Un armario empotrado es áquel que se construye aprovechando el hueco de una estancia dejando visible únicamente la parte frontal. Normalmente van de suelo a techo, tienen un fondo de 60 cm y un ancho de 60, 90 o 120 cm. Si están hechos a medida, estas cifras pueden variar. Resultan muy prácticos, sobre todo en dormitorios, se presentan con cajones, zonas de colgar, e incluso, maleteros en su parte superior. Su originalidad radica en la apariencia de sus frentes: lisos, con molduras, acristalados, empapelados, entelados... Las posibilidades son múltiples, depende del estilo que quieras darle al dormitorio, clásico, vintage, rústico, moderno, minimalista... El único inconveniente que les vemos es que no te los puedes llevar cuando te cambias de casa. ¡Nada es perfecto!