¿Todavía no sabes cuál es la tendencia de cocina que está arrasando? ¡Quizás la tienes, y no lo sabes!

El concepto de Social Kitchen va más allá de la idea que hemos tenido siempre de una cocina. Ya no solo es un espacio donde almacenar y preparar la comida. Es un sitio de encuentro: cuando montas fiestas de cumpleaños, comidas navideñas, cuando quedas con tus amigos para poneros al día o, simplemente, en tu día a día con tu familia. Entonces, ¿qué necesita una Social Kitchen? Sencillo. Que sea una cocina acogedora, cálida y cómoda para que todos se sientan a gusto. Tanto los que ayudan como solo los que vienen a charlar ;) 

¿Y cómo se consigue? Pues al contrario de lo que podrías estar pensando. No. No necesariamente necesitas que la cocina esté abierta al salón o comedor. La regla número 1 de una Social Kitchen es que quepan cómodamente al menos 3 personas. Y eso lo puedes conseguir con muy poco. Como en esta cocina, que con tan solo una mesa redonda y un par de sillas a modo de bonito office ya invita a relajarse y pasar el rato. ¡Es como un saloncito! Además, es perfecta para empezar el día con un buen desayuno. 

Aunque, evidentemente, cuanto más abierta esté la cocina mejor. Así hay más espacio para que se reúna más gente y fluya mejor la conversación. Mientras unos están en la cocina, otros disfrutan sentados en el salón o el comedor sin ninguna interrupción. ¡El cocinitas ya no se queda solo! Además, una cocina abierta suma luz y amplitud a la casa. Es un básico en pisos pequeños.

Otro elemento clave en una Social Kitchen son las islas de cocina. Porque una cocina puede estar abierta al salón o tener una mesita a modo de mini office. Pero si ya tiene isla, ¡es el summum de la comodidad! Una isla es un estupendo espacio de apoyo, genial para ir picoteando cuando vienen invitados o incluso para que los niños hagan los deberes en el día a día. Además, la puedes hacer con almacenaje, e incluso zona de aguas o cocción, y así el espacio estará más que aprovechado.  

Para que la isla sea todavía más cómoda, puedes destinar una parte a que haya asientos, creando una agradable zona de descanso. Ya sea usando uno de los laterales a modo de barra como extendiendo la encimera por un costado y creando una mesa alta, como en la imagen. Unos taburetes estilosos y una lámpara bonita ponen el resto. 

Si no tienes espacio para poner una isla, no puedes abrir la cocina o no te cabe una mesa para compartir, ¡no te des por rendida! Esta cocina con una pequeña barra de madera demuestra que hasta las cocinas más mini pueden ser una Social Kitchen. Aquí se ha completado con un par de taburetes altos y sirve de rincón para el desayuno y mesa de trabajo. También puedes poner una mesa plegable y recogerla cuando no la necesites.

Como una Social Kitchen tiene que ser cómoda y acogedora, los materiales y colores juegan también un papel muy importante. Busca la calidez: maderas para el mobiliario o las encimeras, colores claros (un blanco luminoso, un gris estiloso, un verde empolvado más romántico...) y una iluminación cálida que invite a estar.

Los toques de color y gracia los puedes dar con electrodomésticos bonitos, algún que otro cuadro y cuidando mucho los pequeños detalles: plantitas aromáticas, botes de cristal... ¡Como siempre ves en las cocinas de El Mueble!