A veces, los proyectos de interiorismo esconden grandes historias. Esto fue lo que le ocurrió exactamente a la interiorista Natalia Marchal, quien, sin imaginarlo, terminó reformando y redecorando la cocina de la que, en su día, fue su primera vivienda. Y es que años después de haber dejado aquel piso, el destino quiso que llegara de nuevo a sus manos, esta vez como un encargo de sus nuevos clientes. 

Suponía todo un reto para ella, ya que la distribución original de la vivienda se había reconfigurado por completo. Había que integrar visualmente la cocina con el salón para aprovechar mejor los metros y crear sensación de amplitud. Con la cocina a la vista desde la entrada, era clave lograr un diseño ligero y funcional, de fácil mantenimiento y en tonos neutros que armonizaran con el resto del espacio. 

Por cierto, si estás pensando en renovar tu cocina, pero no sabes por dónde empezar, estas 50 cocinas modernas te darán la inspiración que necesitas. Si además buscas soluciones para espacios reducidos, estas 85 cocinas pequeñas están llenas de ideas prácticas. Y si te gusta el concepto abierto, aquí tienes 50 cocinas integradas al salón que derrochan estilo.

Únete a nuestro canal de Whatsapp y descubre nuevas ideas muy El Mueble para tu casa. 

Los propietarios, un matrimonio con hijos, confiaron plenamente en la visión del estudio, dejándose guiar por la elección de materiales y soluciones que plantearon directamente desde el estudio. Además, la reforma permitió ganar un pequeño balcón, aportando un plus de luminosidad y conexión con el exterior. ¿El resultado? Una cocina moderna, acogedora y adaptada al día a día de la familia. ¡Mira, mira!

Una cocina moderna de concepto abierto

Una cocina blanca con office
Natalia Marchal Interiorismo

Ya que se trataba de una cocina abierta completamente al salón, se buscó una continuidad visual estableciendo el mismo suelo en ambos ambientes, un parquet flotante en color roble natural y revestimiento porcelánico en paredes. El elemento separador es, únicamente, una pared que comparten la cocina y el pasillo. 

En cuanto al mobiliario, los muebles son hechos a medida en madera laminada. De esta forma, la interiorista ha conseguido que la calidez que transmite la cocina sea igual de potente que la que nos transmite el salón y el estilo general de la casa. Además, gracias a la puerta de acceso a la terraza, toda la zona de la cocina queda iluminada con luz natural, que a su vez se extiende al resto de rincones de la zona de día de la casa. 

Minimalista y sencilla pero bien aprovechada

Una cocina blanca con office
Natalia Marchal Interiorismo

En cuanto a la gama cromática de la cocina, para los muebles se eligió un color blanco porcelana que amplía visualmente el espacio y así consigue que parezca mucho más grande. Para conseguir ese punto cálido, se colocó una mesa de madera de roble natural y las sillas en color beige, con patas al tono de la mesa para unificar acabados. Como detalle de contraste, el perfil de remate del zócalo de pared en color negro. Una cocina en blanco y madera, un estilo atemporal que nunca pasa de moda y que es un acierto para aquellas cocinas pequeñas. 

A pesar de tratarse de una pequeña cocina, la interiorista ha sabido aprovechar las reducidas dimensiones con las que contaba, colocando armarios altos y bajos bien distribuidos, de tal forma que los clientes nunca sientan que les falta espacio. Para dar ese toque moderno, los electrodomésticos van integrados. ¡Y voilà! Así de bonita y cómoda quedó esta cocina tan especial para Natalia Marchal. ¡Perfecta!

Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter.