A pesar de pertenecer a un tipo de terapia natural con un montón de años a sus espaldas, los aceites esenciales vuelven a estar de moda. Blogueras, influencers y terapeutas, que basan sus técnicas en los métodos que nos proporciona la naturaleza para mejorar nuestra salud, los utilizan y recomiendan. Y es que los aceites esenciales se usan en casa para prevenir o tratar ciertas enfermedades. Ante este boom nos preguntamos cómo estos preparados a base de plantas pueden hacer que el entorno donde vivimos sea más sano, sus ventajas, sus usos y modos de empleo. Para aclararlo, nada mejor que consultar a los expertos en aceites esenciales.
Los aceites esenciales y sus propiedades: ¿cómo influyen en nuestra salud?
"Los aceites esenciales pueden actuar a diferentes niveles en nuestro cuerpo y alma. En función de qué necesidad se nos presente actuaremos de forma diferente. Debido a su gran afinidad por atravesar nuestra piel, la absorción de los aceites esenciales es directa dirigiéndose rápidamente a la zona a tratar. Su uso puede ser desde el tratamiento de un resfriado a ayudar a relajarnos de nuestro caos diario al llegar a casa. Los aceites esenciales, además, presentan funciones antiinfecciosas muy potentes perfectas para tratar infecciones internas", nos cuentan desde Pranarom, un laboratorio de aromaterapia científica y médica fundado en 1991 por Dominique Baudoux, farmacéutico aromatólogo mundialmente conocido y apreciado por sus obras sobre aromaterapia.
David Fernández Parra, perfumista y CEO de Aromas de Andalucía dice: "Cuando hablamos de aceites esenciales, antes de vincularlos a la salud, es importante definir bien qué son. Dependiendo de cómo estén compuestos, podemos hablar de beneficios, neutralidad o incluso perjuicios. Los aceites esenciales son la unión de muchos componentes que pueden ser naturales, sintéticos o combinados".
¿Cómo usar los aceites esenciales?
Algunos aceites esenciales pueden ayudarnos a sentirnos mejor anímicamente y otros pueden ayudar con la salud a un nivel complementario. Por ejemplo, la sensación de entrar en un bosque o en un jardín después de una lluvia es tremendamente refrescante. Ocurre lo contrario con la sensación de estar en una sala de espera de un hospital. No hay la misma calidad en el ambiente y el olor que percibimos nos puede producir sensaciones negativas. Los aceites esenciales se pueden administrar por tres vías:
- Aceites esenciales por vía tópica: es decir, que se absorbe a través de la piel. Es la vía preferente en la aromaterapia debido a la gran absorción que presentan. En función del aceite esencial que vayamos a utilizar, tendremos que tener en cuenta si es mejor aplicarlo puro o diluido para no presentar sensibilidad en la piel.
- Aceites esenciales por vía oral: específica para tratar infecciones internas, digestivas, curas depurativas y una acción muy rápida. En este caso, esta vía de administración está contraindicada en embarazo, mujeres lactantes y niños menores de 6 años.
- Aceites esenciales por vía inhalatoria: donde hacemos especial hincapié en el uso de los difusores, para tratar patologías respiratorias y de relajación, sobre todo. La inhalación directa no está aconsejada para asmáticos.
¿Por qué deberíamos tener un difusor de aceites esenciales en casa?
"La razón es muy sencilla. Se trata de una vía de administración muy eficaz, nada invasiva, que nos puede acompañar en nuestro día a día para solventar problemas como la conciliación de sueño, problemas respiratorios e incluso las náuseas propias del embarazo o los temidos sofocos en la menopausia. Además, nos aporta un estado de bienestar y confort en nuestro hogar", aseguran desde Pranarom.
"El poder crear un ambiente en nuestros hogares ya no es una cuestión de limpieza, sino de modernidad y de cierta salud corporal y mental", añade David Fernández.
¿Cómo funciona un difusor de aceites esenciales?
Existen numerosos difusores de aceites esenciales en el mercado pero solo dos tecnologías pueden garantizar todas sus propiedades:
- Difusores de aceites esenciales en seco. Este tipo de difusión permite un alto rendimiento y una alta concentración de los activos aromáticos de los aceites esenciales en la atmósfera.
- Difusores de aceites esenciales ultrasónicos. La difusión de aceites esenciales puros consiste en una bruma aromática fría, generada por ondas ultrasónicas. Aportan un leve grado de humedad al ambiente. Se para automáticamente cuando se acaba el agua del dispositivo.
El número de gotas a añadir en ambos difusores varía en función de la estancia, edad y de la intensidad deseada.
¿Es mejor un humidificador de aceites esenciales o simplemente un disfusor de esencias sin agua?
"En función de lo que queramos buscar. Si solo me preocupa el ambiente seco de una estancia con un humidificador de aceites esenciales es suficiente. Pero sin duda , me quedo con un difusor, que además de aportarnos cierto grado de humedad, puede conseguir un efecto terapéutico en nuestro organismo. Hay que dejar claro que todos humidificadores no son difusores y en muchos de ellos no pueden añadirse aceites esenciales, por lo que hay que tener precaución a la hora de elegir el fin de nuestra compra", aseguran desde Pranarom.
