El amoníaco, junto con la lejía, es uno de los productos más utilizados en la limpieza del hogar. Si bien es muy recomendable para desinfectar y dejar cualquier superficie impoluta, no lo es tanto para nuestra salud, ya que se trata de un químico bastante agresivo. Por si no lo sabías, el amoníaco desprende vapores tóxicos que pueden irritar la garganta, los ojos y los pulmones si se usa de manera indebida.

Para evitarlo, te recomendamos que optes por una de estas 4 alternativas naturales, ofrecen una limpieza igual de efectiva que el amoníaco pero mucho más segura para ti y tu familia.

 

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El Mueble

1. limón

El limón es un potente limpiador natural con propiedades desinfectantes y desodorizantes. Además, gracias a su alto contenido en ácido cítrico, también elimina manchas difíciles, grasa y depósitos de sarro. Por eso, viene muy bien para sustituir el uso del amoníaco en la cocina y para eliminar restos de jabón, limpiar el inodoro y disolver la cal en grifos en el cuarto de baño. 

Modo de uso: 

Para la cocina, puedes mezclar el zumo de un limón con un poco de sal y usar la solución resultante para eliminar manchas persistentes y desinfectar tablas de cortar de madera. Para limpiar otras superficies de la casa, basta con mezclar una o dos cucharadas de zumo de limón con medio litro de agua tibia y humedecer en este líquido una esponja o un paño. Antes de enjuagar, déjalo actuar unos minutos.

2. bicarbonato de sodio con vinagre blanco

Mezclar bicarbonato de sodio con vinagre blanco es una excelente alternativa natural al amoníaco para la limpieza del hogar. Esta combinación es económica, segura y efectiva y te dará como resultado un potente limpiador en el que se juntan las propiedades del bicarbonato como abrasivo suave y desodorizante y las del vinagre blanco como disolvente de grasa y desinfectante

Modo de uso:

Uno de los usos más destacados de mezclar bicarbonato de sodio con vinagre blanco es desatascar desagües ya que producen una reacción efervescente que remueve los residuos acumulados en las tuberías. Para ello, añade media taza de bicarbonato de sodio en el desagüe y, a continuación, vierte una taza de vinagre blanco. Déjalos actuar durante 10 - 15 minutos y, por último, enjuaga con agua caliente para arrastrar los restos.

Aceite árbol de té

Aceite árbol de té

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3. aceite esencial de árbol de té

El aceite esencial de árbol de té es conocido por sus propiedades antibacterianas, antifúngicas y antivirales, de ahí que se pueda utilizar como una alternativa natural al amoníaco para desinfectar y desodorizar diversas superficies, además de ser seguro para su uso en áreas donde se encuentran mascotas y niños.

Modo de uso:

Mezcla unas 10-15 gotas de aceite de árbol de té en un litro de agua y colócalo en una botella con atomizador. Este limpiador es ideal para usar en baños, cocinas y cualquier área donde quieras eliminar bacterias y malos olores. Además, el aceite de árbol de té deja un aroma fresco y agradable.

4. agua con gas

Aunque el agua con gas comúnmente se tome como bebida, también resulta muy efectiva para limpiar y eliminar manchas, especialmente en superficies más blandas como alfombras o tapicería y para la limpieza de metales. Y es que, al contener dióxido de carbono (CO₂) disuelto bajo presión, este crea burbujas que ayudan a levantar y desintegrar la suciedad y las manchas sin necesidad de usar otros productos con químicos como el amoníaco.

Modo de uso:

Para usar el agua con gas como limpiador casero, lo único que tendrás que hacer será verter un poco de este agua gasificada sobre la mancha que desees eliminar y dejar que las burbujas hagan su magia. Déjalas actuando unos minutos y termina frotando con un paño limpio suavemente. También puedes usarla para dar brillo a superficies metálicas como grifos.