Las tendencias de cocinas modernas que están arrasando perfectas para pisos pequeños)

La cocina hace años que se ha convertido en el verdadero corazón de muchas casas. Cada vez es más habitual que las propietarias de las casas que publicamos en El Mueble nos confiesen que donde más tiempo pasan en familia es en la cocina. Y ello se debe, en gran parte, a que las cocinas se han abierto al salón y al comedor para crear espacios más amplios y cómodos. De hecho, es la reforma estrella y los pisos de nueva construcción suelen incorporar cocinas modernas y abiertas al salón.

La tendencia que arrasa: abrir la cocina al salón

Las cocinas modernas han dejado de ser espacios cerrados dedicados exclusivamente a cocinar y se han abierto al resto de la casa. Si tú también estás pensado en abrir tu cocina, te contamos todo lo que debes tener en cuenta antes de decidirte y repasamos cómo debes distribuirla y decorarla para que quede bien integrada en el salón o en el comedor.

Qué debes tener en cuenta antes de derribar tabiques

Antes de ponerte a derribar tabiques, debes asegurarte de que la pared que necesitas eliminar para abrir la cocina no es maestra. Otra cosa que debes tener muy en cuenta es la distribución de tu salón. Si la pared que necesitas derribar es la única en la que puedes apoyar el sofá, no podrás prescindir de ella. 

También has de tener muy claro que abrir la cocina implica bastantes obras. Después de derribar los tabiques, será necesario unificar los suelos, mover las tomas de electricidad, los desagües, los tubos de la calefacción y del aire acondicionado e incluso, si tienes molduras en el techo, prolongarlas hasta la cocina. Todas estas obras pueden llegar a durar unas 4 semanas.

¿Cuánto cuesta?

Le hemos preguntado a la interiorista Natalia Zubizarreta cuánto puede costar abrir la cocina y nos ha contado que alrededor de unos 1.800 €. Tirar los tabiques y rematar el techo puede costar unos 665 €; realizar nuevas tomas de electricidad, unos 365 €; rematar el suelo y el rodapié, unos 425 € y pintar unos 300 €. 

Una vez hayas derribado los tabiques que separaban la cocina del salón y del comedor, es momento de pensar en cómo vas a distribuirla y decorarla para que quede bien integrada. 

Cómo diseñar una cocina moderna 

En una cocina abierta, el mobiliario debe encajar con el estilo decorativo del salón. El objetivo es crear un único ambiente armónico donde se mantenga la unidad estética. 

Por ejemplo, si eliges armarios de cocina de madera intenta que sean de la misma tonalidad que los muebles del salón. Los armarios de color blanco siempre son un acierto porque son muy fáciles de integrar. 

La elección del pavimento también es importante. La mejor manera de crear un espacio bien unificado y ganar sensación de amplitud, es alargar el suelo del salón hasta la cocina. Si se trata de un laminado no tengas miedo de llevarlo a la cocina. La mayoría de estos pavimentos cuentan con tratamientos hidrófugos y antimanchas que los hacen idóneos para zonas con mucho desgaste y en contacto con el agua o la grasa. 

En las cocinas abiertas es preferible que los electrodomésticos queden integrados en el mobiliario, sobre todo los que tienen más peso visual, como la nevera. Evita también las campanas decorativas y opta por modelos empotrados en el techo o instalados en la propia encimera. También existen placas vitrocerámica que ya llevan integradas un extractor de humos. Finalmente, intenta tener la encimera lo más despejada posible y la cocina ordenada, ya que siempre la tendrás a la vista. Puedes optar por módulos desayuneros donde guardar los pequeños electrodomésticos. 

4 cocinas modernas integradas en el salón comedor

Si ya tienes claro que quieres apostar por una cocina moderna y abierta, aquí tienes 4 propuestas llenas de buenas ideas que te servirán de inspiración. Toma buena nota de cómo las han distribuido y decorado.

Una cocina abierta moderna con una cómoda isla central. Un proyecto de Natalia Zubizarreta.

1. Luminosa y con una isla central

Equipar la cocina con una isla es tendencia, sobre todo en las que se abren al salón o al comedor. Si tu cocina es pequeña y no te cabe una isla puedes plantearte derribar tabiques para unirla a la estancia contigua. Así ganarás los metros y la amplitud suficientes para instalar la isla. Ahora se llevan con faldón y revestidas con alguna piedra sinterizada que imite el acabado de las piedras naturales. Las cocinas que comparten espacio con otras estancias es mejor decorarlas en tonos neutros, más fáciles de combinar con el mobiliario del salón o del comedor.

Esta cocina abierta ha ganado una isla de desayunos dejando la encimera de la isla volada. Proyecto de Beatriz Lario.

2. Sofisticada, en blanco y negro

Los muebles blancos son una apuesta segura si decides abrir la cocina al salón o al comedor. Puedes combinarlos con algunos frentes o estantes de madera en la misma tonalidad que los muebles del salón. Así, no solo añadirás un toque de calidez, sino que armonizarás ambos espacios. El juego entre el blanco y el negro es perfecto para cocinas modernas que quieren crear un ambiente elegante y sofisticado. Eso sí: asegúrate de que el negro no empequeñece ni oscurece el espacio. Solo se recomienda en cocinas que disfruten de mucha luz natural. 

Si abres una cocina pequeña ganaras metros para trabajar con más comodidad. Proyecto de Anna Esquirol y LaiaUbia Studio. 

3. Pequeña pero muy cómoda

Una buena solución para ganar metros en una cocina pequeña es derribar tabiques y abrirla al salón o al comedor. Es la manera de ganar metros útiles, amplitud visual y luz natural. Esta cocina es un buen ejemplo de ello. De ser una cocina con pocos metros y oscura, ha pasado a ser luminosa y muy cómoda, con una península que cuenta con una práctica barra de desayunos. Para integrarla mejor en el salón, se han elegido una lámparas de techo muy decorativas y las paredes se han revestido con papel pintado.

Un cerramiento acristalado es otra opción para tener la cocina semiabierta.  Proyecto de Natalia Zubizarreta.

4. Semiabierta, con un cerramiento acristalado

Una alternativa a las cocinas integradas en el salón son las que están aisladas con un cerramiento acristalado. Es una solución intermedia y una de las más demandadas. Si optas por un cerramiento fijo de cristal apoyado en un murete de obra, comunicarás visualmente la cocina con el salón y facilitarás el paso de la luz natural. Unas puertas correderas acristaladas te permiten entre unir la cocina con el salón cuando quieras, o bien aislarla en momentos puntuales para impedir que salgan humos o malos olores. Los cerramientos de aluminio lacado en blanco son los que están más de moda.