Los pisos pequeños resultan muy encantadores. Y si no que se lo digan a los interioristas de Brákara Studio, Ruben da Silva y Luis Peixoto, quiénes dieron una segunda vida a esta casa mini de 45 m2 en el centro de Barcelona. Pasó de ser oscuro y muy compartimentado, a presumir de espacios abiertos y diáfanos, con una decoración de lo más cálida y acogedora.
Entre todos sus ambientes, destaca sin duda la cocina, que a pesar de ser también una cocina pequeña, se le ha sacado el máximo partido para optimizar todo su espacio y sobre todo, aprovechar cada metro cuadrado existente. Tal ha sido el rendimiento que ha sacado a sus rincones, que incluso ha sido posible colocar un pequeño comedor o zona de desayuno que sirve de punto separador entre este ambiente y el salón. ¡La vemos!