Soy la interiorista Asun Antó y así es un día en mi vida: "Decoración, obras, reformas, proyectos…"

Aunque en realidad la interiorista salta de la cama mucho antes, Asun llega a su estudio sobre las 9.30 horas de la mañana. Lleva en la cabeza ya algunas ideas que pondrá en práctica durante el día y comentará con su equipo. Cada lunes, lo primero que hace es una reunión para planificar la semana: “hablamos de cada detalle de los proyectos que tenemos en marcha”.

Nada más llegar al trabajo, Asun afronta el día consultando su agenda, encajando huecos y citas. Y lo hace en un rincón de la cocina del estudio. En este rato, si hay algo que no falta en la mano de la interiorista es una taza de café.

"En esta fase nos adentramos en el proyecto y trabajamos las propuestas de distribución y renders. Tras años en este trabajo, una de las cosas que más valoro es el poder compartir vivencias, aciertos y desaciertos que nos hacen aprender y formarnos cada día. Tengo la suerte de contar con un gran equipo que hace de los proyectos casas con alma”, confiesa Asun.

“Visitar la casa nos da una primera impresión del proyecto que vamos a llevar a cabo y por eso es muy importante fijarnos en los detalles e intentar retener mediante anotaciones todo aquello que hemos de tener en cuenta de cara a los primeros dibujos y presupuestos”, aclara Asun Antó. “En esta primera visita aprovechamos para verificar mediciones y hacer fotos de las diferentes estancias”.

Entre reunión y reunión y visita y visita, la interiorista saca un rato para atender a sus clientes en el estudio y presentarles detalles del proyecto en el que trabaja.

Asun acude a las obras que tenga en curso para supervisar los detalles. Eso es lo que garantiza que los proyectos lleguen a buen puerto. Allí, sobre el terreno, se ve el estado real de cada casa y se toman decisiones en función de los tiempos que se manejan.

La interiorista Asun Antó explica que su estudio es también un showroom con gran cantidad de materiales. Así que es allí donde toma las decisiones sobre qué ofrecer a los clientes. “Consideramos que es muy importante que el cliente pueda ver y tocar una muestra física de aquel material escogido. Nuestros proveedores nos ofrecen los productos más novedosos”.

Antes de ir a comer, Asun aprovecha para colocar un poco el showroom. Todo tiene que estar impecable.

“Esta es una de las fases más divertidas. En este punto ya conocemos los gustos y prioridades del cliente, así que sabemos lo que le va a encajar y lo que no. Solemos hacer una propuesta para que vea la combinación de los muebles escogidos puestos en escena y así se haga una idea global”. Ahora toca cargar el camión y llevar todo a la casa para dejarlo colocado. ¡Lista para vivir!