Ibiza también es conocida como "la isla blanca", al estar salpicada de pequeñas casitas encaladas a lo largo y ancho de sus casi 600 kilómetros cuadrados. Sin embargo, hablamos de una extensión en la que todo tiene cabida, desde las mansiones de súper lujo hasta la arquitectura vernácula mediterránea, que refleja el encanto tradicional de la isla pitiusa. Ibiza son muchos conceptos en uno: es mar y campo, son fiestas y atardeceres en paz, es Es Vedrà y Las Dalias, son calas solitarias y playas repletas donde se aplaude al caer el sol. De ahí que sus casas reflejen todas estas caras, porque todas son Ibiza, pero con un mismo hilo conductor: los colores neutros, las fibras naturales, la madera y los espacios destinados a disfrutar de una vida más lenta. Esto lo vemos especialmente marcado en la decoración del salón, en los que se despliega el verano de muchas maneras. Si estás pensando en darle un toque ibicenco al tuyo, aquí tienes12 salones para inspirarte esta temporada.

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1.

Estilo 'raw' y juegos de texturas

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Sofás de lino y cojines azules hechos a medida, cojines de rayas de Calma House, cortinas con tela de Yute’s, alfombra de Tine K Home, lámparas de Cinq Étoiles y librería realizada a medida por Alto Interiorismo.

El Mueble

Este salón de verano podría pecar de monótono si no fuera por su magistral juego de texturas, aunque los detalles en azul también ayudan a refrescar sin agobiar. El techo con vigas y lamas de madera al natural, con sus vetas al descubierto, las butacas de mimbre o el entramado de las fibras naturales que vemos en la alfombra, las lámparas o la persiana de yute... Todos estos elementos responden a la tendencia "raw", que persiguen una atmósfera relajante y sin estridencias donde lo natural se impone.

2.

Mobiliario de obra y guiños al pasado

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Lámpara naranja, de Honoré Déco.,m y blanda, de La Varieté. Butacas, de Carl Hensen&Son, en Domésticoshop. Mesa de centro, en Tikamoon.

El Mueble

Este salón de estilo ibicenco nos traslada a la época de los 70, cuando los hippies campaban a sus anchas por la isla pitiusa y las casitas encaladas eran lugar de reunión. Como sucede ahora, priman los muebles de obra, como los sofás con colchonetas llenas de cojines para acoger a mucha gente, las estanterías llenas de objetos artesanales y esas tradicionales chimeneas que agradecen una decoración sencilla, como los complementos de fibra natural o  las butacas de cuerda blanca. Sin embargo, es la lámpara de techo con flecos de color naranja, a juego con los estampados de los cojines, la que aporta ese toque vintage que nos lleva al pasado, ya que era un tono muy refrescante y utilizado en este tipo de casas.

3.

Fibras y kilim

00508676 Salón con espejo y ventanal sin perfilería

Salón con espejo y ventanal sin perfilería.

El Mueble

La vida slow que persiguen las casas ibicencas como ésta se vive entre colores neutros que acentúan la sensación de paz, espacio y frescor. Abrir grandes ventanales en el salón para dejar entrar la naturaleza en casa también es una máxima en este tipo de viviendas, como hizo aquí la interiorista Mireia Pla, para disfrutar así de las maravillosas vistas al jardín de pinos y sabinas. Esta casa cumple con el resto de requisitos: sofá de obra, textiles de lino, mesa de centro de madera rústica y el uso del yute en una gran alfombra y unos mullidos pufs. ¿El toque personal que encaja perfectamente? Una alfombra kilim de estilo étnico, que siempre aporta una nota de color y textura y refuerza el apego a la artesanía que prima en este tipo de espacios. 

4.

Entre muros de piedra

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Sofás y puffs de Margarita Ventura y mesas de centro de HK Living.

El Mueble

Si hay un gran protagonista que acapara todas las miradas de este salón, proyectado por Clara Joly d'Aussy, es el muro de piedra que reviste la pared del sofá. Siempre que sea posible, es conveniente que se preserven este tipo de estructuras originales, ya que siempre aportan personalidad y calidez. Son típicas de las construcciones de antaño, siempre refrescantes y crean un bonito hilo conductor con la fachada de la casa. Para que nada compita con ella, se han elegido textiles en blanco, mucha madera y muchas fibras naturales.

5.

Estores de fibras naturales

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Sofá y puff de Grassoler, en Sacum. Alfombra de yute de Hamid y mesa de centro diseño de la decoradora.

El Mueble

Estamos acostumbrados a ver magníficos porches en Baleares con persianas gruesas de yute para protegerlos del sol y refrescar el ambiente, pero la idea que ha tenido Marta Tobella nos encanta para el salón. En El Mueble somos fans declaradas de las fibras naturales y la decoradora ha extrapolado esta idea al interior, con estos estores mucho más ligeros, pero igualmente originales, prácticos y decorativos.

6.

Con guiños al mar

Salón marinero con suelo de microcemento

Alfombra, de Muebles Carlos Formentera. Peces de pared y mesa de centro, de Lost & Found. Butaca y lámpara de sobremesa, de Art & Co. Sofá y mesa auxiliar con colchonetas, de Studio Alessandro Negri.

El Mueble

El sofá blanco, sus techos rústicos, las piezas de fibra, los textiles en colores vivos y, sobre todo, los detalles decorativos de pececitos "nadando" sobre las paredes encaladas, hacen que este salón respire ese aire ibicenco que nos traslada al verano.

7.

Sofisticado y con panorámica al mar

Salón en blanco con gran ventanal y vistas al mar_00301009

Sofá de Sancal

El Mueble

Podríamos decir que hay dos clases de salones ibicencos: los que son muy rústicos y costeros y los que respiran un aire mucho más minimalista y sofisticado. Como ejemplo perfecto de este último caso tenemos este salón. Sus enormes ventanales ofrecen vistas privilegiadas que inundan el interior de luz e invitan a disfrutar. Por dentro, todo respira paz y armonía, con suelos de microcemento claro, paredes blancas y mobiliario neutro de líneas modernas, muy limpias y depuradas.

8.

La otra Ibiza: un remanso de paz en el interior

Salón en blanco con vigas de madera y vistas al jardín

Sofás desenfundables y butacas de mimbre, en Depot. Lámparas de pie, en Rialto Living. Mesas de centro y taburetes tapizados, en Mozaic. Alfombra, en Mobles Riera y cortinas de lino, de Mestre Paco.

El Mueble

Del mismo modo, también podríamos decir que existen dos Ibizas: la de la costa, donde la afluencia de gente se hace más patente, y la de interior, la del campo, mucho más desconocida para la mayoría y que respira una paz y un encanto únicos. Este tipo de casas que salpican el centro de la isla nos las imaginamos como esta imagen, con sus vigas de madera, su salida directa al jardín y tonalidades neutras, a caballo entre el blanco y los tonos tierra. Los espacios diáfanos están pensados para desconecta y disfrutar en buena compañía, con sofás enfrentados y butacas de mimbre bajitas para reuniones desenfadadas. Como se puede apreciar, los estores de fibras son una máxima en este tipo de viviendas y conjugan perfectamente con ligeras cortinas de lino blanco que tamizan muy bien la luz.

9.

Respetar la tradición

00347144 10.53.04Salón con arco y paredes encaladas

Salón con arco y paredes encaladas.

El Mueble

En este salón hay dos zonas diferenciadas visualmente a través de un arco que guarda tras de sí la historia de esta casa situada en la isla Pitiusa. Este tipo de arcos, tanto en el interior como en los porches, junto con sus muros gruesos, que se solían construir con más de un metro de grosor, protegían del calor en verano y hacían las viviendas más cálidas en invierno. Eran una constante en las casas tradicionales ibicencas y ahora son el recuerdo de un pasado que habla a través de las paredes. Tanto es así, que han tenido el detalle de dejar tallada en la pared encalada su fecha de construcción original. ¡Nos encanta!

10.

Pinceladas azules sobre fondo blanco

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Sofá, diseño de las arquitectas. Mesa de centro, de India&Pacific. Alfombra y colchoneta, de Cado. Silla con la raya azul, de La Maison.

El Mueble

Aunque el blanco sea el color que mejor representa a Ibiza, el azul siempre casa bien con él y potencia esa esencia marinera inherente a la isla. Este coqueto salón con salida a la piscina demuestra que, con pequeñas pinceladas, se logra acercar cualquier estancia al mar. Con cojines, plaids, una butaca tapizada en tela de saco con raya marinera, una mesita de centro plegable con patas de color aguamarina... ¡más que suficiente!

11.

Textiles naturales

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Salón con base neutra, textiles naturales y piezas en madera.

El Mueble

Algodón y lino son los materiales estrella si buscas que tu casa respire un look ibicenco. Apuesta por telas vaporosas, frescas, de tacto agradable y en colores suaves para vestir el sofá, la cama o las ventanas. De esta manera, la luz se multiplicará. Intenta que también se cuele en todos los rincones con soluciones tan buenas como esta estantería, compuesta por un mueble bajo y baldas de madera que separan los ambientes, sirven para colocar elementos decorativos y dejan pasar la luz a la zona de la escalera. ¡Un 10! ¿Otro apunte? Reserva las notas de color para los pequeños complementos, como cojines o plaids.

12.

¿Ibicenco y urbano? ¡Por supuesto!

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Sofá, de Maisons du Monde. Consola y cortinas, de La Redoute. Pufs, en MD by Tersa Garoña. Lámpara de techo, en Moraig The Store. Estores, de KA International. Mesa de centrode Mister Wills.

El Mueble

¿Un piso en la ciudad puede tener estilo ibicenco? ¡Por supuesto! Aunque sea en pequeñas dosis, podemos aterrizar algunas claves refrescantes para dar un lavado de cara a nuestra vivienda con la llegada del verano. Las paredes blancas, los sofás con fundas neutras, unos cojines de lino, con rayas marineras o tela de saco, detalles decorativos étnicos, caracolas, corales y, ¡cómo no! lámpara de fibras naturales que respiren Mediterráneo.