La vida son decisiones, ya se sabe. Pero cuando se trata de darle un nuevo estilo a nuestra casa, la cosa se complica. ¿Acertaré con mi decisión? ¿Quedará bonito? ¿Me cansaré pronto? El look de las paredes es determinante, pues marcan mucho el estilo de una estancia, así que más vale conocer los pros y contras de las dos opciones más concurridas al respecto: ¿pintura o papel pintado? He ahí la cuestión. Despejemos las dudas con este combate de "pros y cons".
Sí a la pintura porque...
1. Es fácil de aplicar
Comparada con la colocación de un papel pintado, pintar es más sencillo y también más económico. Basta con el bote (muchos ya vienen con sistema de aplicación incorporado), una brocha o rodillo y ¡a pintar! Normalmente, para dar con el color exacto deberás dar un par de manos de pintura. Si es ecológica, mejor tres capas para un acabado perfecto.
2. Es fácil de cambiar cuando te canses
Otra de sus ventajas respecto al papel es que, si te cansas del color, bastarán un par de capas de pintura para que desaparezca y el espacio se transforme en otro completamente distinto. Es el poder de la pintura. Sustituir un papel pintado por otro o bien quitarlo requiere más trabajo, sin duda, y a veces la pared queda dañada por tener que eliminar los restos con rasqueta.
3. Ideal para los amantes de los tonos lisos
Si no te gusta complicarte la vida y tu estilo es sobrio y neutro, la pintura es tu mejor opción. Además, los fabricantes tienen tal variedad en su carta de colores que lo complicado será elegir uno. Si se trata de una estancia pequeña y oscura, los tonos blancos y derivados la harán más grande. Los estampados pueden crear sensación de agobio en habitaciones pequeñas.
4. Permite una gran creatividad
Si quieres darle un aire diferente a tu espacio, con la pintura puedes optar a múltiples técnicas que te lo proporcionarán. El halfpainted está de moda, pintando la pared hasta la mitad de su altura, ya sea con un acabado recto o bien en degradado.
5. Las versiones Eco: ¡fuera tóxicos!
Las pinturas de última generación presentan composiciones más sanas y cuidadosas con el medio ambiente. Al elegir pintura, te recomendamos que mires las etiquetas donde se certifique una composición ecológica, sobre todo si tienes niños en casa, para asegurarte que no inhaláis productos tóxicos.
6. Para crear ambientes emocionales
No subestimes el poder del color ya que la cromoterapia puede ayudarte a transmitir emociones que afectarán directamente a tu estado de ánimo y el del resto de usuarios del ambiente. Los colores neutros tienen la propiedad de serenar y potenciar la luz.
7. Para cambiar aspectos estructurales
Los efectos del color son un aspecto a tener en cuenta si quieres elevar los techos o ampliar visualmente una estancia. Te invitamos a que leas nuestro artículo al respecto para que compruebes todo lo que puedes lograr solo con la pintura. Echa un vistazo...
8. Tanto para exterior como para interior
Otro tanto que se apunta la pintura en esta lucha de titanes. Y es que es apta tanto para interiores como para fachadas, en sus versiones más resistentes y con tratamientos especiales para que resistan a las inclemencias climatológicas. En cocinas y baños, elige las pinturas antihumedad que ofrecen resultados duraderos.
9. Dale otro look a los muebles con pintura
¿Cansada del mismo armario o cómoda de siempre? La pintura puede transformarlo en un mueble completamente diferente. El chalk paint es la alternativa de moda, con acabados súperbonitos.
El chalk paint es una pintura natural sin acrílicos que proviene de la tiza. Se supone que, cuanta más tiza contenga, mejor (fíjate en la composición, se dice que las que tienen más de un 35% de tiza son las mejores). Su base es el agua, por lo que se trata de un producto fácil para trabajar con él, no necesita imprimación, ¡y resulta no tóxica!
10. Para todo tipo de superficies
La pintura puede aplicarse en todo tipo de superficies, lisas o rugosas, paredes y techos. Es la mejor alternativa para pintar muros de piedras, vigas de madera incluso suelos de parquet. Mientras que el papel pintado reclama superficies lisas para que quede bien.
Sí al papel pintado porque...
