Es habitual tener alergia al polvo, aunque muchas veces no sabemos de dónde proviene y qué la causa. Cuando hablamos de alergia al polvo -la principal fuente de alérgenos en el interior de nuestras casas- nos estamos refiriendo, realmente, alergia a los ácaros. Pero no es el único ácaro que puede molestarnos, sino que existen otros tipos que pueden generar algunos problemas dermatológicos, como por ejemplo el causante de la sarna.
Entonces, ¿qué son los ácaros? Hoy te enseñamos qué son, cómo identificarlos y, lo más importante, cómo librarte de ellos para que no te atosiguen más en tu hogar y en tu piel.
¿Qué son los ácaros?
Aunque la costumbre nos haga llamarlos insectos, no lo son. Los ácaros son una minúscula subclase de los arácnidos que apenas alcanzan unos pocos milímetros (entre 0,5 y 0,5 mm los ácaros del polvo doméstico), por lo que es imposible verlos a simple vista. Aun así, encontramos algunas especies más grandes, como los ácaros de terciopelo.
Existen casi 50.000 especies descritas, aunque se estima que hay cientos de miles más aún sin descubrir. Algunos son acuáticos, otros terrestres, pero en su mayoría son depredadores. Se reproducen rápidamente de manera sexual por fecundación interna. Pueden llegar a poner a lo largo de su vida de 70 a 800 huevos, lo que supone al día entre 2 y 30.
Ocupan hábitats muy diversos, pero los que encontramos en nuestros hogares acostumbran a necesitar ambientes con una temperatura entre 25 y 30º, y una humedad cercana al 60 o 70%. Si se cumplen estas condiciones pueden llegar a vivir entre 15 y 40 días. Habitan en mantas, colchones y edredones, pero también alfombras y sofás.
¿Qué tipo de ácaros hay?
Existen miles y miles de especies de ácaros. Incluso se estima que puedan llegar al medio millón. Por noma general, se dividen en acariformes y parasitiformes. Te traemos los 5 más comunes y contra los que es más habitual enfrentarse:
- Ácaros del polvo: es, sin duda, el más común e inofensivo, aunque puede generarnos alergias respiratorias y de la piel. Forman parte del ecosistema doméstico, por lo que es muy habitual encontrarlo en cualquier parte, pero sobre todo en sofás, camas y alfombras. Se alimentan de las escamas de la piel humana, y son las partículas de sus heces las que nos generan alergia. La familia más importante es la de los Dermatophagoides.
- Ácaros de almacén: es otra forma de ácaro doméstico que también nos puede generar algún que otro quebradero de cabeza. Este suele aparecer en la alacenas y almacenes, donde se alimenta de pastas, harinas o cereales, entre otros, y también puede generarnos alergia. Pertenencen la mayoría a los grupos de los Lepidoglyphus destructor y Tyrophagus putrescentiae.
- Ácaro arados de la sarna: este tipo de ácaro es el causante de la sarna o escabiosis, una enfermedad de la piel extremadamente contagiosa que causa una gran picazón y posibles llagas. Esto es debido a que cavan túneles en las capas externas del tejido, donde depositan los huevos y se alimentan. Los ácaros arados utilizan al ser humano como huésped, por lo que en el ambiente no sobreviven más de dos o cuatro días. El contagio se da por un contacto directo y prolongado con una piel infectada, aunque también puede darse, raramente, con el contacto con prendas contaminadas en las últimas 36 horas como máximo. Principalmente, causan una picazón insistente que incrementa por las noches y con el calor a causa de la alergia al parásito. A pesar de que no puedes observar el ácaro a simple vista, sí que verás unos pequeños granos en la piel, así como algunas ampollas o úlceras derivadas de rascarse por el picor.
- Garrapatas: sí, las garrapatas también son unas superfamilia de ácaros, aunque de gran tamaño. Parasitan diversos tipos de mamíferos para succionar su sangre, incluso al ser humano, y aunque por norma general son animales molestos, pero no peligrosos, sí que pueden transmitir algunas enfermedades como la Enfermedad de Lyme. Por lo tanto, hay que tener cuidado con estos ácaros.
- Araña roja: es una de las muchas especies de ácaros que se alimentan de las plantas y que puede llegar a considerarse una plaga. Extienden una diminuta telaraña en la hojas -donde también deposita sus huevos-, para a continuación alimentarse de plantas, tanto ornamentales, como aquellas que tienen hortalizas. Puede llegar a provocar estragos en tu jardín o terraza, por lo que vigila si los ves.
Cómo evitar y eliminar los ácaros
Es muy importante prevenir la aparición de ácaros indeseados, sobre todo si alguien en casa es alérgico o alérgica. Por lo tanto, deberemos eliminar el polvo de nuestro hogar para decir adiós a estos diminutos animales.
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Dónde se esconden los ácaros
Los ácaros se pueden ocultar en cualquier parte, incluso en nuestra propia piel o cuero cabelludo, aunque no sean los lugares que frecuentan. Como ya hemos explicado, su temperatura óptima es entre 25 y 30º y una humedad cercana al 60 o 70%. Se instalan en tejidos como la cama, colchón, almohada y cojines o alfombras. Prefieren los tejidos naturales a los sintéticos, ya que en estos pueden proliferar más y mejor.
Consejos para eliminar los ácaros
Los ácaros sobreviven gracias a que pasan desapercibidos para el ojo humano. No solo eso, sino que también tienen una gran resistencia, por lo que te traemos algunos trucos para que puedas eliminarlos y decir adiós a las alergias que producían en tu casa. ¡Toma nota!
- Cambia las sábanas regularmente. Una vez a la semana sería lo ideal, y como máximo, cada 14 días. De esta manera evitarás que las escamas de tu piel se acumulen y los ácaros vayan en busca de alimento.
- Lava la ropa de cama a mínimo 60��. Los ácaros no pueden sobrevivir a altas temperaturas, por lo que es ideal escoger la más alta posible.
- Limpia la ropa de cama antes de cambiar de temporada. Cuando pases de invierno a verano o viceversa no coloques la ropa sin antes pasarla por la lavadora: los ácaros son resistentes y pueden sobrevivir en la ropa de cama acumulada.
- Aspira tu casa frecuentemente. Aspirar tu hogar habitualmente te ayudará a acabar con el polvo que se genera y, de esta manera, con los ácaros.
- Cubre la ropa de cama con fundas antialérgicas. Si la alergia es para ti un problema, también puedes comprar fundas de cama específicas para evitar que los ácaros invadan donde duermes.
Qué hago si me pican los ácaros
Las infestaciones de ácaros son habituales. Estos pueden provocar en tu piel erupción causadas por sus larvas, pero la gravedad de sus efectos sobre tus tejidos pueden ser variables. Algunos ácaros, como la sarna, muerden y hurgan bajo la piel, y otros causan reacciones alérgicas. Si has notado algunas alteraciones dermatológicas, lo más importante es que acudas al médico.
Lo más probable es que te recete fármacos específicos contra el purito, o incluso a veces antibióticos u otros tipos de medicamentos dependiendo del tipo de ácaro, de lo que haya producido en tu piel y de las lesiones que presentes. En todo caso, intentarán luchar contra el escozor y, en casos como el de la sarna donde los ácaros se introducen debajo de la piel, con medicamentos orales para acabar con ellos.
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