Dar la bienvenida al buen tiempo es taaaan fácil... Lo recibimos con los brazos abiertos tras un invierno que, aunque cada año es menos frío, se nos hace bastante largo. Por eso, cuando los termómetros empiezan a subir nos damos cuenta de que sí, de que realmente echamos de menos el sol, el terraceo y sobre todo, esos días que se alargan cada vez más. Estos 70 dormitorios te inspirarán para darle al tuyo un estilo fresco, acogedor y, sobre todo, ¡muy veraniego! 

Pero por la noche no queremos sudar en demasía ¡y menos dormir con las sábanas pegadas! Eso tiene fácil solución (sin recurrir al aire acondicionado o al ventilador): debemos preparar el dormitorio para el calor. Y no basta con quitarle capas a la cama, como si de una cebolla se tratara, sino de elegir los textiles más adecuados que permitan mantenernos frescos durante las noches cálidas.

Ropa de cama de verano: fresca y transpirable

¿Estás pensando en renovar la ropa de cama para inmunizar tu dormitorio contra el calor? Te damos algunos tips.

Materiales

"Linos, sedas, gasas... son materias primas que no pueden faltar en la ropa de cama de un dormitorio de verano" —afirma el interiorista José Arroyo. Todo sobre una base de un revestimiento continuo: arcilloso, mate y en tonos ocres".

El algodón o el lino son los materiales más frescos para vestir la cama en verano. Son muy ligeros, de textura lisa y tacto muy agradable, importante en verano, ya que nuestra piel suele estar más en contacto con las sábanas.

Un factor clave a tener en cuenta a la hora de comprar la ropa de cama y los textiles es asegurarse de que los materiales sean transpirables y faciliten una buena ventilación. En este sentido, las fibras 100% naturales siempre son un acierto, sin embargo, son más delicadas que las que incorporan mezcla de poliéster, y en muchos casos es necesario plancharlas.

Colores

Si el material es clave para asegurarnos un descanso fresco, también tiene su importancia el color. Y es que los colores son un buen regulador de la temperatura y la calidez o frescor de un ambiente. Así, durante los meses más calurosos, apuesta por colores claros y empolvados y evita los más cálidos en sus tonos más intensos, como el rojo, ya que "elevan" la temperatura visual del dormitorio. Azules, grises, verdes, lilas, rosas en sus tonos pasteles y más pálidos, y por supuesto el blanco, son un acierto seguro. Descubre más sobre los efectos del color en la decoración y tu salud.

Estampados

Si quieres trasladar el buen tiempo a tu cama, elige un plaid o unas sábanas con pequeños estampados florales, siempre tienen menos peso visual que los grandes motivos. Con el fondo en blanco se verán más luminosos y frescos. Motivos marinos, sobre todo si estás en la costa, nunca fallan para refrescar la cama.

Alfombras: ¡no son solo para el invierno!

Verano y alfombras no son términos incompatibles. Cuando el calor aprieta parece que apetezcan menos, pero las alfombras pueden dar un toque de color al dormitorio o intensificar la sensación de frescor. Basta con acertar con el material. Si apuestas por las de algodón, elígelas de pelo corto y de colores claros, siempre darán mayor sensación de frescor. Otra buena opción son las de fibras naturales (sisal, yute, cáñamo...): visten el suelo, transpiran y ayudan a regular la humedad ambiental.

Pequeños grandes detalles

  • Cojines versátiles: Son un aliado para repartir frescor en el dormitorio. Basta con renovar las fundas por unas de tejidos más finos y de colores claros. Si la ropa de cama es lisa, puedes valorar apostar por estampados, le darás más vitalidad y dinamismo al conjunto.
  • Ramos frescos: Un arreglo floral en la cómoda o un mini buqué junto a la mesilla de noche darán un toque natural y fresco al dormitorio.
  • Complementos cuidados: Un jarrón de cristal, una bandeja metálica, un cesto de fibras naturales... Los pequeños detalles también cuentan a la hora de refrescar el dormitorio.

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