Por qué amamos los cabeceros blancos: 8 ideas y FOTOS decorar con ellos tu dormitorio y ganar estilo

Si queremos que la pared del cabecero sea la protagonista del dormitorio, la primera idea que desvelamos es la de pintarla de un color vivo e intenso, pero que sea coherente con la paleta cromática y el estilo de todo el dormitorio y la casa. En este ejemplo, el resultado es una habitación acogedora  y moderna donde el color verde agua resalta el blanco del cabecero. Sin lugar a dudas una combinación fresca y perfecta para los amantes de las tendencias. ¡Nos encanta!

Que el blanco y el beige son un tándem decorativo perfecto no es ningún secreto. Sobre todo para aquellos que quieren una estancia cálida, luminosa y que respire tranquilidad. Lo mejor de esta combinación es que casa con cualquier estilo decorativo, desde los más modernos hasta los más clásicos o rústicos. La calma visual que genera el cabecero blanco con la pared beige y los muebles de madera convierten este dormitorio en un templo de relax.

Si quieres añadir un toque de color sin romper la armonía te recomendamos apostar por tonos tierra, mostaza y marrones.
 

Como el cabecero blanco - sobre todo si es grande - ya aporta luminosidad y amplitud al dormitorio, una idea interesante será pintar la pared de un tono más oscuro. Las paletas de grises son elegantes y nunca pasan de moda.  No tengas miedo a que tu dormitorio quede demasiado oscuro. Tu cabecero blanco y el resto de textiles pondrán el punto de luz adecuado.

Las tonalidades tierra, como el terracota, también son una de nuestras apuestas seguras. Para dar mucho más movimiento al dormitorio, apuesta por una pared con estampado o textura en este color. ¡Verás qué cambio genera en tu dormitorio! El terracota además, es un color idóneo para crear una esfera acogedora en cualquier espacio. ¿Qué mejor que tu habitación?

No puede faltar la alternativa del papel pintado para tu dormitorio. En este caso,  la pared se ha decorado con un estampado en un tono más oscuro que el del cabecero, pero con un discreto estampado que mantiene la elegancia y la sensación de serenidad.  Otra ventaja de los papeles con dibujos minimalistas es que permiten añadir complementos como cuadros, jarrones e incluso plantas. 

Ya hemos visto que combinar un cabecero de obra blanco con una pared en gris o con un papel pintado discreto es un acierto. Pero, vamos más allá proponiendo una idea que multiplica el poder del blanco. Se trata de colocar sobre el cabecero un cuadro XL en el que predominen los tonos claros. Fíjate en este dormitorio, apenas apreciamos que se trata de un espacio pequeño, ya que hay mucha luz y el blanco predomina - sin tener presencia en la pared-. 

Una pared a rayas es ideal cuando tienes un cabecero blanco. Si se ha dado el caso, no tengas miedo a integrar este estampado tan llamativo en tu pared del dormitorio. La combinación de un color tan liso y luminoso como el blanco con un estampado más oscuro y a rayas, genera una unidad visual muy armoniosa, diferente y estilosa. ¡Atrévete!

Una pared de madera no siempre es una buena idea, sobre todo si se trata de estancias pequeñas u oscuras. Pero, hay soluciones y una de ellas es la de apostar por cabeceros blancos que aporten luminosidad y rebajen la "intensidad" de la madera. También se puede colocar la madera a modo de "falso cabecero" para mantener el blanco en una parte de la pared.