En el ámbito de la decoración e interiorismo, hay elementos y tendencias que pasan de moda porque tiene un éxito efímero que no llega a calar y a mantenerse con el paso del tiempo. No obstante, otros se mantienen como una apuesta segura sea cual sea la temporada. Es el caso de las cortinas blancas, un clásico que nunca pierde vigencia y que, año tras año, sigue siendo la tendencia y la elección preferida no solo por nosotras, sino también por quiénes más saben de este mundo, las estilistas e interioristas. ¿Su secreto? Su capacidad para adaptarse a cualquier estilo decorativo, aportando luminosidad, frescura y sensación de amplitud en los espacios.

Las cortinas blancas siempre encuentran su lugar en nuestros interiores, sin importar el hecho de que cada temporada trae consigo nuevos tejidos, estampados y colores. Y es que son versátiles, atemporales y elegantes, lo que las convierten en una inversión segura para quiénes buscan un ambiente acogedor y sofisticado.

 

De hecho, Magda Martínez, directora de estilismo de la revista El Mueble, es una apasionada de las cortinas blancas y cree en su firmeza como una moda permanente a pesar del paso del tiempo: "quedan elegantes y frescas, dejan pasar la luz, encajan en cualquier estilo decorativo, ayudan a ampliar el espacio si tu piso o la estancia donde las pones es pequeño... Para mí, en blanco siempre son un acierto", confiesa. Además, te traemos cinco razones por las que son nuestras eternas favoritas. ¡Te las contamos!

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Razones por las que las cortinas blancas son las favoritas de las interioristas

Como ya te hemos contado, las cortinas básicas son un básico infalible en la decoración del hogar. Si estás buscando renovar tu casa con un cambio sencillo, pero sorprendente, esta será sin duda tu mejor alternativa. 

las cortinas blancas siempre que
El Mueble

1. Aportan luz y amplitud a cualquier espacio

Para conseguir potenciar la luminosidad, el blanco es el tono recurrente que mejor refleja la luz natural. Cuando se utiliza en cortinas, el efecto es inmediato: la habitación parece mucho más luminosa y espaciosa. Sobre todo, cuando se trata de pisos pequeños, nos ayuda a que los ambientes se vean más abiertos y aireados.

2. Se adaptan a cualquier estilo decorativo

Salón con cortinas blancas
El Mueble

Ya sea en un salón moderno, minimalista, rústico o nórdico. Las cortinas blancas encajan a la perfección en todos ellos gracias a su neutralidad y estilo sencillo que permite combinarlas con cualquier mobiliario y paleta de colores. Así, son ideales para quienes buscan un look sobrio en su casa o bien un estilo más ligero y fresco que hace posible añadir más accesorios al espacio (eso sí, sin recargarlo).

3. Transmiten sensación de limpieza y orden

Cuando colocamos cortinas blancas en una de nuestras estancias, automáticamente se ve más pulcra y ordenada. Al contar con una tonalidad que aporta frescura, la sensación de limpieza es inmediata, algo que pocas tonalidades pueden igualar. Es cierto que a veces tememos que puedan ensuciarse con facilidad, pero con los cuidados adecuados, pueden mantenerse en perfecto estado durante años.

4. Efecto visual de altura

alargan la altura de la habitaci
El Mueble

El hecho de que generen una sensación de amplitud, también supone una sensación visual de mayor altura. Las cortinas blancas pueden hacer que los techos parezcan más altos, sobre todo cuando se instalan desde este punto y llegan hasta el suelo. La clave está en el efecto de verticalidad que estiliza el espacio. Esta técnica suelen utilizarla frecuentemente las interioristas para dar un aire más elegante, abierto y sofisticado a las estancias.

5. Funcionan bien en cualquier época

Te lo hemos adelantado ya. Las cortinas blancas... ¡No pasan de moda! Algunas de ellas pueden parecer pesadas en determinadas estaciones del año como verano cuando son demasiado gruesas. Sin embargo, las cortinas blancas en los meses cálidos, transmiten frescura y ligereza, permitiendo el paso de luz sin recargar el ambiente. En invierno, combinadas con tejidos más gruesos, pueden aportar una mayor sensación de calidez y espacio acogedor, manteniendo su elegancia característica.

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