1. Permite una gran variedad de estilos
Gracias a los múltiples diseños que podemos encontrar en el mercado, el papel pintado hace que una estancia "normalita" pase a ser espectacular. Si lo tuyo es el aire nórdico, escoge un modelo con motivos geométricos en blanco y negro o tonos pastel. Si te va el estilo clásico, los estampados de flores concederán un aspecto romántico a la sala.
2. Ideal para cuartos infantiles
Eso sí, en su versión lavable porque ya se sabe que donde hay peques, hay manchas. Un bonito papel pintado de aire infantil fomenta la imaginación y creatividad de los niños, además de transmitir dulzura y personalizar el cuarto.
3. Los dibujos (¡y patterns!) que reproducen son únicos
E imposibles de lograr con pintura. La reproducción de imagen de un papel pintado de calidad es inigualable, ofreciendo efectos ópticos y decorativos exclusivos e impactantes. Desde hace unos años, el papel pintado es tendencia, seguramente porque tendemos hacia decoraciones menos minimalistas. Aunque en las últimas temporadas han estado en auge los diseños florales, tropicales, centrados en motivos vegetales, ahora se incorporan los animales: monos, pájaros o peces.
4. Los modelos actuales son fáciles de poner (y quitar)
Si hasta ahora la principal desventaja que hacía perder al papel versus la pintura era su colocación, podemos decir que existen modelos adhesivos muy fáciles de poner y quitar. Si bien es cierto que siempre quedarán mejor instalados por un especialista, basta un poco de maña para lograr una superficie lisa y sin antiestéticas burbujas.
El papel pintado más común es el que tiene una base de lino. Se suele usar para fabricar papeles con texturas más marcadas, por lo que son adecuados para imitar tejidos y cubren mejor los posibles defectos que pueda tener una pared, aunque el día que se quieran quitar dan más trabajo, ya que dejan restos del papel pegado a la pared. Por eso se recomiendan los papeles con base de ‘tejido no tejido’, porque suelen ser más finos que los tradicionales y lo normal es que presenten superficies lisas, aunque su gran atractivo es que son muy agradables de colocar, puesto que solo requieren encolar la pared y no las tiras de papel –con la complicación añadida que esto supone si no se cuenta con una superficie adecuada para hacerlo–. El día que se quiera renovar se retira fácilmente de un tirón, respetando bastante la pared.
5. Fáciles de limpiar
Sea cual sea el tipo de papel elegido, en las etiquetas de todos ellos se especifican cuestiones como la resistencia al uso, la lavabilidad o la tintada, que conviene siempre comprobar. La resistencia se representa con un símbolo que imita unas ondas. En función del uso que se le vaya a dar –no es lo mismo la pared del cabecero que una zona de paso o la cocina– conviene elegir uno más o menos resistente. En zonas húmedas es recomendable instalar un papel pintado vinílico (pero ojo, que sea ecológico) ya que es lavable y resistente a la humedad, la abrasión y la condensación que se genera en un espacio de estas características. Si no es vinílico al menos que sea lavable, primordial por su alta resistencia mecánica y capacidad de soportar numerosos lavados sin deteriorarse. Consulta la etiqueta de especificaciones técnicas del rollo para asegurarte de sus características.
6. Úsalo para lograr efectos ópticos impactantes
Los avances de la impresión digital han llevado a diseños que superan los límites de los tradicionales dibujos y estampados de los papeles pintados, con sugerencias innovadoras que recrean motivos y texturas sorprendentes a modo de trampantojo. Si empapelas una pared de acento de tu salón, pasillo, dormitorio o baño con un modelo realista, lograrás crear efectos ópticos especiales en la estancia. ¡Sin necesidad de gafas 3D!
7. Transmiten elegancia sin igual
Un exuberante papel pintado no tiene rival a la hora de conseguir personalidad y elegancia en una estancia. ¡Es que la cambia por completo! Y la hace inolvidable. Con su mera presencia, el espacio se ve vestido sin necesidad de otras piezas decorativas.
8. También para muebles
En esto van a la par papel y pintura. Porque si empapelas los frentes de un mueble o bien su trasera, lo convertirás en otro, con poco esfuerzo y dinero. Mira el cambiazo de una cómoda con esta técnica en nuestra galería de imágenes.
¿Qué todavía estás indeciso? ¡Pues opta por los dos! Pintura para ambientes más formales, como el salón o el dormitorio, y papel para los más desenfadados, como la habitación infantil o la cocina. Entra en nuestra galería de fotos e inspírate.