No es fácil planificar la cocina de tus sueños. Sí que puedes tener una idea del estilo que quieres, el color, abierta o cerrada... Pero la elección del salpicadero condicionará toda la cocina. Increíble pero cierto.
Por suerte, has podido ver distintos tipos de cocinas y por lo tanto una gran variedad de salpicaderos para coger un poco de inspiración a la hora de decidir cuál puede ser el idóneo para tu cocina.
Desde los materiales hasta los acabados existen un amplio abanico de salpicaderos con los que podrás revestir las paredes de la cocina según tus gustos. A modo de resumen ten en cuenta:
- Cerámica: práctica, fácil de mantener y limpiar (un gran qué). Es camaleónica ya que imita cualquier material que te puedas imaginar y hay de muchos tipos (tridimensionales, tipo metro, hexagonales...).
- Mármol: elegante, distinguido y natural. Para las cocinas blancas es el socio perfecto. Eso sí, es una de las opciones más cara y tienes que cuidarlo mucho ya que se mancha muy fácilmente.
- Vidrio templado: Es una opción a tener en cuenta, sobre todo, si tu cocina es de tamaño reducido.Aporta luminosidad a la cocina.
- Acero inoxidable: Ideal para los fans de la restauración. Si quieres que tu cocina emule la cocina de un restaurante tres estrellas, apuesta por un salpicadero de acero. Fácil de limpiar, higiénico y resistente al calor. Su punto débil: es muy vulnerable a las rayadas.
Y ahora que te has podido inspirar con los salpicaderos de nuestra galería, ¿ya sabes qué tipo de suelo elegir? ¡Te ayudamos!
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