¿Cada cuánto deberíamos hacer uso de ello?
En cuanto al uso de los aceites esenciales en casa no hay una pauta establecida, pero por ejemplo si lo utilizamos con los más pequeños, para conseguir que se duerman rápidamente, con unas gotas de esencia de mandarina media hora antes de que se vayan a dormir sería suficiente. Si, por otro lado, quiero estimular el sistema inmunitario de la familia durante la estancia en el salón, puede estar encendido toda la tarde.
"Dependiendo del tipo de aroma, pues es una cuestión muy personal. Nuestro organismo se adapta a los olores agradables y placenteros en el sentido de que después de un tiempo ya no percibimos ese aroma con la misma intensidad con la que lo percibíamos antes. Por ejemplo, hay personas que pueden usar un perfume constantemente y si les preguntas son capaces de decirte que ya apenas lo huelen. Curiosamente, esto es posible porque nuestra nariz se adapta a ese olor, el cual para nuestro cerebro es muy placentero. Cuando hablamos del aroma de un lugar, como puede ser nuestra casa o nuestro trabajo, siempre y cuando nos agrade, podemos estar en contacto con él durante todo el día. Los aromas de ambiente deben ser ligeros, suavemente notables y nunca pesados", afirma David Fernández de Aromas de Andalucía.
¿Cuántas gotas de aceites esenciales tenemos que utilizar?
Lo recomendable es: de 1 a 5 gotas en niños hasta los 6 años y de 5 a 10 gotas en adultos. Pero cada uno va encontrando su equilibrio para cada aceite esencial.
¿Qué aceites esenciales son mejor para una casa sana, con un aire purificado?
Si lo que quieres es purificar el ambiente, las mejores alternativas serían el aceite esencial de limón y el de abeto balsámico. David Fernández dice: "la cuestión se basa más en que los aromas que sean utilizados estén regulados por las normativas europeas, del CLP supervisadas por la IFRA (International Fragrances Asociation) que en el nombre en sí de la fragancia. Podemos usar una fragancia muy fresca y floral que sea 100% compuesta por naturales y que, a su vez, pueda ser fatal para nuestro ambiente. De la misma manera que una fragancia 100% sintética que haya pasado las regulaciones del CLP es perfectamente apta para un ambiente sano en casa".
¿Y si estamos acatarrados?
Podemos recomendar varios en función de los síntomas que presente el paciente, pero sin duda el aceite esencial de ravintsara es unos de elección para tratar gripes y resfriados, incluso embarazadas y bebés.
¿Qué aceite esencial tiene propiedades que calman la ansiedad?
Para estados de nerviosismo podemos recurrir al aceite esencial de lavanda y para quien sea más de olores cítricos podemos recomendar la esencia de mandarina ideal para niños inquietos que les cuesta dormir. "Para la ansiedad, depende en la persona. Los aromas son como los colores. Hay fragancias que para unos son agradables y para otros no. Todo va muy relacionado al tipo de infancia que hemos vivido y cómo hemos ido creciendo. Por supuesto, hay aromas que pueden relajar a las personas y un ejemplo sencillo es el aroma de vainilla. En la mayoría de los casos, la vainilla nos hace alusión a una infancia dulce y ese aroma nos suele relajar. No obstante, siembre hay excepciones", afirma David Fernández de Aromas de Andalucía.
¿Y qué aceites esenciales pueden mejorar los problemas digestivos?
El aceite esencial de menta piperita nos aporta una función digestiva excelente para ayudar a realizar una digestión adecuada.
Para niños, ¿está indicado el uso de aceites esenciales?
"¡Por supuesto! Todo depende de saber para qué lo necesita y encontrar qué aceite es apropiado para cada situación", aseguran desde Pranarom.
¿Dónde es mejor guardar los aceites esenciales?
Existen cajas especiales para tener tus aceites esenciales perfectamente guardados, en orden y clasificados. La firma Do Terra, por ejemplo, ofrece este tipo de productos como complementos a su gama de aceites esenciales.
Tabla de aceites esenciales y sus propiedades
- Aceite esencial de limón: ayuda a crear energía en el ambiente y nos impulsa para ser más activos, facilita la respiración.
- Aceite esencial de naranja: comparte beneficios con el aceite esencial de limón (energizante y facilita la respiración), además ayuda a calmarnos y a relajarnos. También puede ser un buen repelente de mosquitos. Estimula las defensas del organismo.
- Aceite esencial de pomelo: ayuda a crear energía en el ambiente y nos impulsa a ser más activos.
- Aceite esencial de mandarina: ayuda a crear energía en el ambiente y nos impulsa a ser más activos, ayuda a calmarnos y a relajarnos.
- Aceite esencial de eucalipto: facilita la respiración, ya sea porque estemos refriados o simplemente queramos abrir más nuestras vías respiratorias. También puede ser un buen repelente de mosquitos. Estimula las defensas del organismo.
- Aceite esencial de cedro de atlas: ayuda a calmarnos y a relajarnos.
- Aceite esencial de jarabe Aromaforce: indicado para tos seca y tos productiva.
- Bálsamo respiración fácil, pranaBB: para la mucosidad en las vías respiratorias desde los 3 meses.