Olga Gil-Vernet, estilista: "Estas son las 10 cosas que NUNCA faltan en un recibidor acogedor y lleno de estilo"

Si hay una pieza clave y versátil que no suele faltar en ningún recibidor es un buen espejo. “Un espejo grande con un marco interesante, además de ser muy práctico y cómodo, da mucha amplitud y luminosidad a este espacio”, sugiere Olga. Y es que el simple hecho de colocarlo estratégicamente para reflejar la luz natural de otras estancias como el salón es una buena razón para plantear hacernos con uno. Además, otra de sus bondades es ampliar visualmente el espacio, algo especialmente favorecedor cuando el recibidor es de pequeñas dimensiones. Si tiene un marco decorativo, puede ser el punto focal de la entrada y cobrar mucho protagonismo.

“Me encanta el papel para una entrada. Si puede ser de rayas, mejor. La verdad es que transmite sensación de altura y aporta estilo y un toque personal que me encanta”, dice Olga. En El Mueble somos fans del papel pintado en cualquier estancia de la casa, ya que aporta un toque decorativo sin recargar el espacio. Como sugiere Olga, las rayas verticales, en particular, son ideales para crear sensación de amplitud en entradas pequeñas.

“Me gusta elegir una consola de madera reciclada con cajones para guardar las llaves, guantes... o un banco con cajones para el calzado”, explica Olga. Mantener el orden a raya es vital en esta zona de paso, tan transitada durante el día y cuyas dimensiones no se suelen llevar bien con el caos. Por eso, una consola con carácter o un banco práctico pueden definir el estilo del recibidor y hacerlo mucho más funcional. Las de madera robusta, como la que vemos en la imagen, son atemporales, encajan con cualquier estilo y nunca fallan.

Históricamente, los recibidores se utilizaban para lo que su propio nombre indica: para recibir. Eran espacios cerrados al resto de la casa, que protegían la intimidad de la vivienda a ojos del invitado. Muchas veces, especialmente en pisos antiguos, son zonas donde no llega la luz natural y debemos echar mano de un buen plan de iluminación que marque la diferencia en este espacio. “Una lámpara de techo de fibras naturales con luz cálida o una lámpara de sobremesa sobre la consola aportan calidez y un toque acogedor”, asegura Olga. Nada mejor que crear una atmósfera cálida desde el primer momento en que se cruza el umbral de la puerta.

Cuando no hay mucho espacio en el recibidor, aprovechar cada centímetro es vital. “Si la distribución lo permite, no dudes en incorporar un armario camuflado. ¿Cómo lo conseguimos? Podemos hacerlo de obra, con puertas a tono con las paredes: de papel pintado, con pintura, molduras… Es ideal para colgar abrigos, bolsos o sombreros de manera organizada, sin perder estilo”, explica Olga. Fíjate en esta imagen, donde vemos un armario lacado en blanco con un nicho forrado en madera. En él se ha incluido un banco, una repisa donde dejar las cosas y un cajón inferior que hace las veces de zapatero. ¿A un lado? Un pequeño armario ropero para dejar los abrigos. ¿No es genial?

Una alfombra puede ser el detalle que marque la diferencia y ponga la nota de color. “Una alfombra que defina el espacio, ya sea un kilim o una alfombra lisa de fibras naturales, es perfecta para dar calidez al recibidor”, explica Olga. Además de ser funcional, añade textura y ayuda a separar visualmente esta zona del resto de la casa.

“Podemos colocar dos cestos de diferentes alturas debajo de la consola a modo de zapatero para almacenar las zapatillas, mantitas o cojines”, añade Olga. Según la estilista, todo hueco libre es susceptible de ser aprovechado con cierto criterio estético. De ahí que el bajo de la consola sea un espacio ideal para sacar mayor rédito al recibidor. Este detalle no solo ayuda a mantener el espacio ordenado, sino que también suma un toque decorativo gracias a la textura natural que aportan las fibras. Calor de hogar en estado puro.

Nada como un toque verde para dar vida (también) al recibidor. “Me gusta apostar por plantas pequeñas o por un jarrón con ramas de eucalipto. Aportan frescura y conexión con la naturaleza”, asegura Olga. Si no tienes mucha luz natural en esta zona, opta por plantas resistentes o ramas decorativas que no necesiten cuidados constantes.

Aunque hemos comentado que los espejos son casi una constante en los recibidores más estilosos, existen alternativas interesantes para decorar las paredes de la entrada. “Un cuadro o una composición de fotos personales, todas enmarcadas con un mismo marco pero en diferentes tamaños, aportan un toque único y personal”, recomienda Olga. En el recibidor de la imagen, por ejemplo, se ha apostado por láminas con motivos florales enmarcadas en madera. Recuerda la llamada "regla del 3" que utilizan las estilistas a la hora de crear composiciones. Es un número que crea armonía visual, creando un punto focal en la pared.

Sabemos que las velas pueden tener un impacto muy significativo en nuestro estado de ánimo, ya no solo por la luz tenue y relajante que proporcionan, sino porque son capaces de activar en nuestro cerebro la llamada “memoria olfativa”, aquella que evoca lugares y recuerdos a través de diferentes olores. Entrar en una casa y notar ese aroma “de toda la vida” que nos transmite una sensación de hogar no tiene precio. “En mi recibidor nunca faltan velas aromáticas para que sea el primer lugar donde se perciba un aroma agradable”, dice Olga.