctrica?

"El principal motivo por el que renovar la instalación eléctrica es la seguridad", nos explica Javier Hernández, arquitecto de Gahecor. "Los cables en viviendas muy antiguas pueden arder. Son frecuentes en viviendas con más de 80 años y que nunca han visto una reforma. Los actuales son libres de halógenos, mucho más seguros porque reducen la propagación de incendio", aclara. "Es importante tener en cuenta que no hay un ahorro asociado al cambio de la instalación eléctrica –matiza Hernández–, a no ser que se aproveche la renovación para instalar aparatos domóticos, con los que, con el tiempo, sí que se conseguiría un ahorro".

Según Adolfo Requejo, electricista autorizado, "no es habitual que tan solo se cambie la instalación eléctrica, ya que la mayoría de veces se requerirán también otros trabajos de albañilería". Si hay que retirar los tubos por los que pasan los cables porque no se adaptan a la normativa actual, habrá que hacer las rozas para meter los nuevos. Y en el caso de la cocina y el baño, también picar y después alicatar.

En definitiva, si la instalación eléctrica da problemas, hay que renovarla y adecuarla al reglamento actual, lo que, con toda probabilidad, suponga que tengas que meterte en más reformas. Pero, si estás pensando en embarcarte en una reforma para darle un aire nuevo a tu casa, también es el momento idóneo para comprobar su estado y cambiarla.

¿Qué hay que tener en cuenta al renovar la instalación eléctrica?

  • La antigüedad de la vivienda: si tiene más de 30 años es probable que haya que cambiar también los tubos por los que van los cables para que se adapte a la normativa.
  • Las medidas de la vivienda y la potencia eléctrica que se va a necesitar. Cuanto más grande y más potencia, mayor precio.
  • Si la vivienda es unifamiliar o un piso.
  • La coordinación entre equipos. Para Requejo, este es un paso fundamental si se contratan diferentes empresas para realizar los trabajos de electricidad, alicatado, pintura, etc. “La coordinación es primordial para que no se alargue la obra, lo que siempre puede conllevar un aumento de los costes”.
  • Domótica, ¿sí o no? La domótica permite el control de la energía, la calefacción, la iluminación y hasta la seguridad del hogar. Según Hernández, su gran ventaja es que muchos de los mecanismos “funcionan vía radio, por lo que se evita el hacer las rozas”. Aunque el precio de los aparatos, subirá también el precio.

¿Cuánto cuesta renovar la instalación eléctrica?

"Es un traje a medida", dice Adolfo Requejo, electricista autorizado. "Cada vivienda es distinta: hemos tenido casos de dos pisos idénticos pero con presupuestos completamente diferentes", matiza. Según Requejo, para una vivienda pequeña en la que no haya que hacer nuevas rozas ni cambiar los cables "el precio de una instalación básica –con empotrables y mecanismos nuevos pero sin cambiar los tubos– puede situarse entre los 1.500 y los 2.000 euros, pero puede llegar a ser de 10.000 euros si incluye domótica". Si hay que hacer las rozas y cerrarlas, con la consiguiente mano de pintura, Hernández aclara que hay que sumar "la albañilería, que serían unos 2.000 euros, y pintar la casa, otros 2.000".

00394831

Mi casa no es vieja pero salta la luz

Si conectas aparatos que necesitan más corriente de la que tienes contratada, necesitarás aumentar la potencia. Para eso debes ponerte en contacto con la compañía que te suministra la luz y presentar el Boletín Eléctrico o Certificado de Instalación Eléctrica (CIE) –más datos de la instalación, titular, datos bancarios, etc.–. Lo emite un electricista autorizado y en él se especifica la potencia que puede soportar la instalación eléctrica de la casa. Este documento es obligatorio presentarlo siempre, pero tendrás que solicitar uno nuevo si la vivienda tiene más de 20 años.

Si no cumple los requisitos de la normativa actual, te verás obligado a prescindir de subir la potencia eléctrica o adaptar el cuadro eléctrico (y la instalación) para que se ajuste a la normativa y dotar a la instalación de mayor potencia. Cada cuadro eléctrico soporta una potencia determinada: depende de los interruptores, enchufes y el cableado previo de la vivienda. Por eso, cuando se realiza una reforma, es importante prever cuántos aparatos eléctricos se van a enchufar también en el futuro. Así la instalación y el cuadro eléctrico estarán habilitados soportar la potencia que vayas a necesitar en los siguientes años.