A la interiorista Blanca Yagüe (@blancayague_interiorismo) se le propuso un reto: convertir una cocina pequeña (13 m2) y básica en esa estancia de la casa ideal para recibir invitados y directa al comedor.
Los propietarios de esta vivienda, la cual es su segunda residencia, la disfrutan sobre todo en periodos vacacionales, donde los reencuentros con familiares y amigos son mucho más frecuentes. Es por ello que querían hacer de esta cocina un espacio que todos pudieran disfrutar y estuviera abierto y comunicado con el resto de la casa. Eso sí, sin perder un ápice de estilo. Al mismo tiempo, tenía que ser lo suficientemente practica y cómoda para comer en su día a día. ¿Lo habrá conseguido la experta? ¡Mira, mira!