Quédate quieta en casa y escucha. ¿Qué oyes? Seguramente, el ruido del tráfico, el televisor o la radio, alguna obra... Estamos acostumbrados a vivir con él, pero el ruido es una de las formas de contaminación más molestas y perjudiciales.

Reducir el de la calle no está en tu mano, pero en tu casa, el silencio es una necesidad y un derecho. Sobre todo por la noche, un nivel demasiado alto de ruido puede provocar insomnio y estrés, que causan alteraciones del ritmo cardiaco e irritabilidad, entre otros trastornos. Para evitarlos, durante el día no se deberían superar los 50 decibelios. Por la noche, el límite está en 30 decibelios.

Puedes medir el ruido con tu teléfono móvil

Tu teléfono móvil puede convertirse en un sonómetro bastante preciso. Solo tienes que instalarte la aplicación gratuita NoiseWatch, desarrollada por la Agencia Europea de Medio Ambiente. Con tu móvil en la mano podrás comprobar los niveles de ruido en cada estancia de la casa, en los diferentes momentos del día. Entonces sabrás si debes tomar medidas. El volumen de la tele o de la radio dependen de ti, pero probablemente el problema venga de fuera. La mayor parte de la contaminación sonora entra en la casa por las ventanas, aunque estén cerradas.

Decora para reducir el ruido
  • Telas con cuerpo: Las cortinas confeccionadas con tejidos gruesos (linos tupidos, terciopelos...) absorben las ondas sonoras y mitigan el ruido tanto si procede del exterior como de la propia casa.
  • Cuadros y espejos: Puedes colgar cuadros o espejos, si es posible de pared a pared, para reducir el sonido que viene del otro lado, así como el eco interior.
  • Alfombras: Una gruesa alfombra impide que el sonido traspase y rebote en los suelos duros y lisos.
  • Estanterías: Adosa a la pared "ruidosa" una estantería con trasera o un armario cerrado. Además de ganar almacenaje, los muebles harán de aislantes del ruido.

Pequeñas reformas que te aíslan

1. Para el suelo

El corcho es un material natural que ayuda a reducir el ruido procedente de lo que hay bajo el suelo (un local comercial, un aparcamiento...). Instalarlo implica una obra, pues hay que levantar el suelo para colocar las láminas de corcho bajo el parquet o el suelo cerámico.

2. Para la pared

Los aislantes de pared más ecológicos son la lana de oveja y la celulosa, que se obtiene de la madera y el papel reciclados. Se instalan en la cámara de aire de la pared, al construir la casa o reformarla. En casas ya construidas, una alternativa es la inyección de lana mineral (Knauff Insulation lo hace con pequeños agujeros en los muros exteriores) para llenar la cámara de aire de la pared.