¿Qué colores se llevan para el salón? Escoger bien el color de las paredes es importante, ¡muy importante! Ya que no solo debe combinar a la perfección con el mobiliario, sino que tiene varias funciones estéticas en una casa: amplía o reduce una estancia, aporta calidez o hace que sea más fría, luminosa, elegante... También es relevante decidir si pintar todas las paredes de un mismo color, pintar todas menos una, pintar el techo, cómo pintar los marcos de puertas y ventanas, etcétera. Nuestras expertas nos responden a todas las dudas que nos asaltan al hacernos la gran pregunta: ¿de qué color pinto y qué colores se llevan para el salón? Toma nota, ¡saben mucho!
¿Cuánta luz recibe tu salón y qué iluminación tiene?
Las colores claros en la pared del salón amplían el espacio, y los tonos oscuros empequeñecen. Esa es la norma general, pero si (además) quieres ganar calidez tendrás que dar un paso más. Apuesta por colores claros en el salón si tienes mucha luz y si tienes poca, por intensos. Ganarás calidez y armonía, "como en las casas ibicencas, blancas a pesar de tener mucha luz o las inglesas, de tonos intensos aunque tienen poco sol", dice la interiorista Marta de la Torre. "A veces pintas de blanco pensando que vas a ganar luz, y te quedas helado".
Ilumina desde abajo. Belén Campos también aconseja pintar con tonos intensos si tienes poca luz, acompañándolos de luces desde el suelo, "porque las lámparas de techo matan los colores y las de suelo los hacen acogedores".
El suelo y el techo ¡tienen mucho que decir!
Suelo Lo ideal es elegir colores de pared que estén en la misma gama que los colores del suelo, incluso si es oscuro y el salón tiene poca luz. "Se crea un efecto de 'caja' que resulta muy acogedor, y más si el techo es igual", dice Marta de la Torre.
Techo Si tu piso tiene una altura normal, apuesta por pintar el salón del mismo tono que la pared o un punto más claro, según aconseja Laura Ehlis, para ganar sensación de espacio. Pero si en el resto de la casa es blanco, elige el blanco.
El gran dilema: ¿qué color le va mejor?
Belén Campos recomienda hacer "una playlist, es decir, una lista de tus colores favoritos. Rojo, azul, beige... Pueden ser muy variados".
¿Intensos o no? Cuando elijas tu lista de colores para el salón, ten en cuenta toda su gama -tonos suaves, medios e intensos de cada color– y quédate con la que te guste más de cada uno.
Si te gustan los colores claros, los piedras y los blancos nunca pasan de moda. Azules en tonos medios y grises también son perfectos
Haz familias de colores. Piensa otros colores que vayan bien con cada tono de tu playlist y mira qué conjunto te gusta más o te hace sentir mejor.
Haz pruebas. No te quedes con uno sin haberlo probado en tu casa. Pinta un brochazo de cada color en cada una de las paredes que tienen diferente incidencia de luz y mira cómo cambia el color a diferentes horas del día. Solo así sabrás cuál es el color que le quedará mejor a tu salón.
¿Qué hago con las puertas y ventanas?
Puedes pintarlas como la pared o destacarlas con otro color. "Pero elige siempre un acabado satinado. Olvídate de la pintura brillante". Aconseja Marta de la Torre.
Si la pared es oscura, pinta las carpinterías en un tono algo más claro que la pared o en color blanco.
Si la pared es clara o blanca, una buena idea es pintarlas en gris o en beige. Si pintas también el rodapié en el mismo color (y las molduras, si tienes) quedará más acabado.
Si el salón es pequeño píntalas igual que la pared: harás que el espacio se vea más grande.
Complementos: ¿qué otros colores pondrás?
Piensa en los tonos de tapicerías, de cortinas y de complementos como cojines o detalles. Búscalos de colores que combinen bien con el de la pared pero añade con ellos un punto de contraste para que no quede todo igual y parezca un ambiente de "piso muestra".
¿Mate o satinado?
Los acabados son importantes pero más lo es que la pared esté perfecta. Un buen masillado es básico, apunta Belén Campos.
Plástico mate. El acabado es más delicado y, al ser mate, da profundidad. Pero si tienes paredes de grandes dimensiones o te gusta la decoración moderna, puedes atreverte con un esmalte al agua mate, que es algo más satinado.
Satinados. Si tienes niños o mascotas puede serte más práctico para limpiar rozaduras o manchas de las paredes, nos aconseja Laura Ehlis.
¿Cómo son tus muebles?
Lo ideal es crear un lienzo en el que la decoración destaque. El ambiente tendrá color y respirará.
¿Piezas claras? Tu abanico de elección es amplio. Puedes elegir tonos pastel, medios, intensos...
¿Piezas oscuras? Olvídate de los potentes. Por ejemplo, muebles de madera oscura no son amigos de paredes marrón chocolate porque todo queda empastado. "Sin embargo, puedes jugar pintando en arena y haciendo una pared en café con leche, por ejemplo", nos da como alternativa Belén Campos.
¿Qué estilo tine el salón?
A un salón clásico le van bien los tonos piedra, beiges y grises. Y si es de techos altos y molduras, puedes atreverte con toques rojos y chocolate.
A un salón de aire vintage donde los muebles tienen mucho protagonismo, le irá perfecto un tono claro. Pero no hace falta que sea blanco. Puedes elegir un azul, un verde, un gris claro...
A un salón actual le encajan blancos, azules petróleo y grises. Si los muebles tienen líneas muy rectas puedes jugar con cualquier color.
Lo ideal es pintar el salón en la misma gama que el resto de la casa. El gris, en tonos oscuros y claros, es uno de los favoritos
Atrévete: ¿quieres más color?
Hay espacios que con colores claros quedan bien y con colores intensos... ¡quedan espectaculares!
Abiertos. Como salones conectados al comedor y a la cocina, tipo loft. Piden colores intensos en todas las paredes o en alguna para que no se diluyan en el ambiente.
Paredes con "fuerza". De ladrillo o de piedra. Tienen tanta presencia que necesitan un color intenso para acompañarlas. Mira cartas de color y elige con total libertad.
Trucos de color para ampliar el espacio
No tienes por qué pintar todas las paredes del mismo color. Belén Campos apuesta por pintar dos paredes contiguas de un color más oscuro y las otras dos de uno más claro. Si las paredes no son muy altas, nos aconseja franjas verticales anchas y de dos colores porque elevan el techo. ¿Más ideas? Marta de la Torre propone pintar en un tono neutro y poner un punto de color verde agua o rosa fuerte en la pared del comedor o la del sofá, para llevar la mirada hacia ella. O pintar un rectángulo de un color contrastado en una pared para colocar un cuadro encima y lograr que resalte más.
¿Tu salón es mini? ¡Juega aún más con la pintura! Porque puedes modificar la percepción del espacio con el color y hacer que se vea más alto, más ancho...
¿Ves este salón? Hemos jugado con diferentes maneras de pintar el techos y las paredes para que veas cómo puede llegar a cambiar solo con el color. Más amplio, más ancho, más luminoso... Míralo aquí, ¡te sorprenderá!