De pequeña buhardilla desaprovechada, a dormitorio acogedor con baño y vestidor

"La buhardilla era la antigua zona de lavado de esta casa señorial, por lo que tuvimos que vaciarla de todo y replantearla", nos cuenta. "Para ganar sensación de espacio tiramos algunos tabiques y el falso techo para dejar las vigas vistas. Aislamos el techo, lo forramos de lamas de madera y luego lo pintamos en un acogedor gris. Así ganamos altura y creamos un espacio más envolvente", prosigue.

Para dar unidad y un toque actual a la buhardilla, Sandra Mora ha elegido el gris NCS S 4500N. Un color elegante y luminoso, perfecto para una zona de descanso que combina muy bien con blanco y los tonos cálidos de la ropa de cama.

La madera pone la nota de calidez. Está presente en el parqué de roble de lama ancha y los muebles y complementos que rematan la decoración, como las mesitas, la banqueta y las lámparas de sobremesa.

Está hecho a medida con DM esmaltado en el mismo gris que las paredes y tiene truco: alberga una zona con ranuras que oculta el aparato de aire acondicionado. El dormitorio cuenta, además, con un práctico ventilador de techo.

La buhardilla disfruta de una zona de lectura a pie de cama que queda iluminada por los focos del techo, también esmaltados en gris. Las ventanas en arco son las originales de la casa: "Las quisimos conservar, pero con nuevos cristales más aislantes", explica la interiorista.

La zona de la buhardilla que se estrecha y conduce al baño se ha convertido en un completo vestidor compuesto por 9 armarios con puertas enmarcadas, esmaltadas en el mismo tono gris que todo el ambiente y con interiores de madera. Para darle un toque original al vestidor, uno de los armarios tiene puertas de gallinero. "Las pusimos para que se pudiera ventilar, exponer el interior y añadir una nota de calidez" comenta Sandra. Es perfecto, por ejemplo, como armario zapatero. De este modo cada miembro de la pareja cuenta con armarios independientes.

En el otro extremo de la buhardilla se encuentra el elegante baño que parece sacado de un hotel. Está decorado en varias tonalidades de gris y tiene una zona de aguas muy completa. "Revestí el baño de un porcelánico de gran formato en gris antracita que combina muy bien con el gris de las paredes y hasta con el inodoro, ¡que también es gris!", explica Sandra. El porcelánico recorre, asimismo, la encimera de la zona de tocador y la repisa bajo la ventana. Estas también apuestan por el gris, pero en un tono un poco más cálido.

En paralelo al tocador, el baño tiene una completa zona de aguas compuesta por una bañera exenta y una ducha enrasada con una mampara de cristal fija, casi invisible. Está un poco elevada para ocultar los desagües y tiene grifos negros.

Sandra Mora es la interiorista que se ha encargado de darle una nueva cara a esta buhardilla. Ha jugado con el espacio para aprovechar al máximo todos los rincones. 

La buhardilla se abrió y aisló, ganó un baño, un vestidor y un cabecero a medida. Las vigas dan carácter y arropan la buhardilla. La interiorista dejó la viga central de hierro y el resto son de madera. Las lamas disimulan la fibra que se puso para mejorar el aislamiento térmico de la buhardilla, que está justo bajo el tejado.

El cabecero cuesta 950€, el techo de lamas y armarios de DM hechos por Lirón Ruiz, 3.400€, y la bañera de Hidrobox (2.500€).