Lidia Molina, arquitecta: "En un pasillo estrecho, la clave está en el equilibrio: orden visual, una iluminación bien estudiada y pocos elementos decorativos"

Lidia lo tiene claro: "El error más común es caer en los extremos: o se sobrecargan con objetos sin sentido, o se dejan completamente vacíos, sin ningún tipo de intención estética. Ambas opciones hacen que el pasillo se perciba como un espacio residual. En viviendas con el enfoque del Minimalismo Clásico, lo ideal es evitar el ruido visual y apostar por soluciones pensadas y funcionales. La decoración debe estar justificada y tener un propósito". 

Pero no se queda ahí, porque según la experta, "otro error frecuente es no tener en cuenta la iluminación, que puede marcar la diferencia entre un pasillo anodino o uno sofisticado y funcional".

Ante la pregunta de si un pasillo estrecho o incómodo puede tener personalidad propia, la arquitecta lo tiene claro. "Sin duda. En diseño de interiores, no existen espacios imposibles. Incluso los pasillos más “extraños” pueden tener una personalidad única si se trabajan desde el detalle, la proporción y la coherencia estética". 

¿Cuál es truco? Según Molina, se trata de "mirar el pasillo con la misma atención que el resto de la casa. A veces, una simple combinación de materiales, un revestimiento lineal o una pieza de arte bien elegida puede elevar por completo su percepción. Cuando cada decisión se toma con criterio, cualquier rincón puede transformarse en un espacio lleno de intención".

A la hora de pintar un pasillo estrecho, "los colores juegan un papel fundamental", dice Molina. "Yo siempre opto por paletas neutras y cálidas, que aportan luz, pero también calidez. El blanco absoluto, aunque parece una solución fácil, puede resultar frío y poco acogedor", finaliza.

Uno de los problemas más frecuentes es pasarse con la decoración del pasillo, haciendo que se convierta en un espacio agobiante. "Uno de mis recursos favoritos, cuando se hace con sensibilidad, es crear una composición lineal de fotografías personales o arte. Siempre cuidando el equilibrio de proporciones, la distancia entre piezas y el tipo de marco utilizado. Es una opción que me gusta porque le da mucha personalidad, convirtiendo el espacio en un lugar muy nuestro. También pueden funcionar muy bien las molduras o panelados de madera, que aportan textura sin añadir mucho volumen. Y, por supuesto, la iluminación indirecta, que puede cambiar por completo la atmósfera del espacio", explica la arquitecta.

Para lograr que un pasillo forme parte del conjunto decorativo y no quede aislado del resto de la casa, Lidia nos recomienda que haya una "coherencia estética. Un pasillo bien integrado sigue el mismo lenguaje visual que el resto de la casa: utiliza los mismos tonos, materiales, estilo de mobiliario e iluminación. Un ejemplo de ello, si aplicamos el Minimalismo Clásico a un proyecto, sería utilizar molduras sutiles, tonos neutros y texturas suaves, resultando un espacio muy elegante. La idea es que el pasillo acompañe y conecte con las demás estancias, sin convertirse en un mundo aparte".

Para Lidia, "la iluminación tanto natural como artificial es clave en cualquier espacio, incluso en aquellos que a veces se consideran secundarios, como los pasillos. No deberíamos subestimar su importancia, ya que una buena iluminación puede transformar por completo la percepción y funcionalidad del lugar. Cuando la luz natural es escasa, como suele ocurrir en muchos pasillos interiores, hay que diseñar una iluminación artificial cuidada y estratégica". 

La arquitecta propone varias soluciones. Pir un lado, la iluminación en el techo, "bien mediante foseados con luz LED empotrada que aportan una luz indirecta, cálida, difusa y sin sombras marcadas, o bien con juegos de downlights empotrados distribuidos de forma rítmica para marcar el recorrido sin saturar visualmente". También se puede emplear la iluminación como recurso estético: "Podemos utilizar apliques decorativos, que además de iluminar, se convierten en piezas de diseño que visten el pasillo. La clave está en que cada punto de luz cumpla una función: acompañar, realzar y generar atmósfera, sin invadir ni sobrecargar. Un pasillo puede convertirse en un espacio realmente acogedor si se ilumina con intención".

Aunque un pasillo estrecho no es el mejor espacio para instalar soluciones de almacenaje, si no queda más remedio, Lidia recomienda que sea "totalmente integrada. No se trata de almacenar más, sino de ocultar mejor", explica.

"Si el proyecto está en fase de obra, es ideal prever armarios empotrados para guardar objetos cotidianos como chaquetas, bolsos o incluso útiles de limpieza. También pueden incorporarse módulos bajos a medida en zonas con más amplitud, siempre cuidando que no interrumpan el paso ni rompan la estética del espacio. La clave está en mantener la limpieza visual: nada a la vista, todo organizado y pensado", explica.

"No me siento del todo cómoda hablando de “tendencias”, porque creo que, al final, lo que realmente permanece es aquello que tiene un estilo propio y coherente con la vivienda y con quien la habita. Las modas pasan, pero un buen diseño, pensado con intención y fiel a una estética personal, siempre perdura. Dicho esto, sí es cierto que últimamente vemos ciertos recursos que se repiten en muchos proyectos y que pueden aportar valor si se integran con criterio. Por ejemplo, en diseños cuya intención es aportar un punto clásico, los panelados a media altura en colores neutros, e incluso en tonos oscuros combinados con papeles pintados, se utilizan cada vez más", nos cuenta Lidia. Y añade: . "Otra alternativa para estilos más contemporáneos son los panelados verticales lacados o en madera que envuelven el espacio y aportan un ritmo muy interesante. También han cobrado fuerza las molduras, una manera sutil y elegante de devolver ese carácter clásico a las viviendas, y que encaja a la perfección dentro del estilo Minimalismo Clásico", finaliza. 

Uno de los factores más importantes y con más peso del pasillo es la iluminación. Lidia asegura que "cada vez gana más protagonismo la luz indirecta, probablemente por la calidez y calidad visual que ofrece. También se están utilizando muchos apliques decorativos, que no solo iluminan, sino que decoran y personalizan. Son dos soluciones muy distintas, pero ambas válidas y actuales si se aplican con equilibrio y sentido".