Una cocina pequeña (7 m2) semiabierta, llena de luz y con desayunador // CON PLANO

Una cocina de 7 m2 con península — Artemio Fotos

Tener un piso en buenas condiciones y que la cocina sea la zona más oscura de la casa, lo estropea por completo. Y es que, es uno de los espacios imprescindibles en cualquier hogar. Hacemos tanta vida en la cocina como en el salón, por ejemplo, e incluso dependiendo de la persona, incluso más. Así, el estudio de diseño de interiores y home staging, Pura Casa, nos presenta uno de sus últimos proyectos.

Se trata de la reforma de una cocina que ha pasado de ser oscura y poco funcional a un espacio semiabierto en el que, no solo se ha dotado de funcionalidad y estética optimizando todo su espacio, sino que también se cumplió con la visión del cliente y propietario de la casa de contar con una cocina que invitara a la luminosidad y la apertura. ¡Te enseñamos el resultado final!

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Una cocina de estilo nórdico con suelo geométrico

La cocina tenía unos muebles en gris oscuro con un acabado de brillo que para nada coincidía con el estilo nórdico que quería el cliente para su casa. Es por ello que se cambió el mobiliario para sustituirlo por este más cálido, de puertas y cajones de madera y encimera lacada en blanco. Un tono que coincide no solo con las paredes e incluso la campana extractora, sino también con los armarios superiores.

A su lado, se instalaron a su vez unas baldas que no solo completan la decoración, sino que también aportan un toque natural con plantas aromáticas cuidadosamente colocadas. Otro elemento destacado es el suelo. Al elegir un porcelánico, imitación madera, para la cocina y lavadero, se hizo también la transición a modo de alfombra con un suelo imitación a hidráulico. ¡El resultado es ideal!

Se prolongó la encimera, haciéndola más funcional

Tal y como explica el estudio de interiorismo, "al reubicar los electrodomésticos, nos coincidió unos enchufes en la pared justo donde iba a estar la vitrocerámica. Esto resultaba peligroso. Resolvimos el problema prolongando la encimera en esa área a modo de salpicadero, suplimos la falta de enchufes con dos empotrables tipo twist blancos en la encimera".

Así, en esta cocina de apenas 7 m2, la superficie de encimera, que es la misma que la del resto de la cocina, permitió crear un acogedor rincón para la zona de café, desayunador o zona office, como se prefiera llamarlo.

Semiabierta, con mucha conexión visual

La cocina quedó semiabierta porque no era posible unirla al salón, ya que entre ambas estancias estaba el recibidor. Por esa razón, se conectó manteniendo una sutil separación visual a través de una palillería, permitiendo una división entre la cocina y el recibidor, sin sacrificar la conexión visual.

A través de la zona externa de la península, se accede a un mueble con apertura push que ayudó a los interioristas a optimizar el diseño de la esquina. El panel adyacente es un fijo, ya que el acceso a este mueble se realiza desde el lado de la cocina. Además, se instalaron sin zócalo para lograr un acabado más estético.

Taburetes altos para el rincón del café

Como se puede observar, la cocina ha quedado semiabierta pero directamente conectada con el resto de la casa. Esta palillería, además, aporta mucha calidez que se siente desde el momento de entrar a la vivienda, desde el recibidor. Justo desde este punto también se aprecia la zona del café, en la que se han colocado unos taburetes altos para dar más dinamismo al espacio, además de un toque moderno.

En resumen, esta transformación busca alinear la cocina con el estilo decorativo que buscaba el propietario para el resto de la vivienda, así como su ilusión de crear el concepto abierto que tan demandado está en la actualidad.

Plano de la cocina

La cocina, que como ya sabemos tiene unas dimensiones de unos 7 m2, se distribuyó de tal forma que fuera funcional sin renunciar a la estética. En ella se integró el lavadero, la lavadora, el termo y un mueble con gavetas que sirve de almacenaje para productos de limpieza. ¡Todo eso en un reducido espacio como este! La clave para las cocinas pequeñas, es la forma de 'L', ya que permite tener el paso despejado, pero también todo integrado y ordenado en un mismo ambiente.

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