¿Son las cocinas con isla un acierto? Estos son los tipos de islas con sus ventajas y desventajas

Uno de los tipos de isla de cocina más habitual es aquella que, además de superficie de trabajo, dispone de capacidad de almacenaje a los lados: cajones, armarios, estantes... Como esta, diseñada por la interiorista Ona Barnet con cajones y huecos.
Entre sus ventajas: 
- Su fácil instalación, versatilidad y facilidad para complementar el almacenaje de la cocina.
- Son ideales si buscas orden.

Y entre sus inconvenientes: 
- La encimera ha de cortarse a medida.
- La isla está limitada por el tamaño de los armarios.
-Debes prever las instalaciones, si decides integrar en ella la zona de cocción o la de aguas.

¿Te gusta comer en la cocina pero no tienes sitio para poner una mesa con sus sillas? Tu opción de isla de cocina entonces es aquella que incorpora barra de desayunos con taburetes altos. Esta de la imagen, diseñada por Sandra Vergara, es súper estilosa con sus formas curvas y revestida de listones de roble.
Entre sus ventajas: 
- Proporciona un lugar de reunión con amigos y familiares mientras se cocina.
- Ocupa menos espacio que una mesa de comedor.
- Gracias a sus cantos redondeados, facilita la circulación a su alrededor y evita clavarse los picos. Algo que se agradece, si tienes niños en casa.

Y entre sus inconvenientes: 
- Es posible que tengas que renunciar a tener menos espacio de almacenamiento en la isla.
- Resulta menos ligera y dinámica que un modelo sin asientos.

¿Tu cocina es grande y abierta? Entonces tiene todas las papeletas para integrar una isla que lo tenga todo. Hay modelos funcionales que lo hacen posible. Y si no fíjate en la isla de la imagen. Se trata de un proyecto de Paula Duarte que, además de superficie de trabajo, cuenta con placa de cocción, un fregadero extra, almacenaje en un extremo y barra de desayunos en el otro. ¡Súper completa!
Entre sus ventajas:
- Duplica el espacio de trabajo.
- Te permite comer en ella.
- Cuentas con almacenaje extra. 
- Añade valor a la casa.

Y entre sus inconvenientes:
- Es cara de instalar y difícil de mover.

Si tu cocina no es muy grande y te resistes a instalar una isla fija, prueba con una sencilla mesa de trabajo sin elementos de almacenamiento incorporados, una mesa de carnicero o una mesa auxiliar con baldas, como la de la imagen. Una excelente propuesta para lograr una isla asequible y con estilo. La puedes fijar en el centro de forma semipermanente en una cocina pequeña, en forma de U o de L y desplazarla cuando necesites más espacio.
Entre sus ventajas: 
- Es económica.
- Fácil de trasladar (sobre todo, si tiene ruedas como esta).
- Ocupa poco espacio visual, con lo que es perfecta para cocinas pequeñas.

Y entre sus inconvenientes: 
- Su escaso almacenaje.
- La posibilidad de que su estilo no combine con la cocina.

Las cocinas modernas y elegantes son propensas a instalar este tipo de islas. Se trata de módulos con encimeras, generalmente de piedra, que continúan hacia los lados. De ahí el nombre de cascada. Encajan perfectamente en las cocinas de gama alta. Esta de la imagen, con cajones en color grafito, encimera imitación mármol y toques dorados es un claro ejemplo de sofisticación.
Entre sus ventajas: 
- Proporcionan unidad visual.
- Dan una sensación de lujo a la estancia.

Y entre sus inconvenientes: 
- Su alto precio ya que la piedra natural es cara.
- Si es de mármol, requiere un sellado regular porque al ser un material blando y poroso absorbe manchas con facilidad. (Aunque también encontrarás piedras artificiales, más prácticas, que simulan este acabado).

¿Quieres una isla de cocina que te permita cocinar y comer? Opta por una de dos niveles, como esta de la imagen diseñada por Asun Antó. La parte superior hace las veces de superficie de trabajo mientras que en la inferior puedes comer gracias a la instalación de una encimera, a modo de barra. Elígela si tu cocina es grande, comes mucho en ella o te gusta recibir invitados.
Entre sus ventajas: 
- Es ideal para cocinas abiertas.
- Añade valor a la cocina.
- Es ergonómicamente correcta. Ten en cuenta que, en general, la altura óptima para cocinar de pie es de 90 cm y para comer sentado de 70-75 cm.

Y entre sus inconvenientes:
- Resulta una opción cara, muy similar a la de las islas funcionales.