Cómo lavar tus faldas satinadas para que no se estropeen

A pesar de que son unas de las más elegantes, sofisticadas y las que siempre nos salvan los mejores looks, las prendas satinadas también son unas de las más difíciles de cuidar. Son tan finas como sobrias, tienen un estilo clásico y atemporal único y las mujeres elegantes no se las quitan para convertirse en las mejor vestidas de los planes especiales. No obstante, el satén también es uno de los tejidos más difíciles de llevar ya que se arruga con mucha facilidad y la luz artificial puede jugarle una mala pasada, creando en él luces, brillos y sombras indeseados.

Sin embargo, si hay un factor difícil a la hora de tratar con una prenda satinada, eso es la tarea de lavarlas. Estas prendas son muy susceptibles y requieren grandes cuidados, no podemos meterlas en un lavado convencional ni someterlas a altas temperaturas sino queremos que se rompan sus fibras y se deforme la prenda. El satén es un tejido básico en el armario de cualquier mujer con estilo, con el que elevar nuestra imagen y dar un toque chic a nuestros looks. Por ese motivo, te contamos los trucos para que laves de forma correcta tus prendas de satén y presumas de estilo con ellas, haciendo que, tras cada lavado, puedan lucir como recién estrenadas.

¿CÓMO LAVAR LAS PRENDAS DE SATÉN PARA QUE NO SE ESTROPEEN?

A la hora de enfrentarnos al lavado de una prenda de satén, lo primero que debemos tener en cuenta es que, al contrario de la seda, con quien se lo confunde comúnmente, se trata de una fibra sintética, por eso requiere unos cuidados especiales. Este rasgo no solo se nota en el precio, también en el acabado porque, mientras las prendas de seda brillan, las de satén suelen tener un aspecto más opaco, al mezclar la seda con poliéster o algodón en su tejido. Te contamos algunos trucos para que laves de forma correcta tus prendas de satén:

Intenta lavar la prenda siempre a mano y con agua fría. Además, procura lavarla del revés. Puedes mezclar tu detergente con el agua en un cubo y sumergir ahí tus prendas.
Si la metes a la lavadora, procura leer primero la etiqueta de la prenda (sabrás que se puede lavar a máquina si tiene un dibujito de un cubo lleno). Programa un ciclo de lavado delicado, con agua fría, a un máximo de 30º y evitando el centrifugado. Además, procura lavar estas prendas con otras delicadas o de tejidos similares, es decir, evita meterlas con vaqueros con otras prendas más resistentes, ya que es probable que las estropeen.
Nunca las laves con agua caliente, ni con productos demasiado agresivos (como el oxígeno activo o el quitagrasas). Además, procura no meterlas en la secadora y, a la hora de colgarlas al aire libre, hazlo a la sombra, ya que el sol puede jugar una mala pasada haciendo que el tejido pierda el brillo.
Si la prenda tiene manchas difíciles de quitar (grasa, maquillaje...) que requieren un prelavado, puedes ayudarte de un chorrito de vinagre de limpieza para eliminarlas y, con unos guantes, frotar suavemente sobre la mancha antes de lavarla. También puedes echar un poco de amoniaco líquido, pero debes ser muy consciente con las características de la prenda, para evitar que se dañe.

¿Y CÓMO PLANCHAR ESTAS PRENDAS?

El momento del planchado es clave para ver el resultado final de cualquier prenda y, como no podía ser de otra forma, también debemos ser especialmente cautelosas en este paso con nuestras prendas de satén. Es muy recomendable colocar un trapo seco y limpio entre la plancha y la prenda, para evitar que le incida el calor directamente y, además, no tener la plancha a demasiada temperatura, para evitar que se queme el tejido. No obstante, lo mejor es sacudir estas prendas y dejarlas que sequen colgadas en una percha, para evitar correr riesgos innecesarios.

Con estos trucos conseguirás que tus prendas de satén se conserven y luzcan siempre como nuevas.

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