Con el paso del tiempo, los muebles pueden coger diferentes olores si no les das el cuidado necesario. O a veces, aun dándoles un buen cuidado, puede ser que estos cojan humedad por el sitio en el que estén ubicados en casa. Así que, para evitar que esa humedad acabe en hongo o moho y termine estropeando del todo la madera, a continuación te proponemos algunos remedios.
Cómo quitar el olor a humedad de los muebles
Ya sabéis que en El Mueble nos gusta recomendaros métodos caseros para intentar poner remedio a los problemas con los que nos encontramos en casa. Así que ahí van algunas opciones para quitar olor a humedad de los muebles de madera, que al fin y al cabo, son los que más olores cogen.
Con bicarbonato de sodio
Coge un cubo de agua fría y limpia y disuelve allí seis cucharadas de bicarbonato de sodio. Sumerge un cepillo suave en el cubo y talla el mueble de madera con él para intentar quitar el olor a humedad. Asegúrate de que llegas a todos los rincones del mueble. Cuando acabes, puedes enjuagarlo y quitar los restos del bicarbonato con un paño mojado en agua limpia.
Con bicarbonato de sodio, bote de aerosol y vinagre blanco
Coge el bote de aerosol y añádele agua con vinagre (5 tapones de agua por cada uno de vinagre). Rocía el mueble con esta mezcla y retira el agua con un paño. Repite esto una vez más. A continuación, disuelve el bicarbonato en agua y aplícalo sobre el mueble, sin llegar a empaparlo y deja que se seque al sol.
También puedes hacer otra versión de este método. Cuando apliques la solución de aerosol con agua y vinagre, deja que se seque al sol. Luego échalo bicarbonato de sodio en polvo y deja que actúe durante la noche. A la mañana siguiente aspira el bicarbonato y acaba de sacar los restos con un paño húmedo.
Con café
El café es una buena alternativa para intentar acabar con el olor a humedad en sitios cerrados, como los armarios o las cajoneras. Pon café molido y seco en un recipiente dentro del armario o de los cajones. Déjalo ahí un día entero como mínimo y cierra el armario y no lo abras durante ese tiempo. Si ves que cuesta, puedes reponer el café en caso de que lo veas necesario. Puedes hacer lo mismo con carbón, ya que también puede quitar el olor a humedad a los muebles de madera.
Con luz solar
El sol es el mejor secador en estos casos, sobre todo si el olor no es muy fuerte y el estado del mueble no es muy grave. Si puedes permitirte poner el mueble al sol, los rayos solares secarán la humedad. Eso sí, tiene que estar un mínimo de unas 5 horas, pero ni se te ocurra dejarlos un día entero. Puedes repetirlo varios días y, si el olor es muy fuerte, puedes ayudarte con bicarbonato. Rocías un poco sobre el mueble y lo dejas secar al sol.
Lijar
Otra opción que tienes, si has localizado la zona en la que el mueble está dañado por la humedad y ves que empieza a dañarlo de verdad, es lijarlo y así hacer que este respire unos días en un sitio en el que no haya humedad. Luego, vuelve a aplicarle un tinte y, cuando ya esté seco, una capa de acabado transparente para sellar el color.
Un jabón de madera
Si ninguno de los remedios caseros que te hemos dicho hasta ahora te ha servido, siempre puedes comprar un jabón de madera que esté indicado para acabar con los gérmenes y las bacterias, los responsables muchas veces de que tu mueble de madera huela a humedad. Eso sí, antes de usarlo, lee bien las indicaciones del fabricante.
Cómo quitar el olor a humedad de los armarios
Los armarios suelen ser uno de los muebles que más olor a humedad desprenden. Para evitar que eso pase, además de los remedios que os hemos dado anteriormente, también puedes probar de llevar a cabo estos consejos para intentar prevenirlo.
- El primer y más importante consejo es no meter ropa u objetos mojados y sucios en el interior del armario. Si lo haces, puedes propiciar que aparezca moho y hongos en la madera.
- Intenta que el armario no esté lleno del todo. Deja espacio entre los objetos que guardes en él para que corra un poco el aire.
- Si puedes, coloca una bombilla dentro del armario, a poder ser en la parte inferior, para que el calor que desprende ayude a que la humedad desaparezca. Y asegúrate que esa bombilla está lejos de productos que se puedan inflamar.