Pintura sobre un barniz, cajones descolgados, arañazos en el sobre... Por muy deteriorada que esté, una cómoda antigua siempre aportará valor decorativo a tu casa. Es una pieza muy versátil –puede ser útil tanto en el recibidor como en el salón o el dormitorio– que vale la pena recuperar. Te contamos cómo.
¿Cuánto se tarda y cuánto cuesta?
El tiempo
Depende del estado de conservación de la cómoda y de sus dimensiones (medidas del mueble y número de cajones). Calcula que el proceso de restauración durará entre 2 y 4 semanas.
El coste
Un restaurador te cobrará a partir de 600 € por recuperar una cómoda. Ten en cuenta que el coste del transporte del mueble (que varía según los kilómetros de traslado) no está incluido en el precio.
Forra los cajones con papel
¿Con qué papel?
Te puede servir cualquiera que tenga un buen gramaje (150-180 g/m2), como los papeles pintados para revestir paredes. También hay papeles perfumados con aroma de lavanda, madreselva, etc.
¿Cómo lo hago?
Retira los cajones y toma medidas de su interior. Corta piezas de papel para los laterales y para la base (1,5 cm más grandes para que el papel se superponga y quede mejor acabado). Pégalo con cola de empapelar o cola blanca rebajada con agua.
Actualizar el uso
En las casas de campo es habitual ver cómodas antiguas transformadas en muebles bajolavabo. Para hacerlo, es necesario tratar la madera para que resista la humedad –con un barniz a poro abierto, al agua, que le dará un aspecto mate sedoso– y repetir el barnizado al menos una vez cada dos años.
1. Analiza el estado de la cómoda
Trasládala a una estancia amplia, con luz natural, bien ventilada y sin humedad, donde puedas restaurarla con comodidad. Observa el estado de la cómoda, detecta si está pintada o barnizada, averigua si hay algún cajón que no abra o cierre bien. Y fíjate si los laterales, la trasera o los interiores de los cajones están en buen estado.
2. Retira los tiradores y decápala
Retira los tiradores y aplica un decapante, frotando la madera con lana de acero. Una vez limpia podrás ver si tiene carcoma. Si es así inyecta líquido anticarcomas en cada agujero que haya hecho el parásito, cubre el mueble con un plástico y repite la operación a los 2-3 días. Tapa los agujeros con masilla especial para madera.
3. Encola la trasera y los cajones
Muchas cómodas tienen la trasera de chapa o de una madera más fina que la de la estructura. Asegúrate de que está en buen estado (si no sustitúyela por una nueva, del mismo grosor). Encólala y vuelve a pegarla a la estructura. Haz lo mismo con la base, el fondo y los laterales de los cajones.
4. Refuerza la estructura
La cómoda debe tener consistencia, estar fuerte. Para ello, encola las partes del armazón que se hayan despegado. Comprueba el estado de las patas y los bastidores sobre los que se apoyan los cajones. Y sustituye los que estén rotos por unos iguales, nuevos.
5. Disimula grietas de la madera
Si los laterales de la cómoda tienen alguna grieta, rellena el espacio con pequeñas tiras de chapa. Corta trozos de 1 x 10 cm, encólalos y ve colocándolos, uno a uno, en el interior de la grieta hasta rellenarla del todo. Una vez seco líjalo hasta igualarlo con la base para que no se note el añadido.
6. Revisa las guías de los cajones
La parte que más sufre de los cajones son las guías laterales, que se desgastan con el tiempo, el peso y el roce. Las de las cómodas antiguas suelen ser de madera, así que deberás hacer unas nuevas, exactamente iguales a las originales, para que los cajones abran y cierren bien.
7. Iguala el color de la madera...
Una vez acabado el proceso de carpintería lija la cómoda y límpiala de polvo. Para igualar el color de las maderas aplica un tinte del tono que más te guste y da unas capas de barniz goma laca a muñeca, con un trapo y unos cabos de algodón. Es un proceso largo, pero el resultado vale la pena.
8. ...o déjala muy natural
Si la cómoda es de madera maciza, como roble o nogal, quedará preciosa con su color natural. Para ello, líjala, encérala y púlela con un trapo de lana. También puedes decaparla: píntala con una selladora y dos o tres capas de pintura al agua, lijando entre capa y capa con una lija fina. Luego, encérala.
9. Vuelve a colocar los tiradores
Si vas a recuperar los tiradores originales límpialos a fondo antes de volver a colocarlos. Introdúcelos en una solución de agua y vinagre (30% de agua y 70% de vinagre) y luego acláralos bajo el grifo. Sécalos bien para eliminar la humedad, que podría oxidarlos.