Con plano y presupuesto: Una cocina pequeña de 9 m2 abierta, con barra y muy decorativa, reformada por Pia Capdevila

Tan bonita como práctica. La decoradora Pia Capdevila ha diseñado esta cocina con una distribución en U que aprovecha genial el espacio. Son poco más de 8 m² de cocina donde el almacenaje está muy bien resuelto. ¿Quieres verla? ¡Toma nota de cada detalle!

Una cocina de revista menos de 9 m²

El primer paso de esta reforma fueabrir la cocinapara disfrutar de una zona de día diáfana y más práctica para vivirla en familia. “Al derribar los tabiques, toda la planta principal ha ganado una luz maravillosa, porque ahora circula de lado a lado de la casa”, comenta la decoradora Pia Capdevila.

Pero esta nueva distribución diáfana trajo consigo un problema: el recibidor. “Era importante separarlo de la cocina y darle privacidad, así que ideé una pared-biombo para separar ambientes que recoge la entrada y, gracias a unas ventanas en su parte superior, lleva luz a ambos espacios”.

El paso dos fue planificar la cocina: Pia la ha diseñado en total armonía con el salón: “He reunido las columnas de almacenaje en un extremo y eso me ha permitido prolongar el mismo mobiliario de la cocina hacia el salón. ¿El resultado? Un mueble que empieza siendo de cocina y evoluciona hasta convertirse en uno de salón, con un banco con armarios completado por baldas decorativas”, comenta la interiorista.

Y como división entre ambos espacios, la barra, una pieza escultórica de madera rechapada con truco. No tiene ranuras: eso es porque integra la calefacción, así queda camuflada sin perder eficiencia. Un dos en uno con mucho estilo. ¡Qué gran idea!

Muy acertado es, también, el mix de maderas claras y laca que se impone en la zona de día: mientras el blanco aporta ligereza y claridad, la madera es la nota de contraste que suma calidez.

Detalles de la reforma de la mini cocina

El mobiliario

En la estancia había dos paredes con ventanas que impedían poner armarios altos, así que la interiorista optó por sacar partido al espacio con muebles bajos y gaveteros (estos tienen más capacidad que los clásicos cajones) y por módulos, algunos en columna, que llegan hasta el techo.

Uno de ellos lleva encastrados los hornos. Para romper la monotonía, este frente integra una estantería de madera, a juego con la barra que cierra la cocina en uno de sus extremos y marca el límite con el salón.

Dos lámparas en línea la iluminan sin sombras. Justo en el lado opuesto, haciendo esquina con la ventana del fregadero, se ha levantado un tabique de Pladur en el que se apoyan los armarios de la zona de cocción y que separa también del salón.

Precisamente como se trata de una cocina abierta, se han mimado los materiales, cálidos y fácilmente integrables en el resto de la decoración. Madera para la estantería y la barra, a juego con el suelo cerámico que la imita (es el mismo del salón). Y pintura gris piedrapara la parte superior de la pared y revestimiento porcelánico superelegante para el antepecho.

Los cajones, superordenados

• Caben cubiertos y especias. Un organizador extensible permite tener ordenada la cubertería de diario y los botes de sal, pimienta... Uno similar a este de bambú de Relaxdays "crece" 18 cm (30-48 x 5 x 46 cm) y cuesta 26,99 €, en Amazon.
• Un extraíble para botellas. En un hueco de 20 cm se organizan las salsas, el aceite, el vinagre. Similar (20 x 60 x 88),194 € en Ikea.

Hasta el último centímetro

En menos de 9 m² se ha dispuesto una cocina rectangular abierta al salón con muchos armarios y una barra para comidas rápidas.

• La buena distribución hace más cómodos los desplazamientos entre las tres zonas del triángulo de trabajo (fregadero, cocción y almacenaje).
• Los hornos se integran en una columna con módulos arriba y abajo.
• La península-barra de madera separa la cocina del salón, es muy decorativa y aporta mucha calidez.
• El armario vajillero al lado de la estantería hace juego con los de la cocina. Muy cómodo para tener a mano la vajilla y la cristalería junto a la barra.

La distribución de esta cocina ha sido todo un reto, pero Pia Capdevila ha logrado lo imposible: ahora, los propietarios tienen el espacio de almacenaje que buscaban junto con una bonita barra para desayunar, electrodomésticos de calidad y una larga encimera para trabajar.

Y todo queda muy bien recogido con el separador de madera, el cual es original y cumple perfectamente su función. ¡Un éxito!

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